miércoles, 23 de diciembre de 2009

Evitemos un error histórico

Las teorías de libre mercado, y limitación del poder político, nacidas del escepticismo y la desconfianza hacia los efectos de la acumulación sin control de poder por personas o instituciones, son vistas con malos ojos por dos tipos de políticos:

1.- Los conservadores buenistas: aquéllos cuya ingenuidad no les permite ver qué hay de malo en unas instituciones fuertemente intervencionistas que "corrijan" al mercado con valores “superiores” (“Facer país”, “pensar en Galicia”). Tienden la mano a sus adversarios, haciéndoles concesiones, e ignorando que la resultante acumulación de poder puede volverse contra ellos cuando quienes les sucedan la utilicen para perpetuarse en el gobierno.

2.- Los socialistas y nacionalistas, que, con pleno conocimiento, saben que la acumulación de poder los hace intocables y les garantizará su permanencia en el poder cuando caigan los primeros.

Lo anterior viene a colación de lo que está a punto de suceder en Galicia. Si la información que vienen filtrando los medios de comunicación sobre la futura e inminente Ley de Cajas es veraz, es decir, si la futura ley, como se viene anunciando, opta por un intervencionismo radical, por un control férreo de las Cajas por parte de las mayorías parlamentarias, con requisitos como “autorizaciones previas” de la Xunta para realizar inversiones, “promoción del gallego”, capacidad de “veto” de la Xunta sobre cualquier alianza “foránea”, si se opta por un modelo de banca nacional pública encubierta, el desastre está asegurado. Si la mayor entidad financiera de Galicia no se rige por criterios de mercado, sino por criterios políticos, la libertad económica en Galicia, y por consiguiente, la libertad política, estará en peligro.

El supuesto pacto contra/natura de populares y nacionalistas se volverá, tarde o temprano, contra los primeros y garantizará a los segundos, en un futuro gobierno, un poder que pone los pelos de punta. Nuevamente se cometerá otro ERROR HISTÓRICO. Los populares dejarán un arma legal perfectamente cargada para que vengan los nacionalistas, en un plazo que está por ver, a dispararla en cuanto “toquen poder”. Si tenemos en cuenta que el gobierno de la Xunta se dirime para los populares en un estrechísimo margen de votos que le otorga la mayoría absoluta (sin ésta no podría gobernar en Galicia), el peligro es todavía más real.

¿Se imaginan un futuro gobierno del PSOE y el Bloque Nacionalista Gallego con un control férreo y por decreto de la mayor entidad financiera de Galicia? ¿Se imaginan cómo utilizaría el BNG o PSOE temas como “autorización previa” para financiar entidades o personas físicas?¿Se imaginan cómo utilizaría el BNG algo como la “promoción del gallego”? ¿Y la capacidad de veto?

Pues exactamente de la misma manera que el BNG utilizó la nefasta Ley de Normalización Lingüística aprobada por el PP para imponernos no sólo el gallego, sino una visión nacionalista de Galicia que nadie tiene el valor suficiente de combatir abiertamente hoy en día. Porque la aprobación de una Ley de Cajas intervencionista, que otorgue el poder absoluto a la Xunta de Galicia sería un error histórico de la misma magnitud que la liberticida LNL. Mal asunto si piensan, como hace veinticinco años, que promocionando el “Galleguismo”, se podría contener el “Nacionalismo”. Al final, después de tantos años de “tutela”, resulta que se hace muy difícil discernir en qué se diferencian ambos.

En el tema de las cajas, no repitamos otro error histórico. Limitemos el poder político hoy para evitar el totalitarismo mañana. Menos política en las cajas y más derechos de propiedad y mercado.


Salud y Libertad

lunes, 21 de diciembre de 2009

English? No, thanks

Después de tanto y tanto "ruido mediático" durante la campaña electoral del pasado mes de marzo en Galicia, en la que miles de ciudadanos miraron al PP como última esperanza contra la imposición lingüística. Después de la expresa y rotunda promesa electoral del hoy presidente de la Xunta, Don Alberto Núñez Feijóo, en la que se aseguró la libre elección de la lengua vehícular en la escuela a través de la matrícula, dejando la decisión en manos de los padres de las criaturas. Después de ésto, digo, resulta que todos estábamos equivocados. De lo que se trataba no es de ejercer nuestras libertades, no. De lo que se trataba era…¡de aprender inglés! ¡Toma ya! Si no teníamos suficiente con la imposición del gallego, ahora....tendremos la del inglés.

No era éste el problema, no. El problema era, y me temo que sigue siendo, la falta de Libertad. Porque la misma imposición es obligar a nuestros hijos a aprender matemáticas en gallego, que en inglés...o en español. De lo que se trata aquí, señores, es de que nuestros niños estudien y aprendan las materias en la lengua oficial en la que mejor las comprendan. Porque de lo que se trata es de FACILITAR EL APRENDIZAJE a nuestros niños, no ENTORPECERLO. Cuando se trata de aprender matemáticas, geografía, biología, etc, se trata de eso: de COMPRENDER las materias, nunca de aprender un idioma A COSTA DE DICHAS MATERIAS.

Una medida como la de la imposición del inglés, delata una manera de hacer política inquietante. La consigna de que lo que realmente necesitan nuestros hijos es "hablar inglés" supone la suplantación por la Administración de la decisión de los padres sobre la formación de sus hijos. Y me explico: aquellos padres que, en efecto, consideren que sus hijos deben aprender inglés, que lo aprendan. Así lo hemos aprendido muchos. Pero es una elección DE LOS PADRES, de la misma manera que si quieren que sus hijos estudien música, lenguaje más universal que todos los idiomas juntos, pueden optar por ello, pero ¿debemos por ello obligar a los pequeños a dar las matemáticas cantando “a capella”? Nadie en su sano juicio lo defendería.

La única competencia de la administración es GARANTIZAR LOS DERECHOS de los padres a elegir la formación de sus hijos. Lo demás es puro SOCIALISMO. En el fondo de toda esta política, subyace la idea de que sólo el Estado "sabe lo que es mejor para los ciudadanos". Pobrecitos padres gallegos castellanohablantes, ¡mira que pensar que es mejor que aprendan matemáticas, geografía o biología que gallego o inglés! Hay que ver qué poco saben los padres lo que es mejor para sus hijos...¡menos mal que nos queda "Papá Xunta" para que los "enderece", léase, "normalice"...¡cómo se les ocurre a algunos reivindicar EN ESPAÑA la posibilidad de una enseñanza en español, esa lengua que sólo hablan 400 millones de personas y todos los ciudadanos más allá de Piedrafita! ¡Habráse visto semejante ignorancia!

Y en esas estamos. Mal camino llevamos si nuestros políticos no se fían de sus ciudadanos. Porque la mejor defensa de Galicia (ya que tanto se reivindica en estos días) es CONFIAR EN LOS GALLEGOS, esto es, PERMITIRLES ELEGIR EN LIBERTAD la formación de sus hijos y la lengua en la que quieren expresarse. Y no me vengan con el nuevo mantra de que para ejercer la libertad lingüística es necesario saber los dos idiomas.¿Hacemos lo mismo con el sexo, o con las drogas, las probamos todas y luego decidimos cuál es buena o mala?¿Metemos los dedos en el enchufe para comprender la electricidad? Todo es mucho más sencillo: se trata de confiar en los ciudadanos y no sentirse por encima de éstos. Cada persona sabe bien qué es lo mejor para sí y los suyos y debe aceptar la responsabilidad de sus propias elecciones


Lo que aquí se discute, pues, es si unos pueden imponer a otros su manera de ver la vida. Para algunos, el debate se centra en la forma pero no el fondo: unos pretendían la imposición en un idioma y otros, "cuánta imposición era necesaria", si el 50%, el 33,3% o el 100%. Y yo digo NO. No a la imposición EN gallego, no a la imposición EN español, y no a la imposición EN inglés. En resumen: NO A LA IMPOSICIÓN.

Imposition? No, thanks, i´m free.

viernes, 20 de noviembre de 2009

La receta liberal


A menos de 24 horas de la celebración de las III Jornadas Liberales Galaicas Poder Limitado, ese encuentro anual del libertariado gallego indomable, de las personas incansables en defensa de la Libertad, se imponen ciertas reflexiones:

Vivimos en un momento realmente delicado de la política española. Las viejas recetas intervencionistas, aderezadas con nuestro eterno problema estructural, un sistema perfectamente diseñado para crear y fortalecer las castas políticas parasitarias, están poniendo en jaque a toda la ciudadanía. Cada vez nos resulta más difícil a los ciudadanos esquivar la acción del Estado. Poco a poco, y sin las otrora ruidosas y burdas técnicas del socialismo primitivo, el Estado va creciendo y apropiándose de parcelas exclusivas del ámbito privado e individual. En España resulta una odisea:

- Participar en la política desde la sociedad civil.
- Educar a nuestros hijos para que gocen de una preparación profesional mínima que les permita competir en el mercado laboral.
- Crear una empresa.
- Ahorrar (por la voracidad impositiva del Estado, las CCAA y los Ayuntamientos)
- Esquivar la jungla de leyes, reglamentos y normativas que pretende imponernos cómo hablar, pensar, comer, mantener relaciones sexuales, en qué creer, qué valor darle a la vida, a la muerte...

Padecemos, además, un sistema político corrupto hasta la náusea. Y no me refiero a casos de corrupción, esto es, políticos que se aprovechan de sus cargos públicos para llenarse los bolsillos personalmente o a través de familiares, amigos o las propias formaciones políticas. Me refiero a la corrupción moral y política de nuestra casta de representantes.

