jueves, 23 de diciembre de 2010

¿El fin de la normalización lingüística?

Importantísmos fallos del Tribunal Supremo sobre el uso del castellano como lengua vehicular en los centros docentes de Cataluña, y, por extensión, del resto de España con una situación de cooficialidad de lenguas. El Tribunal Supremo sienta Jurisprudencia en tres aspectos esenciales sobre el uso del castellano como lengua vehicular:
1.- Los ciudadanos tenemos derecho a que el castellano sea lengua vehicular en el sistema educativo.
2.- Si las administraciones en las que coexisten dos lenguas oficiales, consideran que debe otorgar un trato de favor a alguna de ellas, éste debe cumplir dos requisitos esenciales:
a) Dicho trato de favor no puede suponer en ningún caso que el castellano quede relegado a un porcentaje que haga ilusoria su consideración de lengua vehicular (como si se tratara del estudio de una lengua extranjera)
b) El trato de favor tendrá, en todo caso, carácter transitorio, hasta la consecución de la conjunción lingüística o bilingüismo integral, único que garantiza el principio de lealtad institucional entre administraciones públicas. Es decir, el objetivo normalizador ha de ser que la proporción en el uso de las lenguas cooficiales sea equivalente
3.- Los padres tienen derecho, si así lo demandan, a que los centros les dirijan las comunicaciones también en castellano.
En conclusión, el Tribunal Supremo, expulsa del sistema educativo la imposición monolingüe, que margina a los ciudadanos castellano/hablantes, e impone, en todo caso, un claro límite a las políticas de normalización lingüística de las administraciones.
Así, siendo cierto que deja al arbitrio y competencia de la administración el establecimiento de políticas lingüísticas de discriminación positiva favorable al catalán, en función del grado de normalización de la sociedad catalana, no es menos cierto que limita dichas políticas, temporalmente, al establecer su carácter transitorio, normativamente, al obligar a la motivación suficiente de tales políticas, y delimita la finalidad y objetivo de las mismas: la consecución de un bilingüismo integral, modelo constitucional que garantiza el principio de lealtad constitucional entre Administraciones Públicas.
¿Estamos, por tanto, ante el fin de las políticas de normalización lingüística? En mi opinión, estas sentencias no acaban con dichas políticas, pero sí las dejan heridas de muerte, al establecer que su objetivo no puede ser, en ningún caso, el establecimiento de una educación monolingüe, y, por tanto, deja fuera del ordenamiento jurídico aquellas políticas que pretenden marginar a los ciudadanos castellano/hablantes en aquellas regiones en las que éste convive con otra lengua oficial.
Pero hemos de recordar aquí, una vez más, que una sentencia que no se ejecuta es, simplemente, papel mojado. Y en este sentido, la casta gobernante catalana (la saliente y la entrante) ya se ha apresurado a decir públicamente que no acatarán las sentencias del Supremo, negando incluso a éste competencia para inmiscuirse en sus políticas lingüísticas. Y esto coloca el problema, de nuevo, en el ámbito político: ¿qué partido político nacional se comprometerá a hacer cumplir estas sentencias? ¿quién se atreverá a meter en cintura a la nueva Generalidad de Cataluña?¿los mismos que necesitarán sus votos para gobernar en España? Veremos.

Salud y Libertad

lunes, 20 de diciembre de 2010

Educación y Libertad

El jueves pasado el Tribunal Constitucional publicó la sentencia sobre el recurso de amparo 7509/2005 presentado por unos padres cuya opción para la educación de sus hijos fue la de educarlos en casa, el conocido “homeschooling”, un fenómeno de carácter internacional cada vez más aceptado y regulado en los países de nuestro entorno cultural.
La sentencia se pronuncia sobre la interpretación de los apartados uno dos y tres del artículo 27 de la Constitución española, relativos al derecho a la educación, el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales o ético/religiosas, y el papel de los poderes públicos en la garantía de tales derechos.
Para el TC, “el derecho a la educación en su condición de derecho de libertad no alcanza a proteger, siquiera sea prima facie, una pretendida facultad de los padres de elegir para sus hijos por razones pedagógicas un tipo de enseñanza que implique su no escolarización en centros homologados de carácter público o privado.”
Es decir, el TC consagra el principio de “educación es igual a escolarización”, o lo que es lo mismo, “no hay educación fuera del Estado”
Por si no quedaba suficientemente claro, el TC concluye que “La educación a la que todos tienen derecho y cuya garantía corresponde a los poderes públicos como tarea propia no se contrae, por tanto, a un proceso de mera transmisión de conocimientos [cfr. art. 2.1 h) LOE], sino que aspira a posibilitar el libre desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos [cfr. art. 2.1 a) LOE] y comprende la formación de ciudadanos responsables llamados a participar en los procesos que se desarrollan en el marco de una sociedad plural [cfr. art. 2.1 d) y k) LOE] en condiciones de igualdad y tolerancia, y con pleno respeto a los derechos y libertades fundamentales del resto de sus miembros [cfr. art. 2.1 b), c) LOE].
El TC ha consagrado, pues, la idea de que sólo el Estado es “capaz” de garantizar un libre desarrollo individual, democrático, y respetuoso con los derechos fundamentales”, finiquitando, de esta manera, el derecho a la libertad de educación en nuestro país. Para el TC, los ciudadanos somos una especie de bárbaros a disciplinar, pues no somos capaces de garantizar, para nuestros propios hijos, una buena educación en valores. Esa labor divina corresponde, según nuestro TC, al sacrosanto Estado. Porque, en última instancia lo que esta nefasta sentencia viene a sancionar es algo tan sencillo como que nuestros hijos, su educación, sus principios, sus valores, no son nuestros. Antes al contrario, nuestros hijos son propiedad exclusiva del Estado, al menos, y de momento, durante la enseñanza obligatoria.
Una vez más, el TC estira y deforma el espíritu del texto constitucional, y lo interpreta de manera socialista, vetando cualquier atisbo de parcela de independencia a los ciudadanos, en este caso a los padres, para decidir sobre su vida, hacienda y familia. Gracias al TC, nuestra Constitución es, cada vez más, una prisión y no una liberación.