En la política española nadie habla claro, presos unos de lo políticamente correcto, otros de las ansias de poder, y otros, sencillamente, porque están absolutamente vacíos de ideas, valores y proyectos.

Partidos convertidos en gigantes burocráticos que aplastan al discrepante. Partidos centrados en llegar al poder al precio que sea. Partidos sin conexión con la sociedad civil más allá de agitarlos en los momentos previos a las elecciones. Partidos en los que no existe la meritocracia, al menos en el sentido clásico de seleccionar a los mejores. Aquí se trata de "hacer méritos" para llegar al cargo, no de llegar al cargo por tener capacidades reconocidas.

Tenemos un Parlamento en el que los debates se celebran en los pasillos, despachos o bares de las cercanías de la Carrera de San Jerónimo. Mejor dicho, no tenemos Parlamento, tenemos un gran mercado de votos, dinero y prebendas políticas. En España poco importa si lo que se debate es o no adecuado para el progreso de la nación, de los ciudadanos. Lo que importa es la aritmética, el cambalache, el pasteleo, el ¿qué hay de lo mío? El Parlamento es humo, un lugar donde los democristianos pueden apoyar una ley abortista y los supuestos liberales un plan de rescate de la banca con dinero público o un despilfarro en subvenciones/limosnas de 400 euros. Un parlamento donde los socialistas votan la privatización de las funciones propias del ejército y apoyan a la banca, y los comunistas piden ¡transparencia y memoria histórica!. Todo vale.

Sufrimos, además, una justicia lenta, ineficiente y politizada. Carente de medios materiales y personales y sobrante de política y designación de cargos con obligaciones debidas. Una justicia que, una y otra vez, ha dejado sin amparo a los ciudadanos, que ven cómo se puede salir impune de estafas millonarias, de estafas empresariales con cierres de medios de comunicación, cómo se puede ver indultados a miembros de gobiernos condenados por secuestros y malversación de fondos públicos. Una justicia que mide con diferente rasero a quien nada tiene y a quien todo calla. Una justicia que se pone de perfil mientras el Estado obliga a los ciudadanos a "reeducarse" según los cánones que la casta política decida.

Y, por último, España se convierte a marchas forzadas (esto es, dirigidas) en una nación de incultos, de jóvenes que pueden recitar las alineaciones del Barça o el Madrid, o los concursantes del reality de turno, pero que son incapaces de distinguir entre el comunismo y el capitalismo, que conocen "Gran Hermano" pero no saben quién era Orwell. Una sociedad de futuros subsidiados que necesitarán del Estado para poder sobrevivir porque están demasiado acostumbrados a que piensen por ellos, trabajen por ellos, cobren por ellos...y esta generación será la encargada de gestionar España en 20 años: hospitales, juzgados, policías, políticos...reflexionen sobre ello.

Pues bien, con todo este panorama se hace necesario reinvindicar, alto y claro, nuestra receta, la receta liberal. Tenemos la obligación moral de recordar en cualquier foro, lugar, ante cualquier persona, personaje o institución que la única vía para que la nación salga adelante es la de la defensa de la Libertad en todos sus campos. Defender la premisa de que cada uno ha de ser responsable de sus elecciones libremente adoptadas, que cada persona es dueña de su destino y de su vida, de su propiedad, de su libertad. Que la política no es sólo el ejercicio profesional de un cargo público. La política es sociedad civil, es ciudadanía. Que el Estado ha de limitarse a mantener el orden y a garantizar que los derechos individuales se respeten, a garantizar la posibilidad de esa libre elección, creando espacios de libertad, no apropiándosela.

Es necesario repetir hasta la saciedad que la democracia no es partitocracia. Que los partidos no pueden suplantar a la sociedad, sino representarla y abrirle la vía para que se pueda expresar a través de ellos. Que no habrá democracia real mientras no exista democracia real en la elección de nuestros representantes. Sin listas cerradas, sin avales previos, sin votaciones a mano alzada, sin jerarquías ni lealtades inquebrantables. La política debe fluir de abajo (la ciudadanía) hacia arriba (las instituciones).

Defendamos la independencia judicial, la elección de los magistrados del Supremo por los propios magistrados, sin injerencias políticas. O se cree en el Poder Judicial o no se cree. Defendamos que en democracia EL CONSENSO HA DE SER LA EXCEPCIÓN, que éste ha de imperar en ciertas materias de Estado como Educación o Defensa (en las que ahora no existe) y ha de evitarse en la contienda política diaria. Porque la democracia es discusión, es dialéctica, es convencer a los demás de que tu opción es la mejor, ganando las elecciones y poniendo en práctica el programa que han elegido los ciudadanos en ese momento. Pero admitiendo siempre que la alternancia es un ejercicio de higiene democrática, precisamente la esencia de la democracia: cambiar de gobernantes sin violencia o derramamiento de sangre.

La aceptación de la alternancia política es la otra cara de la aceptación de la división de poderes: nadie puede apropiarse del Estado y legislar para perpetuarse en el poder. Y ahí precisamente entra en juego la división de poderes, el control judicial, la limitación del poder. La confusión de poderes, la extensión de las mayorías parlamentarias a los órganos de control independientes, la búsqueda del consenso como norma general, todo ello conduce, más temprano que tarde, a una partitocracia que degenerará, indefectiblemente, en la dictadura de lo políticamente correcto primero, y en la simple y dura dictadura después, por mucha democracia formal que aparentemente exista.

Nunca la Libertad está garantizada. Es consustancial al ser humano recortar las libertades de los demás en beneficio propio. Es algo inherente al poder, y por extensión a la mayor representación de éste, el Estado. Por eso es tan necesario establecer mecanismos de control, contrapesos que limiten el poder. Por eso es necesario reivindicar, una vez más, que no hay libertad sin separación de poderes, sin un legislativo que fiscalice y controle al ejecutivo, sin un poder judicial independiente que no tenga reparos en procesar y juzgar a quienes abusen de poder.

Pero esta división de poderes, insisto, debe alcanzar también, y por idénticos motivos, a los partidos políticos, que deben diseñarse para que exista un claro equilibrio entre una jerarquía que garantice su funcionamiento como organización, y un mecanismo que permita el control y la fiscalización de la actuación de los órganos ejecutivos de las formaciones políticas por parte de sus afiliados. Y no se me ocurre otro método mejor que abrir a la militancia de los partidos la elección de sus líderes mediante unas elecciones primarias en igualdad de condiciones para todos aquellos que quieran dirigir las organizaciones. Unas elecciones internas que permitan a los militantes conocer de primera mano qué valores y qué proyectos y prioridades tienen sus candidatos antes de darles la confianza y no esperar a ver "cómo sale" el candidato una vez que ya esté elegido por el aparato.

El complemento a todo lo anterior es adoptar para el sistema español el mecanismo de listas abiertas en las elecciones, en las que los ciudadanos puedan votar a los políticos en función del trabajo que realicen, de su honradez personal y profesional y de si se sienten o no representados por ellos. Si a todo esto le añadiéramos un sistema que garantice la gobernabilidad al partido más votado, estaríamos avanzando hacia una democracia de verdad, y dejando a un lado la senda actual de España: la democracia dictatorial. Existe otro camino al de la servidumbre, el camino de la Libertad

lunes, 19 de octubre de 2009

La lengua de mis abuelos


Dice el Ministro de Justicia (¿) de España (¿) que se manifestó en Santiago a favor de la "lengua de sus abuelos". Haría mejor si se manifestara a favor de la Libertad de sus abuelos. Porque los míos, gallegos como los del ministro, supongo, hablaron siempre en castellano, y, salvo análisis genéticos, RH, o estudio genealógico filonazi, eran tan gallegos, digo, como los del orondo ministrillo.

Ya está bien. Ya está bien de faltar al respeto una y otra vez a los ciudadanos. Este burócrata bien alimentado por la nación que le paga su más que generoso sueldo, falta una vez más al respeto a los gallegos. Éstos amigos de la imposición, en realidad lo que defienden es que los gallegos son tontos de baba, personas ignorantes, estúpidas que, ¡probrecitas ellas! no saben lo que es mejor para ellos. No de otra manera puede entenderse que siempre se manifiesten contra la Libertad de los ciudadanos gallegos. ¿Son ellos los que han de decirle a un ciudadano gallego que habla en castellano que es rematadamente tonto, que está lleno de "autoodio", que es víctima del imperialismo castellano? ¿Es ese el respeto que merecen para estos inquisidores la capacidad de los ciudadanos gallegos?¿Y éstos son los que defienden Galicia?

Al final, y una vez más, el socialismo, se alinea con los nacionalismos para defender una política de "ingeniería social" que tanto les gusta. Odian y han odiado siempre la Libertad si el ejercicio de ésta supone un alejamiento de sus ideales, que, como es sabido, están por encima de cualquier derecho individual. ¡Cómo osan los ciudadanos dirigir sus vidas! ¡Eso es una labor del Estado!

Una vez más, la Alianza queda burda y grotescamente al descubierto: el Ministro de ¡Justicia! de España manifestándose de la mano de grupos terroristas, filoterroristas y de ideología antiespañola. A las fotos me remito. Ahí tenemos al PSOE de Galicia "encamado" de nuevo con los que se afanan en las persecuciones lingüístico-étnicas, de la mano de quienes niegan la ciudadanía a quien no manifieste esclavitud a la tribu.

Y como colofón, una Xunta excesivamente floja, débil en sus planteamientos, que no acaba de arrancar en defensa de la Libertad, en defensa de los gallegos, en defensa de Galicia, porque la mejor defensa de Galicia es creer en los gallegos, y dejar que sean éstos, como ciudadanos, quienes elijan EN LIBERTAD cómo quieren vivir, hablar, expresarse y pensar. Porque al final, son las personas las que deben decidir sobre sus vidas y no el Estado. Por eso, no y mil veces no al "bligingüísmo armónico" al "trilingüísmo" y cualquier medida que no suponga, de una vez por todas, confiar en los ciudadanos, ciudadanos que no necesitan "normalizarse" ciudadanos que deben poder vivir en LIBERTAD, ajenos a toda esta casta de paniaguados que pretenden repartirse la libertad de los ciudadanos en cuotas, porcentajes o trilingüísmos. O se cree en la Libertad, o no se cree.

Defendamos la Libertad, porque gallegos, ministro, son todos. Mis abuelos también.

Salud y Libertad

miércoles, 5 de agosto de 2009

El PSOE, implacable con la corrupción

Por una vez en su vida, la estulta Leire ha dado en el clavo: "el gobierno será implacable con la corrupción". Pero el resto de los mortales, escandalizados por tanta desvergüenza de quien desde un partido habla en nombre de un gobierno (¿mayor signo de corrupción democrática es posible que el de hablar en nombre del gobierno desde el partido, confundiendo ambos?), le han cogido la gracia por el sentido inverso al que la torpe Leire pretendía.

Nadie puede negarle al PSOE su trayectoria "implacable CON la corrupción".De hecho ahí está la historia del partido más corrupto de la democracia española para verificarlo: desde el TERRORISMO DE ESTADO que, lejos de acabar con el terrorismo, logró que más de un "sociata" se forrara, mientras otros TORTURARON Y MATARON, hasta el robo del Director General de la Guardia Civil, su fuga y el "papelón" de la ViceVOGUE, pasando por el presidente del Banco de España, siguiendo por "mi hermanísimo", por el antenicidio consentido, por la expropiación de RUMASA, por la financiación ILEGAL del PSOE, por las comisiones del AVE, por las subvenciones a los familiares del Presidente del PSOE..., y todo esto sin echar la vista atrás, a principios de siglo, donde el PSOE no sólo era corrupto, sino, en gran medida, guerracivilista y asesino, con honrosas excepciones.

Pero los acomplejados de la derecha no hemos entendido nada. Nos hemos rasgado las vestiduras por las palabras de la ignorante Leire, la del PIB y el género, la del acontecimiento planetario, pobre... Pero en el fondo la tonta Leire dijo una verdad como un templo, marcó el territorio y envió una seria advertencia para los señoritos del PP que pretendan ser corruptos: "el Gobierno será IMPLACABLE CON la corrupción". Nada más cierto, ni más preciso. El PSOE lleva más de un siglo en una eterna luna de miel, en una IMPLACABLE relación CON la corrupción. Y quien quiera entender que entienda: lo de la corrupción es COTO PRIVADO DEL PSOE. Que nadie intente quedarse con el pastel, que rápidamente el gobierno, a través de la “Reina de los trajes” envía a "Cándido" y a su legión de doctos opositores al ascenso fiscal, para que acudan raudos y veloces contra quien ose tocar el pastel, casi a la misma velocidad que miran para otro lado contra sus conmilitones o contra los asesinos etarras y sus cómplices.

Pobre Leire, para una vez que habla claro y desde el corazón....Es que no hay derecho, hombre, cuando la chica miente, porque miente, cuando dice babosadas, porque las dice...y para una vez que dice algo insólito, es decir, la pura verdad, la seguimos criticando. Si es que esta chica tiene un don, señores, un don….Vito Corleone.

Pero no se engañen, en el fondo, la frase de Leire es meridianamente clara: con la corrupción el PSOE no juega, la quiere en rigurosa EXCLUSIVA. A las hemerotecas me remito. Corrupción se escribe con "s", con "s" de Socialismo. No vengan gaviotas a estropearles el gran negocio...

Salud y Libertad

jueves, 30 de julio de 2009

La náusea

Una vez más, el nacional-comunismo etarra ha vuelto a asesinar. Vuelve la náusea. Vuelve el asco que nos produce a millones de españoles el vil asesinato de dos compatriotas, y la vuelta a lo de siempre: frases hechas de una casta política mediocre.

Los mismos que nos decían una y otra vez que no debía haber "vencedores ni vencidos", los mismos que le otorgaron trato de favor a un psicópata en huelga de hambre, los mismos que cuestionan la unidad de la nación española, los mismos que alimentan hoy el ogro nacionalista y el separatismo llenando las arcas de Cataluña contra el resto de España, esos mismos, hablan de lo "irracional" del terrorismo. ¿Irracional? Yo más bien diría, monstruosamente lógico y frío. ¿Qué pensará la cúpula etarra? Si nuestra casta política cede soberanía a Cataluña por el chantaje de sus votos, ¿qué no hará con el chantaje de los muertos? Porque ese y no otro es el objetivo de ETA: doblegar al gobierno de turno, forzándole a sentarse a negociar la independencia, es decir, el poder. El mismo objetivo, al fin, de todo nacionalista, pero con medios brutalmente inhumanos y bárbaros; acabar con España como nación para repartirse ellos los despojos.

Nadie en su sano juicio puede entender la esquizofrenia política que padece hoy España. Se premia al tahúr y se castiga al solidario. Algunos opinadores se sorprenden de que España padezca la lacra nacional-comunista de ETA, pero no son capaces de criticar con dureza los coqueteos de nuestros líderes nacionales con el alimento de ETA: el nacionalismo. No nos puede sorprender que algunos "comprendan" el contexto del terrorismo etarra. Mientras se siga homenajeando a personajes siniestros como Castelao o Sabino Arana, y conmemorando estafas históricas como la referida a Rafael Casanova, el contexto etarra lucirá una supuesta coherencia ideológica. Porque los Castelao, Sabino Arana, Prat de la Riba, etc suponen el alimento, la esencia del nacionalismo antiespañol en sus comunidades. Pero gozan ahora de más predicamento y respeto, incluso, que en sus días, gracias al apoyo de los suyos y el complejo de los demás, complejo que, poco a poco, se va tornando también en complicidad, homenaje, asimilación, y, finalmente, legitimación.

Necesitamos con urgencia recuperar el sentido común. Ese que nos dice que, si permites que la mitología nacionalista sea promocionada por la nación contra las que ese nacionalismo lucha, la lógica dicta que el nacionalismo se fortalecerá y la nación se difuminará para, tarde o temprano, desaparecer. El mismo sentido común que nos ha de llevar a defender con firmeza los beneficios de la unión, frente a la diferencia, la solidaridad frente al chantaje, el ciudadano frente a la tribu, la Libertad frente a la imposición. En definitiva, España frente al nacionalismo.

Hoy han asesinado a dos españoles por el simple hecho de serlo. Sirvan estas líneas de homenaje a ellos y de ánimo para sus familias y para aquellos que ven en España la garantía de la superación de los horrores del nacionalismo tribal.

Salud y Libertad

miércoles, 15 de julio de 2009

El timo de la financiación (I)

Hemos conocido la propuesta de financiación autonómica del gobierno. Se podrán poner muchos adjetivos, se podrán realizar malabarismos dialécticos para describir sus supuestos beneficios. Es más, el gobierno se ha esmerado mucho en afirmar que todos "van a recibir más". Y es cierto. Pero también es un timo. En mi modesta opinión, el modelo que se pretende aprobar se define con una sola palabra: COARTADA. Porque de lo que se trata es de enmascarar el despojo del gobierno a los ciudadanos españoles en favor de "estaditos" gobernados por el PSOE. Y la manera no podía haber sido más burda. Trataré de explicarlo con un ejemplo sencillo (por descontado la financiación autonómica es más compleja y lo que se pretende con el ejemplo es destacar el "espíritu" de la financiación):

Imaginen que un padre tiene que repartir 1700 euros de una empresa familiar entre sus 17 hijos. Pero este padre tiene el control de la empresa porque dos de sus hijos le han cedido su participación en la misma y sus votos en la junta de accionistas, lo que le otorga el poder de decisión en la empresa. Pero sabe que tampoco puede "cabrear" a los otros 15 hijos porque si se pusieran de acuerdo contra él también peligraría su puesto. Pues bien, el padre, incapaz de resolver el sudoku, opta por la solución más tramposa. Pide un crédito a todos sus bancos avalando el mismo con los activos de la empresa (previo pacto con sus dos hijos predilectos que le apoyan en la maniobra) y obtiene un aumento de la cantidad a repartir, situándola en, digamos 3400 euros. Y procede al reparto de la misma en las proporciones siguientes:

- De los 1700 euros a mayores nacidos del préstamo, entrega el 50 % a sus dos hijos predilectos: 425 euros a cada uno. El 50 % restante, se reparte entre el resto de los 15 hijos, es decir, 56,66 euros a cada hijo.

- Los 1700 euros iniciales los reparte a partes iguales, es decir, le corresponderían 100 euros a cada hijo.

Conclusión: todos reciben más de lo que recibirían con los 1700 euros iniciales (100 euros cada uno), pero los dos hijos predilectos ingresarían 525 euros, mientras que el resto ingresaría 156,66 €.