Salud y Libertad

sábado, 4 de diciembre de 2010

España se asoma al precipicio

España se descontrola por momentos, absolutamente desnortada y sin gobierno. La situación empieza a ser ya altamente preocupante. En un plazo de horas, sino minutos, esto puede venirse abajo definitivamente. No puede uno sino comprobar con tristeza cómo un personaje tan estulto y siniestro a partes iguales, como José Luis Rodríguez Zapatero, dilapida el esfuerzo, la historia y la capacidad de una nación milenaria como España, empeñando a una generación de españoles y muy probablemente a sus hijos.

250.000 ciudadanos dejados a su suerte en los aeropuertos, el vicepresidente Rubalcaba, el mismo que nos martilleó en plena crisis del 11M con aquello de que "España se merece un gobierno que no mienta", el mismo que negaba el GAL, dando ruedas de prensa SIN PREGUNTAS, el presidente ZP subiendo impuestos a hurtadillas, tomando medidas impuestas por la UE y USA, quitando el caramelo de las subvenciones precisamente a aquellos que más las necesitan, dejando a miles de ciudadanos sin ningún tipo de ingresos mientras subvenciona múltiples asociaciones inútiles, los Guardias Civiles cabreados y obligados a poner multas, el gobierno en pleno arrodillado ante Marruecos, la lista de parados aumentando mientras se sigue despilfarrando el dinero público, recortes de las pensiones por decreto, ministras que se inventan custodias de hijos por ley, clausuras gubernamentales de lugares de culto católico, y constantes guiños al culto musulmán...

Con nuestra credibilidad internacional por los suelos, con nuestros acreedores externos cada vez más cabreados y con menos ganas de pagarnos las facturas pendientes, con unas comunidades autónomas convertidas en taifas de iure y de facto, verdaderas máquinas de despilfarrar, con un gobierno que cuestiona permanentemente el concepto de nación, reescribiendo la historia, y que sube los impuestos de la gasolina y del tabaco...para luego no dejarnos fumar o invitarnos a usar el transporte público. Con este panorama tan sombrío, España se asoma cada vez más al precipicio. Caminamos por el alambre, y corremos serio peligro de que alguna chispa haga arder la pira del descontento popular.

Alguien debería convencer de alguna manera a este gobierno de que no puede permanecer en el poder ni un minuto más. La supervivencia política de este gobierno va ligada al desastre nacional más absoluto. Cuanto más tiempo este PSOE en el poder, más cerca estaremos de la debacle. Nuestras crisis (la moral, la económica y la institucional) tienen un siniestro y diabólico catalizador: José Luis Rodríguez Zapatero. Un personaje que ha destapado la peor de las herencias de la izquierda en España: revanchista, ignorante, sin saberse superado por la situación a la que nos ha llevado su ineptitud.