Ahora imaginemos que "se vende" el acuerdo como satisfactorio para todos. Estaríamos ante una gran falacia. Es cierto que todos mejoran, pero:

1.- La supuesta mejora "tapa" la verdadera injusticia: la desproporción entre lo que perciben los dos hijos predilectos, y lo que percibe el resto.

2.- La supuesta mejora se consigue vía "endeudamiento de toda la empresa", incluídos los 15 hijos que reciben menos. Luego la "mejora" sale de todos los bolsillos pero sólo beneficia a dos en proporción mayor que al resto.

3.- La empresa queda fuertemente endeudada, siendo más que probable que la deuda contraída para "tapar" la mejora de los predilectos, sea al final responsabilidad de todos los nietos.

Sumen a esto las desigualdades entre los hijos, siendo los predilectos, uno más rico que el resto, y otro, fuertemente dependiente del padre, y hagan cuentas y pongan nombre y apellidos a los hijos.

Una última cuestión: con todo, lo más preocupante es la opinión de la madre, que en primera instancia "abronca" al padre por el timo y el grave perjuicio para toda la familia, pero a continuación se apresura a decir que cada uno de sus hijos haría bien en mirar su propio interés sin el menor escrúpulo. A esto no hace falta ponerle nombre y apellidos, ¿no creen?

Salud y Libertad

viernes, 10 de julio de 2009

Hasta luego, Libertad

Retomo hoy el hilo de este blog curiosamente con una despedida. Hoy se apaga el micrófono de Federico Jiménez Losantos en la cadena COPE. No me toca a mí ahora analizar los porqués, los dimes y diretes de la cuestión accesoria, a mi entender: la causa de la ruptura COPE-FJL. No es eso lo que me motiva a escribir estas líneas, pues poco o nada puedo aportar a los innumerables rumores e hipótesis sobre la cuestión, insisto, menos importante.

Lo que de verdad me importa, es una manera de hacer periodismo, y un intelectual metido en la jungla periodística que me ha acompañado durante muchos años, primero mientras el día tocaba a su fin, y después al despuntar el alba. Para mí, más allá de las circunstancias, de las coyunturas políticas del momento, están valores como la valentía, la defensa de la Libertad, y la defensa de España, lo que viene a ser, hoy en día, la misma lucha. Y ahí, don Federico no tiene parangón con ninguno de los ilustres periodistas que pueblan nuestra piel de toro.

Se podrá estar de acuerdo con FJL siempre, a veces, nunca, o casi nunca. Pero lo que jamás nadie podrá negarle es su independencia. Jamás podrá negársele su valentía, y jamás podrá negársele su coraje en la defensa de aquello en lo que cree: España y la Libertad, o la Libertad y España, lo que para muchos de nosotros, liberales y españoles, viene a ser una redundancia.

FJL ha acometido una tarea hercúlea en defensa de un periodismo independiente, quijotesco a veces, un aldabonazo diario en las conciencias dormidas de los ciudadanos españoles, un golpe de espuela al caballo de la democracia, a veces dormido y rumiante, para que ejercite sus músculos y no se debilite.

Pero ha conseguido algo todavía mejor: el apadrinamiento de un movimiento liberal y español, con una base intelectual sólida, defendida por una nueva generación de analistas, periodistas, economistas, abogados, etc, que sin duda germinará tarde o temprano en beneficio de los ciudadanos españoles.

Al final, FJL no ha hecho otra cosa que mantener vivos los cimientos de cualquier sociedad abierta, de cualquier democracia que se precie de serlo. Porque la democracia no es el consenso por el consenso, no es la defensa de distintos valores según las coyunturas o las encuestas, no es la ausencia de debates ideológicos, no es la defensa de instituciones (Ayuntamientos, Comunidades, Partidos) por encima de las personas. La democracia es discrepancia, es poder limitado, es igualdad de oportunidades, es estado de derecho, es, en definitiva, Libertad.

Por eso hoy, el día en que FJL deja la casa de la COPE para emprender un nuevo camino, es justo reconocer que, se compartan con él las ideas o no, Federico es una persona necesaria, vital, para mantener vivo el debate, para asaetear las conciencias y para recordarnos a todos valores como la valentía, la independencia, la discrepancia, y la libertad de expresar en público lo que una buena parte de la ciudadanía piensa y no puede permitirse el lujo de decir. FJL es una voz libre, y como tal, debe protegerse. Porque en la medida en que en una sociedad existan voces libres, controvertidas, la sociedad será más viva, más participativa, menos controlable, en fin, más democrática.

Yo personalmente le deseo toda la suerte del mundo. A la Libertad no se le dice nunca adiós, si acaso, contra nuestra voluntad, hasta luego. Porque si se da la batalla por ella, siempre vuelve. En eso estaremos. Siempre.


Salud y Libertad

martes, 7 de abril de 2009

Nacionalismo y democracia

Anda la CIG montando "barullo" desde que el PPdG ganó las elecciones. Que si las oposiciones, que si la educación "en" gallego...Pretenden una especie de huelga "preventiva" contra el partido vencedor de las elecciones en Galicia. Un partido y un candidato que han hablado claro y han dicho abiertamente a los ciudadanos lo que iban a hacer. Y los ciudadanos han elegido, de entre las diferentes opciones políticas, precisamente la del PPdG. Y por mayoría absoluta, con una diferencia sideral si del nacionalismo hablamos. Pero claro, la CIG no entiende de democracia ni de legitimidad. Para esta "casta" nacionalista, la democracia sólo es válida si los elegidos son ellos. Si el pueblo decide que apoya a un partido y a un presidente que ha dicho durante la campaña electoral que "va a derogar inmediatamente" el decretazo lingüístico perpetrado por los amigos de la CIG, a la CIG y al nacionalismo ya no le vale la democracia. Les importa un bledo la opinión del pueblo que dicen representar por mandato divino del dios breogán. Y así, cuando el nuevo gobierno no tiene ni siquiera cabezas visibles, ya están montando huelgas y "revoluciones". Éste es el respeto que la CIG y el nacionalismo tienen por la opinión expresada libre y democráticamente por los ciudadanos gallegos.

Ahora, con perspectiva, y ante el comportamiento de CIG y BNG (este ya sin careta apoyando a la Mesa por la Normalización en su convocatoria del 17 de mayo) uno se da cuenta de lo que se ha librado Galicia con la salida del BNG y sus acólitos del gobierno de la Xunta. Lo que ya es de traca es que el nacionalismo, lejos de entender el mensaje de los ciudadanos, y moderarse, persevere en el error y no respete la aplicación de las medidas de Feijoo, anunciadas en la campaña, y ratificadas democráticamente por los ciudadanos.

La perversión de la democracia empieza cuando los perdedores, antes incluso de que el gobierno legítimamente elegido en las urnas tome posesión, ya le niegan la posibilidad de aplicar las medidas que éste ha propuesto abiertamente durante la campaña. Hablemos claro: para muchos ciudadanos, democracia y nacionalismo, a la vista del comportamiento de cierto sindicato, se empiezan a vislumbrar como términos incompatibles. La falta de respeto hacia aquellas personas que han elegido libremente su opción política y que ha resultado ganadora por mayoría absoluta, demuestra una falta de arraigo democrático en el entorno nacionalista preocupante. A lo mejor deberían reflexionar sobre ello. Muchos pensamos que ese talante antidemocrático, de imposición, de conseguir lo que pretenden por la vía del ordeno y mando y del mandato druídico de los suevos, fue precisamente lo que llevó a los ciudadanos a elegir otras opciones que, simplemente, defienden la libertad y les tratan como personas capaces de discernir lo que es mejor para sus vidas, sin imposiciones, y sin peajes. La democracia es eso: la posibilidad de cambiar los gobiernos que no respetan a los ciudadanos. Y a algunos parece molestarles tanto “poder popular”.

Salud y Libertad

domingo, 29 de marzo de 2009

Discurso 29 de marzo en La Coruña contra el aborto

Buenos días a todos,


Es un honor para mí poder dirigirme a vosotros. Porque vosotros representáis valores, conciencia, moral, y compromiso, y eso, en los tiempos que vivimos, empieza a escasear de manera preocupante. Y no hablo sólo de valores religiosos, que son igualmente honorables, sino de valores morales, de compromiso con los demás, y de compromiso con la verdad y con la Libertad.

Mis palabras de hoy no están guiadas por lo políticamente correcto, no quieren poner paños calientes, y no pretenden huir de términos explícitos. Soy liberal, amo la Libertad, y creo que, como dijo alguien más sabio y más preparado que yo, “la libertad es decir a los otros aquello que no quieren oír”. Y eso haré hoy. Empezaré por llamar a las cosas por su nombre: el aborto es una conducta encaminada, objetivamente, a acabar con una vida. Hay quienes ponen etiquetas a la vida, hay quienes valoran la vida en función de parámetros como la dependencia, el desarrollo orgánico, las posibilidades de supervivencia, o la situación económica. Muchos hablan y discuten sobre si el embrión es humano, sobre si se puede considerar persona a un feto, pero nadie se atreve a contradecir, racionalmente, científicamente, que desde la concepción, existe vida, que desde la concepción, zigoto, embrión y feto, son seres vivos, el mismo y único ser vivo, con un código genético único e irrepetible. Animo a muchos a que miren una ecografía de una mujer embarazada y me digan si lo que ven es un ser vivo o no, les animo a que escuchen los latidos monitorizados de un feto y me digan si eso es vida o no. Pero algunos, como digo, le ponen etiquetas a la vida, la califican de buena, mala, digna, indigna, dependiente o autónoma.

Sin embargo, para muchos ciudadanos, entre los que nos contamos los aquí presentes, la vida es un valor en sí mismo. El más alto valor a proteger. Esa y no otra es la premisa básica de la que nacen después otros derechos. No hay derecho más importante que el derecho a la vida. No hay seres vivos que merezcan morir, no hay seres vivos indignos, “viables” o “inviables”. Una sociedad que califica la vida, que la etiqueta, que la prejuzga, que antepone lo social, lo económico, a la vida, una sociedad que reniega del derecho a vivir, es una sociedad moralmente enferma. Todos los seres humanos tienen derecho a vivir. Y es una responsabilidad moral ineludible, proteger el derecho a vivir de todos los seres humanos, pero aún más la de proteger la vida de aquellos que están absolutamente indefensos.

Y permitidme algunas reflexiones sobre la moralidad en la actualidad. Como liberal, entiendo que la libertad no es un medio, es un fin en sí mismo. Y la libertad tiene dos caras inseparables: elección libre y asunción de la responsabilidad de nuestras elecciones. Sin responsabilidad, la libertad se convierte en nihilismo, en bestialismo, nos deshumaniza. Por eso es tan importante diferenciar la norma de la excepción. La norma ha de ser la responsabilidad porque no hay libertad sin responsabilidad. Debemos luchar contra la relajación moral, contra la marea de relativismo, contra los mensajes a nuestros jóvenes basados en el hedonismo sin sacrificio. No enfrentar las consecuencias de nuestros actos, nos hace insensatos, inhumanos, e irresponsables. No es ese el camino que debe seguir una sociedad libre, pues rápidamente dejaría de serlo. Socializar la responsabilidad individual, como pretende este gobierno, es la antesala de la decadencia moral de la sociedad.




La pretendida reforma del aborto propuesta por los partidos de izquierdas en España, pretende, sutilmente, invertir los términos: pretende normalizar el aborto.

El aborto es un fracaso, una tragedia. En primer lugar para el ser vivo no-nacido, al que se mata. En segundo lugar, para las mujeres, que se ven sometidas a la más antinatural de las operaciones: la de eliminar la vida que late en su interior, cuando su cuerpo, y en no pocas ocasiones, su mente, está preparado para todo lo contrario, para dar vida.

Pero la reforma gubernamental propuesta, basada en meros plazos para decidir la vida, encierra una intención más profunda: la de la relativización de la vida. Para conseguirlo, los proabortistas no dudan en tergiversar términos, desinformar, y razonar contra la ciencia y contra la lógica.

En lo jurídico, el gobierno usa una vieja coartada: si una ley no se cumple, en lugar de hacerla cumplir, se cambia.

El aborto, tal y como está regulado en España, es un delito despenalizado en tres supuestos excepcionales. Es decir, la norma es el delito, y la excepción está basada en situaciones límite, en las que el legislador entendió que colisionaban bienes jurídicos. Por eso, el aborto sólo está despenalizado en estos supuestos. Fuera de ésos, no existiendo conflictos surgidos de situaciones límite, el aborto es y debe seguir siendo un delito penado, una conducta socialmente reprobable.

Sin embargo, el cumplimento de la regulación actual, lejos de ser estricto, es un auténtico coladero para que auténticos carniceros acaben matando impunemente fetos, lucrándose con la muerte de manera indecente.

Si la regulación actual del aborto es un auténtico coladero por el que se acaba impunemente con más de cien mil vidas al año, ¿qué propone el gobierno? En lugar de arbitrar medios y reformas que eviten ese coladero inmoral, presenta una norma que, lejos de acabar con el coladero, lo generaliza, lo legaliza, eliminando las excepciones, ideando un modelo en el que el aborto sea la norma y la vida no valga más que un plazo establecido en algún despacho monclovita.

En lugar de invertir dinero público en ayudas a todas las mujeres para que no aborten, en lugar de flexibilizar y favorecer en España la adopción, la acogida, prefieren abrir las puertas al aborto libre, la solución más insolidaria, la solución más antisocial, más reaccionaria. No dudan en gastarse dinero en mejorar sus despachos, pero no creen en las ayudas sociales y las medidas necesarias para evitar el aborto. Por tanto, utilizando el fracaso en el control de los abortos ilegales, pretenden justificar a escondidas el aborto libre, eliminando, precisamente, los controles.

Para abortar, en caso de prosperar la iniciativa del gobierno, dejaría de exigirse una causalidad basada en una situación límite. El aborto pasaría a convertirse en un derecho, en un trámite que se puede realizar si se cumplen ciertos requisitos.

Eso y no otra cosa significa una ley de plazos. De la misma manera que uno no puede sacar el permiso de conducir coches hasta los 18 años, no se podrá abortar después de las 14 semanas. Cumplido este requisito, la causa ya no importa. La vida, antes de las 14 semanas, ya no valdrá nada, sólo existirá un derecho: el derecho a matar impunemente a un feto. Se eliminará la causalidad basada en la excepción, todo se reducirá a justificar una fecha para matar al feto, se negará el bien jurídico protegido, la vida del nasciturus, y se apelará simplemente a una cuestión estética, puesto que no existe ninguna razón científica o moral para determinar la muerte hasta la semana 14 y no hasta la 14 y un día. Y si eso sucede, la muerte habrá triunfado sobre la vida. Se abrirá una ventana más a la amoralidad de la sociedad, y se habrá reducido el bien supremo, la vida, a una cuestión meramente temporal, a un plazo, a una fecha.

De lo que se trata, pues, es de eliminar la marginación y el rechazo social que produce la conducta abortista. Sería, en suma, y de manera sibilina, dar un paso firme hacia el aborto libre y gratuíto que tanto ansía la izquierda. Si cae la barrera moral sobre el aborto, si se “normaliza” legalmente la conducta, si lo “excepcional” se hace “norma”, entonces nada podrá parar el aborto libre, y por extensión, y con la misma base argumental, la eutanasia. La muerte se habrá “normalizado” en España.


Frente a esta concepción desvirtuada de la vida, frente a la cosificación de la vida humana, frente al falso progreso que defiende frustrar el más importante de los progresos, el del embrión hacia su nacimiento, nos alzamos hoy. Frente a la socialización de la responsabilidad individual, muchos exhortamos a que las personas elijan libremente y acepten y enfrenten las consecuencias de sus actos, sobre todo si esa elección libremente adoptada crea una nueva vida, única e irrepetible desde su concepción. Frente a los que defienden que la vida sólo es plena si es autónoma, muchos defendemos la plenitud de la vida misma, el respeto a los dependientes, sean fetos o ancianos, embriones o discapacitados físicos o psíquicos. Frente a los que defienden que antes de nacer no somos personas, muchos defendemos que, genéticamente, somos el mismo ser vivo, individual y único, desde la concepción hasta la muerte, y que tan absurdo es decir que un embrión no es un ser vivo único, con la misma e irrepetible estructura genética, que decirlo de ese mismo embrión cuando se hace niño, joven o anciano. Porque lo que cambia es el formato, pero la esencia, la vida, permanece.

Y por eso es necesario acabar esta jornada de celebración de la vida, de defensa de la razón, de la libertad y del verdadero progreso, alzando nuestra voz por aquellos que todavía no pueden decir sus primeras palabras, alzar la voz alto y fuerte para que se escuchen las voces de los ciudadanos que creen en la vida, para que nuestro mensaje llegue a todos los rincones, con alegría, pero también con la firmeza de quien jamás va a renunciar a sus principios. Por ellos por los que están por venir, en su nombre pido a todos que me acompañéis y gritéis conmigo: ¡VIVA LA VIDA!

miércoles, 18 de marzo de 2009

La coartada de la izquierda sobre el aborto

Escuchando los argumentos del PSOE y sus aliados sobre el proyecto de ley sobre el aborto que pretenden aprobar en esta legislatura, sorprende la coartada utilizada ahora por la izquierda de que la nueva ley persigue que “ninguna mujer vaya a la cárcel por abortar”. Esta frase es engañosa, maquiavélica y profundamente maligna. Trataré en estas líneas de demostrar la falacia del argumento gubernamental.

El delito de aborto en España está penado para la mujer en el artículo 145.2 del Código Penal:

145.2: La mujer que produjere su aborto o consintiera que otra persona se lo cause, fuera de los casos permitidos por la ley, será castigada con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de seis a veinticuatro meses.

El análisis de este artículo en conjunción con le legislación aplicable al cumplimiento de las penas en España nos ha de llevar a una conclusión que pone al descubierto las mentiras del gobierno sobre el aborto:

- La conducta abortiva de la mujer, para ser considerada delito, se determina claramente en nuestro código penal: será punible y perseguible la práctica o el consentimiento de la mujer al aborto si éste se produce “fuera de los casos permitidos por la ley”. Es decir, la única manera de que una mujer sea condenada (lo que no implicaría en casi ningún caso el ingreso en prisión de la mujer, como analizaremos más adelante) por un aborto, es que se practique sin que concurran las excepciones previstas legalmente: que sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada, que el embarazo sea consecuencia de una violación, o que se presuma que el feto tendrá graves taras físicas o psíquicas.


- Analicemos ahora, examinada la conducta típica, la pena asociada al delito. Si se prueba la conducta típica descrita, se impondrán a la mujer penas de seis meses a un año de prisión o multa de seis a veinticuatro meses.

Veamos en primer lugar el supuesto más grave, la prisión:

a) Según nuestro Código Penal vigente, las penas de prisión de un año pueden ser sustituídas por multa o por trabajos en beneficio de la comunidad según dispone el artículo 88 del Código Penal vigente:

“1. Los jueces o tribunales podrán sustituir, previa audiencia de las partes, en la misma sentencia, o posteriormente en auto motivado, antes de dar inicio a su ejecución, las penas de prisión que no excedan de un año por multa o por trabajos en beneficio de la comunidad, aunque la ley no prevea estas penas para el delito de que se trate, cuando las circunstancias personales del reo, la naturaleza del hecho, su conducta y, en particular, el esfuerzo para reparar el daño causado así lo aconsejen, siempre que no se trate de reos habituales, sustituyéndose cada día de prisión por dos cuotas de multa o por una jornada de trabajo. En estos casos el juez o tribunal podrá además imponer al penado la observancia de una o varias obligaciones o deberes previstos en el art. 83 de este Código, de no haberse establecido como penas en la sentencia, por tiempo que no podrá exceder de la duración de la pena sustituida.”

b) Para el caso en el que no se opte por la sustitución de la pena de prisión por multa, y se haya dictado sentencia firme con condena de prisión, el Código Penal prevé la posibilidad de la “suspensión de la ejecución de la pena” en los términos previstos en los siguientes artículos:

“Artículo 80

1. Los jueces o tribunales podrán dejar en suspenso la ejecución de las penas privativas de libertad no superiores a dos años mediante resolución motivada.
En dicha resolución se atenderá fundamentalmente a la peligrosidad criminal del sujeto, así como a la existencia de otros procedimientos penales contra éste.
2. El plazo de suspensión será de dos a cinco años para las penas privativas de libertad inferiores a dos años, y de tres meses a un año para las penas leves y se fijará por los Jueces o Tribunales, previa audiencia de las partes, atendidas las circunstancias personales del delincuente, las características del hecho y la duración de la pena.
3. La suspensión de la ejecución de la pena no será extensiva a la responsabilidad civil derivada del delito o falta penados.
4. Los Jueces y Tribunales sentenciadores podrán otorgar la suspensión de cualquier pena impuesta sin sujeción a requisito alguno en el caso de que el penado esté aquejado de una enfermedad muy grave con padecimientos incurables, salvo que en el momento de la comisión del delito tuviera ya otra pena suspendida por el mismo motivo.



Artículo 81

Serán condiciones necesarias para dejar en suspenso la ejecución de la pena, las siguientes:
1ª) Que el condenado haya delinquido por primera vez. A tal efecto no se tendrán en cuenta las anteriores condenas por delitos imprudentes ni los antecedentes penales que hayan sido cancelados, o debieran serlo, con arreglo a lo dispuesto en el art. 136 de este Código.
2ª) Que la pena o penas impuestas, o la suma de las impuestas, no sea superior a dos años, sin incluir en tal cómputo la derivada del impago de la multa.
3ª) Que se hayan satisfecho las responsabilidades civiles que se hubieren originado, salvo que el Juez o Tribunal sentenciador, después de oír a los interesados y al Ministerio Fiscal, declare la imposibilidad total o parcial de que el condenado haga frente a las mismas.”

En cuanto a la pena de multa de seis a veinticuatro meses, dejando a un lado el hecho evidente de que una condena de este tipo excluye de por sí el ingreso en prisión, veamos de qué manera se determinan las multas en nuestro Código Penal:

“Artículo 50

1. La pena de multa consistirá en la imposición al condenado de una sanción pecuniaria.
2. La pena de multa se impondrá, salvo que la ley disponga otra cosa, por el sistema de días-multa.
3. Su extensión mínima será de 10 días y la máxima de dos años.
4. La cuota diaria tendrá un mínimo de dos y un máximo de 400 euros. A efectos de cómputo, cuando se fije la duración por meses o por años, se entenderá que los meses son de 30 días y los años de 360.
5. Los Jueces o Tribunales determinarán motivadamente la extensión de la pena dentro de los límites establecidos para cada delito y según las reglas del cap. II de este título. Igualmente, fijarán en la sentencia, el importe de estas cuotas, teniendo en cuenta para ello exclusivamente la situación económica del reo, deducida de su patrimonio, ingresos, obligaciones y cargas familiares y demás circunstancias personales del mismo.
6. El tribunal, por causa justificada, podrá autorizar el pago de la multa dentro de un plazo que no exceda de dos años desde la firmeza de la sentencia, bien de una vez o en los plazos que se determinen. En este caso, el impago de dos de ellos determinará el vencimiento de los restantes.”

Podría darse, pues, perfectamente el caso de que por un aborto ilegal se imponga una multa de cuantía mínima, es decir de seis meses a dos euros días, esto es, 360 € pagaderos, si la situación de la penada es precaria, en un plazo de dos años, y en los plazos que se determinen.

Por lo tanto, y recapitulando, si la mujer aborta fuera de los supuestos previstos en la ley, actualmente iría a la cárcel si, y sólo si cumple todos los requisitos siguientes:

- Que haya sido condenada a pena de prisión y no de multa.
- Siempre y cuando tenga antecedentes penales computables.
- Siempre que tenga solvencia económica y no atienda las responsabilidades civiles a que hubiera lugar.
- Siempre que no padezca alguna adicción a sustancias tóxicas o estupefacientes.

Fuera de estos supuestos, nunca entraría en prisión, a pesar de haber cometido un delito de aborto, esto es, a pesar de haber abortado sin que medie peligro para la madre, sin haber sufrido una violación o sin existir una posible tara física o psíquica del feto.

Por lo tanto, el perfil social de una mujer que podría ingresar en prisión, (y esto suponiendo que el juez imponga la sanción más severa, esto es, la prisión en grado máximo,un año), sería una mujer, que habiendo abortado fuera de los supuestos despenalizados, tenga antecedentes penales computables (sea delincuente habitual), tenga solvencia económica y no atienda el pago de la responsabilidad civil o la multa, y no tenga ninguna adicción a sustancias estupefacientes. Analicen ustedes si éste es el perfil habitual de una mujer media española.

Analizados los supuestos legales: ¿puede mantener el gobierno que su proyecto de ley tiene como objeto “que ninguna mujer vaya a la cárcel por abortar”? Con el Código Penal actual en la mano, con la legislación sobre el aborto vigente, ninguna mujer entrará jamás en prisión si respeta los supuestos despenalizados del aborto, pero, es más, con toda probabilidad tampoco entraría en prisión si no los respetase, salvo supuestos muy excepcionales, como acabamos de ver. ¿A qué juega, pues el Gobierno?

Para responder a esta pregunta debemos plantearnos, a su vez, una pregunta de mayor calado: ¿Qué obra de ingeniería social pretende la izquierda? A mi juicio, cabe una respuesta clara, pero debidamente escondida a la opinión pública: reconfigurar el concepto de aborto, eliminando de éste la mancha de culpa, la concepción moral de que se trata de una conducta negativa, delictiva. En definitiva, “normalizar” la práctica abortiva como un hecho poco más trascendente que cualquier otro trámite que se realice si se cumplen determinados requisitos. Trataremos de explicarlo.

Actualmente, el aborto es un delito, algo proscrito socialmente, una conducta sancionada y punible salvo en unos supuestos determinados:
“Artículo 417 bis (CP 1973, vigente por aplicación de la LO 10/1995 de 23 noviembre, del Código Penal)
1. No será punible el aborto practicado por un médico, o bajo su dirección, en centro o establecimiento sanitario, público o privado, acreditado y con consentimiento expreso de la mujer embarazada, cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:
1ª) Que sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención por un médico de la especialidad correspondiente, distinto de aquél por quien o bajo cuya dirección se practique el aborto.
En caso de urgencia por riesgo vital para la gestante, podrá prescindirse del dictamen y del consentimiento expreso.
2ª) Que el embarazo sea consecuencia de un hecho constitutivo de delito de violación del art. 429, siempre que el aborto se practique dentro de las doce primeras semanas de gestación y que el mencionado hecho hubiese sido denunciado.
3ª) Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que el aborto se practique dentro de las veintidós primeras semanas de gestación y que el dictamen, expresado con anterioridad a la práctica del aborto, sea emitido por dos especialistas de centro o establecimiento sanitario, público o privado, acreditado al efecto, y distintos de aquél por quien o bajo cuya dirección se practique el aborto.
2. En los casos previstos en el número anterior, no será punible la conducta de la embarazada aún cuando la práctica del aborto no se realice en un centro o establecimiento público o privado acreditado o no se hayan emitido los dictámenes médicos exigidos.
-. Precepto anteriormente añadido, ha sido mantenido expresamente en vigor por LO 10/1995 de 23 noviembre, del Código Penal”
Como vemos, el aborto, es una conducta de carácter negativo, delictiva. Pero en las excepciones previstas por la ley, entendió el legislador que se produce un conflicto entre intereses o bienes jurídicos a proteger, y por tanto, se despenaliza la conducta, es decir, no se le impone pena alguna a la práctica abortiva en esas circunstancias.

Entonces, ¿a qué viene reformar la ley? A mi juicio, la intención es maquiavélica. Eliminando la consideración de la conducta abortiva como delictiva con carácter general, pero despenalizada en determinados supuestos, se está eliminando la última barrera para el aborto libre: la carga negativa que para la sociedad tiene la práctica de un aborto.

No hablaríamos ya de una conducta delictiva sancionada con penas salvo en aquellos supuestos previstos legalmente, en los que se produzca una colisión de bienes jurídicos a proteger (lo que ya de por sí es bastante discutible ya que, en los supuestos de despenalización, a mi juicio, los bienes jurídicos no son equivalentes y por tanto no todos justificarían la despenalización). Hablaríamos de un aborto positivo, es decir, de una conducta “normalizada” en determinados supuestos, eliminando de nuestra legislación la concepción del aborto como una conducta delictiva con excepciones.

De lo que se trata es de eliminar la marginación y el rechazo social que produce la conducta abortista. Sería, en suma, y de manera sibilina, dar un paso firme hacia el aborto libre y gratuíto que tanto ansía la izquierda. Si cae la barrera moral sobre el aborto, si se “normaliza” legalmente la conducta, si lo “excepcional” se hace “norma”, entonces nada podrá parar el aborto libre, y por extensión, y con la misma base argumental, la eutanasia. La muerte se habrá “normalizado” en España.

Para abortar, en caso de prosperar la iniciativa de la izquierda, dejaría de exigirse una causalidad basada en un conflicto de bienes jurídicos a proteger, en una situación excepcional. El aborto pasaría a convertirse en un derecho, en un trámite que se puede realizar si se cumplen ciertos requisitos.

Eso y no otra cosa significa una ley de plazos. De la misma manera que uno no puede sacar el permiso de conducir coches hasta los 18 años, no se podrá abortar después de las 14 semanas. Cumplido este requisito, la causa ya no importa. La vida, antes de las 14 semanas, ya no valdrá nada. No existirán colisiones entre bienes jurídicos a proteger, sólo existirá un derecho: el derecho a matar impunemente a un feto. Si se elimina la causalidad basada en la excepción, si todo se reduce a justificar una fecha para matar al feto, si se obvia el bien jurídico protegido, la vida del nasciturus, y se apela simplemente a una cuestión estética, puesto que no existe ninguna razón científica o moral para determinar la muerte hasta la semana 14 y no hasta la 14 y un día, entonces el velo habrá caído y la muerte habrá triunfado sobre la vida. Se abrirá una ventana más a la amoralidad de la sociedad, y se habrá reducido el bien supremo, la vida, a una cuestión meramente temporal, a un plazo, a una fecha.

Si esto es lo que se busca desde la izquierda, que se diga, pero que no se trate de mentir descaradamente a la opinión pública ocultado datos esenciales, retorciendo el significado de las palabras, y, como siempre, aplicando una vez más la máxima de que “el fin justifica los medios”. En este caso, cualquier medio vale, incluída la mentira sistemática, para la consecución del aborto libre en España, de la concepción del nasciturus como un excremento a eliminar pasadas ciertas semanas, de la configuración del aborto como un derecho unilateral de la mujer a matar al feto, de la consideración de la vida humana como una extensión del cuerpo de la mujer de la que ésta puede disponer libremente, de la asimilación de “dependencia” con “desperdicio”. Si esto es lo que buscan, que lo digan abiertamente y paguen el peaje por ello.



Francisco J. Fernández Tarrío.

lunes, 2 de marzo de 2009

Una lección "popular"

Jornada histórica en Galicia. Los ciudadanos gallegos han hablado, y han hablado claro. La lectura de los resultados electorales en Galicia nos ha de llevar a una primera conclusión clara: los gallegos no son nacionalistas. Quieren a su tierra, a sus tradiciones, pero rechazan modelos excluyentes o antiespañoles. Esto, que es un hecho objetivo que se ha venido manifestando en Galicia elección tras elección, ha quedado todavía más reflejado en las primeras elecciones que se celebran con un partido nacionalista en el poder. A las primeras de cambio, Galicia ha visto cómo las gastan las huestes bloqueras y ha dicho basta.

Uno de los mayores problemas que tiene el BNG es que, a pesar de identificarse una y otra vez con Galicia, no tiene nada que ver con la idiosincrasia de la sociedad gallega que dice representar en exclusiva. Galicia ha demostrado con creces que su aspiración es una sociedad moderna, abierta, tolerante, segura de sí misma, y sin ninguna necesidad de que nadie le diga o le imponga cómo se debe comportar para ser un "buen gallego". Los gallegos somos, ante todo, ciudadanos libres. Libres de ejercer nuestros derechos sin imposiciones a los demás, sin asfixiarnos con mandamientos de obligado cumplimiento. Somos una sociedad madura que no necesita tutores.

Por otro lado, los ciudadanos gallegos han dado una admirable muestra de madurez democrática. Lo más importante de estas elecciones, además de lo expuesto, es el alto grado de pragmatismo demostrado por los gallegos. Éstos han racionalizado su voto sin ataduras, sectarismos o mandatos partidistas. Sin siglas. Simplemente se han sacudido un gobierno que no les gustaba, conocedores de que, en la época de profunda crisis que padecemos, lo último que necesita Galicia es mala gestión, gasto innecesario y dirigentes que anteponen un ideario preestablecido a las verdaderas necesidades de Galicia.

Ahora, el nuevo gobierno ha de reflexionar sobre los motivos del vuelco electoral, que, a juicio del que firma, es una conjunción clara de indignación, ansias de libertad, y confianza en una buena gestión para salir de la crisis. La lectura que el nuevo gobierno, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, ha de extraer, es que Galicia necesita un gobierno centrado en las verdaderas necesidades de los ciudadanos, que pasan por decir la verdad de la crisis, proponer soluciones, y acabar con todo vestigio de imposición, sectarismo y nacionalismo que anide en la Administración gallega.

En definitiva se abre una nueva vía para Galicia: la de la Libertad y la Responsabilidad, la de la tolerancia frente a la exclusión, la de una Galicia abierta frente a una Galicia encerrada en tópicos tribales. Los ciudadanos, al fin, demandamos de un gobierno cosas sencillas: respeto a los individuos que forman la sociedad, y buena gestión del dinero público.

Una nueva generación toma las riendas del gobierno en Galicia. Las expectativas de regeneración son altas. Ahora toca arrimar el hombro y trabajar en la línea que los gallegos, libre y democráticamente, han decidido. Lo dicho: una lección "popular".

Salud y Libertad

miércoles, 25 de febrero de 2009

Una de romanos

¡Resulta que nos ha salido rana el Espartaco! Después de tanto heroísmo, de tanto "¡Eu son Anxo Quintana!", nuestro héroe, dizque suevo, (tiene delito que precisamente los nacionalistas gallegos renieguen de la romanización a la que Galicia debe, además del nombre, las dos lenguas que hablan hoy en día los gallegos) se nos ha travestido en hortera marbellí, y al más puro estilo Don Johnson posa en un lujoso yate, propiedad de su patrón (el barco, al menos).

Muy propio de la izquierda, y de los nacionalistas: lo mismo reniegan del capitalismo que matriculan a sus hijos en colegios privados y carísimos; lo mismo reniegan de España que toman el solete bajo la sombra de una gran bandera nacional, con corona y todo, oigan. Al final va a resultar que nuestro Espartaco tiene más de romano que de celta...y es que así, oigan, navegando en yates de lujo...eu tamén son Anxo Quintana...la pena es, digo yo, que a los pobres ancianitos engañados en su viaje a Portugal, no los hubiese "embarcado" (esta vez, literalmente) Quin en el yate de su amigo. Imagino que al sol se pasa mejor un mítin del BNG, tumbaditos en la cubierta del Xarey...y leyendo el Xornal. Es lo suyo.

Pero hete aquí que tampoco le va a la zaga Mr. Touriño, que se permite el lujo, uno más, de enmendarle la plana a Quintana. Lo de éste tampoco tiene nombre. Quin engaña a los mayores, pero es que Touriño nos quiere engañar a todos. ¿Con quién ha gobernado Touriño?¿Es Touriño, (O presidente), el que manda en la Xunta? ¿No se ha enterado este buen hombre de las adjudicaciones del tema eólico? Nada de extrañar si tenemos en cuenta que el señor Touriño ha descubierto ahora que no le gusta la imposición lingüística. ¿Se puede tener más caradura? ¿De qué partido es la Consellería de Educación? Esta esquizofrenia política que padecen los señores del bipartito tendría su gracia sino fuera porque a diario se van al paro cientos de gallegos y existen miles de personas hartas de la imposición a sus hijos y hartos del lujo asiático, y ahora casposo marbellí, de los socios del bipartito.

Pero estamos en elecciones y todo vale. Vale hablar como si no hubieran estado juntitos suevos y vándalos en la Xunta los últimos cuatro años. Vale hablar como si la imposición lingüística fuera algo ajeno al gobierno que la ha ejercido...en fin, que esperemos que el pueblo gallego sepa encontrar su poción mágica el próximo día 1 de marzo. Esa poción que nos dé a los gallegos la fuerza necesaria para desembarazarnos de una casta política que en cuatro años ha demostrado una decadencia moral antológica y una corruptela hortera en plena crisis. Una poción que nos libere del cesarismo casposo y nos devuelva a los gallegos lo que nunca debimos perder: el sentidiño. Porque, de verdad les digo que cada vez que miro la campaña de los bipartitos sólo alcanzo a decir: ¡están locos estos romanos!

Salud y Libertad.

miércoles, 21 de enero de 2009

Dios existe...y se llama Obama

Curiosa la reacción de la casta progre en relación a Obama. Los otrora antiimperialistas, los que se sentaron ante la bandera useña, los que clamaban contra el capitalismo, los que acusaban a los estadounidenses de patrioteros y horteras, los que abominaban de la industria cinematográfica americana (pero se pirran por un globo de oro, un grammy o un oscar)...todos adoran ahora al emperador, postrándose a sus pies, retransmitiendo la toma de posesión del presidente de USA como si fuera la toma de posesión del presidente de España. Todas las tertulias hablan de la legislatura de Obama como si fueran expertos en política interior y exterior de Estados Unidos. Hasta Cuatro se volcó con Obama y USA en un ejercicio de travestismo casi igual al de las retransmisiones de la Eurocopa, en la que toda la cadena se envolvió en la bandera "facha". Ya se sabe, euros cantan...

Dice nuestro laico y anticlerical ZP que el discurso de Obama es "muy positivo, que responde al proyecto que ha defendido a lo largo de los últimos meses durante toda su campaña". Vamos a ver, zetapeta: o no has leído el discurso, o no te has enterado de nada (cosa harto probable habida cuenta de que Zeta manifestó que "siguió en directo e íntegro el discurso de Obama" y todos sabemos cuál es su nivel de inglés hablado y escrito...) Pero bueno, concedamos al presidente el beneficio de la duda sobre si se enteró o no del contenido del discurso del presidente useño, a fin de cuentas, para algo están las traducciones simultáneas.

Pues bien, la identificación entre Obama, cuyo discurso no es precisamente la alegría de la huerta liberal, y nuestro Zetapeta, no es sencillamente, posible. Veamos lo que defiende en su discurso Obama:

1.- "Que estamos en medio de una crisis es algo muy asumido. Nuestra nación está en guerra frente a una red de gran alcance de violencia y odio. Nuestra economía está gravemente debilitada, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por el fracaso colectivo a la hora de elegir opciones ifíciles y de preparar a la nación para una nueva era.

¿Ésta es la política que ha seguido Zetapeta en esta legislatura?¿Estamos en guerra contra el terrorismo o nos sentamos a la mesa con él? ¿Está nuestra economía gravemente debilitada o somos la Liga de Campeones y superamos a Italia (para sonrojo de Berlusconi) y nos proponemos seriamente superar a Francia (para chinchar a Sarkozy)? ¿Ha elegido ZP las opciones difíciles para preparar a la nación para una nueva era o ha negado la crisis y nos ha animado a consumir diciendo que los que hablaban de crisis eran "antipatriotas"?

2.- "Al reafirmar la grandeza de nuestra nación, somos conscientes de que la grandeza nunca es un regalo. Debe ganarse. Nuestro camino nunca ha sido de atajos o de conformarse con menos. No ha sido un camino para los pusilánimes, para los que prefieren el ocio al trabajo o buscan sólo los placeres de la riqueza y la fama. Más bien, han sido los que han asumido riesgos, los que actúan, los que hacen cosas -algunos de ellos reconocidos, pero más a menudo hombres y mujeres desconocidos en su labor, los que nos han llevado hacia adelante por el largo, escarpado camino hacia la prosperidad y la libertad"

¿Reafirma ZP la grandeza de nuestra nación o cree que es un concepto discutido y discutible? ¿ZP enfrenta los problemas sin atajos, sin cobardía, o le echa la culpa a Bush, Aznar, a la crisis financiera, a Franco, a Rouco...etc? ¿Ha asumido riesgos ZP? ¿Es de los que actúan? ¿Qué ha hecho estos cinco años atrás y qué ha hecho cuándo todos le indicaban que la crisis española era un hecho consumado? ¿Lo advirtió a los españoles en la campaña? ¿Qué decía su gobierno de las predicciones del señor Pîzarro?

3.- "Una y otra vez estos hombres y mujeres lucharon y se sacrificaron y trabajaron hasta tener llagas en las manos para que pudiéramos tener una vida mejor. Veían a Estados Unidos más grande que la suma de nuestras ambiciones individuales, más grande que todas las diferencias de origen, riqueza o facción."

¿Es ZP un defensor de España como algo más que la suma de las ambiciones individuales, más grande que todas las diferencias de origen, riqueza o facción? ¿Con quién gobierna en Galicia? ¿Con quién en Cataluña? ¿Con quién gobernará Vascongadas?

4.- "La cuestión para nosotros tampoco es si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y expandir la libertad no tiene rival, pero esta crisis nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse y que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece sólo a los ricos."

¿Quién ha controlado en España a los bancos y las constructoras en estos últimos cinco años? ¿Qué control existe en España sobre las Cajas de Ahorro? ¿A quién han favorecido las medidas de ZP? ¿Quiénes han sido los beneficiarios del dinero público? ¿A qué familias de banqueros ha beneficiado fiscalmente ZP en secreto y ocultándolo a la opinión pública? ¿Dónde ha ido el dinero público que se ha entregado a los bancos? ¿Dónde están las líneas ICO? ¿Y el dinero de la Ley de Dependencia?

5.- "No vamos a pedir perdón por nuestro estilo de vida, ni vamos a vacilar en su defensa, y para aquellos que pretenden lograr su fines mediante el fomento del terror y de las matanzas de inocentes, les decimos desde ahora que nuestro espíritu es más fuerte y no se lo puede romper; no podéis perdurar más que nosotros, y OS VENCEREMOS."

¿Defiende ZP sin complejos el sistema de vida americano basado en el capitalismo? ¿Defiende ZP el espíritu de Ermua contra el terrorismo, el pacto contra el terrorismo? ¿Habla ZP de VENCER EL TERRORISMO?

6.- "Esta es la fuente de nuestra confianza - el saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto."

¿Se imaginan a ZP arengando a los españoles diciendo que la confianza de nuestra nación es saber que DIOS nos llama a una misión? Pues miren, esta pregunta sí la voy a responder: eso es exactamente lo que ha hecho ZP hoy: arengar a los españoles diciendo que Dios nos llama a una misión, a aumentar el número de soldados en Afganistán, a unir nuestras fuerzas con USA... Porque nuestro ZP se ha convertido, cual Pablo caído del caballo, a una nueva religión, a un nuevo credo: el americanismo.

Ya lo decía el viejo sabio: deja uno de creer en Dios...y acaba creyendo en cualquier cosa. Pues eso, que nuestro ZP ha descubierto que Dios existe...y se llama Obama.

Salud y Libertad.

miércoles, 14 de enero de 2009

El tonto útil

La decadencia moral e intelectual que asola España engendra, de manera natural, especies que, como musarañas en la noche, salen en busca de su alimento. No sería posible que sobrevivieran en un entorno de competencia y responsabilidad, en un entorno de valentía, de coherencia y de objetividad. Por eso nadie los había conocido hasta que se destapan en medio de la ola grisácea que nos invade.

Hay personajes que se cuelan como los ratones en los desvanes y tratan de roer todo lo que puedan hasta que alguien aparezca con un raticida y vuelva a adecentar el trastero. Estos ratones, si crecen demasiado, adquieren un cierto poder mediático y se proclaman como adalides de las verdades y defensores de los que se conforman con barrer el trastero de manera periódica moviendo la porquería a derecha o a izquierda según protesten más los de un lado o los de otro.

Estos gusarapos están radicalmente en contra de todo movimiento que suponga enfrentar el puesto de trabajo con la realidad y no digamos con los principios. Para esta neo-aristocracia de tertulia barata y consigna partidista no hay más principio que la defensa del patrón que les ha permitido dotarse de cierta aureola de intelectualidad por haber sabido tejer unas cuantas letras entre las consignas dictadas y la crítica al adversario del jefe.

Y esta casta de paniaguados no duda en arremeter contra todos aquellos que defienden principios, libertades e independecia. Y no carece de lógica su actuación. Los parásitos del poder sólo existen en la medida que subsista el sistema que otorga el mando a sus jefes. Si éstos perdieran el mando en plaza, los otros volverían a su esencia natural: la nada.

Así, mientras a estos parásitos se les ve el plumero en cualquier tertulia, pues no en vano saltan a las primeras de cambio y de manera obscenamente virulenta en defensa de partidos y políticos que les han aupado a los debates y las televisiones, callan o incluso aplauden toda medida contra quienes, lejos de ejercer un periodismo a sueldo de políticos, se expresan libremente y hacen pasar a las personas por el filtro de los principios y no a los principios por el filtro de las personas.

De la misma manera que hay periodistas deportivos que basan su fama en adular constantemente a ciertos deportistas, hay quien crece lamiendo la bota de los políticos, la misma bota que patea periodistas independientes. Pero todo el mundo sabe que hablan por boca de sus patrones. Por ello, lo que dicen sólo interesa en la medida en que se sabe que ha sido dictado por terceros que los manejan. Esa es toda su credibilidad. Por contra, hay periodistas que se expresan libremente y defienden principios, y como consecuencia acaban por ser víctimas de políticos y poderosos. Pero todo el mundo comprende que si un político le quiere quitar de en medio es porque le toma en serio, porque le puede sacar los trapos sucios y dejar sus miserias al descubierto. Y ése es el valor del verdadero periodista: su credibilidad, la suya, no la de quien mece la cuna.

Es fácil, por otro lado, distinguir a unos y a otros. Los parásitos nunca arriesgan una opinión que pueda contravenir al jefe. NUNCA. Suelen ser burdos, repiten mantras o consignas que curiosamente repiten los políticos a los que apoyan. Suelen estar, además, escasamente documentados, y suelen justificar lo injustificable. Nunca se ha visto un periodistilla de esta clase que pase de adular a criticar a un político, salvo que éste político haya dejado paso, precisamente, a quien ellos pasan a adular.

Por último, hagan la prueba. Es un juego divertido y seguro que pueden identificar a algún parásito. Es fácil: en estos tiempos son la especie dominante.

Salud y Libertad.