La salida de la crisis será dura, costará muchos sacrificios, pero una cosa está clara: con Zapatero es absolutamente imposible. Este presidente es muy capaz de aguantar en el cargo sin pestañear mientras el edificio se le viene abajo. ¿Estamos los españoles dispuestos a suicidarnos con este personaje? Es hora de que los ciudadanos hablen en las urnas. Es mucho lo que está en juego. Nada más y nada menos que España.

lunes, 11 de octubre de 2010

El día de España, el día de los españoles

12 de octubre de 2010, día de la Hispanidad, día de España y de su cultura milenaria, su influencia y su historia. Día de celebración por nuestra innegable importancia en el desarrollo de Occidente, de nuestro sello eterno como puente entre Europa y América. Somos una antigua y gran nación, y debemos celebrarlo con naturalidad y sin complejos.
Pero precisamente hoy debemos recordar que la historia de los pueblos no es sino la historia de sus gentes, de sus ciudadanos. Y por ello, las naciones dependen de la fortaleza de su sociedad civil, de sus valores y de su empeño en la defensa de los derechos individuales.
Hoy, en el día de España y de la Hispanidad, debemos recordar los valores que fundan las grandes naciones. Valores como la libertad, la responsabilidad, el trabajo y el esfuerzo, la solidaridad, la grandeza de los afectos comunes frente a los localismos y aldeanismos.
Y todos estos valores se encuentran en cada uno de nosotros como personas, como individuos. Debemos tomar de nuevo conciencia de que una sociedad es un conjunto de individuos organizados, pero libres en su empeño por alcanzar sus metas individuales. Y que la mejor manera de conseguir esos medios es la cooperación, el intercambio libre, y el respeto por la Vida, la Libertad, y la Propiedad.
Y es necesario que España inicie la senda de la regeneración, de la limitación del poder, de la exigencia de límites al poder de los gobiernos. Reivindicar un poder limitado que se justifique en la garantía de nuestros derechos, y no en su administración. Somos propietarios de nuestra Libertad, no inquilinos.
Y esta regeneración no es un simple cambio de gobierno, sino un cambio de sistema, de su raíz, de su fundamento. España necesita cuestionarse temas que hoy se dan por irrebatibles. Necesitamos cuestionarnos si el modelo institucional que nos hemos dado es, no sólo lógico, o eficiente, sino moral. Necesitamos cuestionarnos si debemos mirar siempre al Estado, en cualquiera de sus formas (Central, Autonómico o Local) para que nos solucione los problemas, o si, por el contrario, debemos limitar su poder, eliminar administraciones y exigir que se liberen las fuerzas sociales, para que sea el mercado, o sea, los ciudadanos, quienes puedan buscar sus propias soluciones. Necesitamos cuestionarnos si nuestro dinero, la consecuencia de nuestros esfuerzos, debe estar en manos de los políticos, o en manos de los inidividuos y de las familias que lo han ganado.
Porque el principal problema de España lo constituye hoy su sistema político, su casta política, su hipertrofiado estatismo, su metástasis intervencionista que afecta ya a las unidades organizativas más simples.
Antaño luchamos por nuestra dignidad y nuestra independencia como nación. Luchamos contra el invasor. Y la lucha no la ganaron las administraciones, no la burocracia, rendida al francés, sino las Juntas, la sociedad civil organizada en defensa de su independencia. Hoy, doscientos años después, España necesita de nuevo luchar por su independencia, por su ciudadanía, por su libertad. Y, como antaño, es utópico encargar en exclusiva esa lucha a nuestros burócratas, a nuestras hipertrofiadas y corruptas administraciones que viven, precisamente de que nada cambie.
Hoy, como hace doscientos años, el futuro de España está en los propios españoles, en sus ciudadanos. Porque España no es un Estado, no una Comunidad Autónoma, no un Ayuntamiento. España es, en esencia, el conjunto de millones de españoles que la forman. Y toca volver a remangarse y recordarle a nuestros políticos que ellos “trabajan para nosotros” y no “nosotros para ellos”. Hace falta no sólo decírselo, sino exigírselo.
Ayer fueron Juntas contra el francés, ¿por qué no hoy juntas ciudadanas contra el intervencionismo estatal, contra el relativismo moral, y contra la negación de España, de su historia, de sus raíces, contra la resignación de ver cómo se niega el futuro a las próximas generaciones con políticas de endeudamiento, gasto público, subsidios y estrangulamiento de la iniciativa privada y del ahorro de los españoles con subidas de impuestos para pagar la factura del despilfarro?
Hoy, en el día de la Hispanidad, España necesita despertarse, unirse, desperezarse y empezar a luchar por su supervivencia como nación próspera, liberal, occidental y democrática. Y eso pasa por potenciar la trama de afectos entre sus ciudadanos de todas las regiones, pasa por alentar y promover el movimiento ciudadano, de organizaciones y asociaciones que exijan a nuestros representantes el cumplimiento de sus mandatos, que les exijan decir la verdad, que les exijan no interferir en la vida privada de los ciudadanos, que les exijan no expropiar su esfuerzo y su ahorro vía impuestos para apuntalar castas parasitarias.
Porque el mejor homenaje a España en el día de la Hispanidad, es recuperar el poder ciudadano. Es recuperar, en esencia, el sentido común, la unión entre sus gentes, el fortalecimiento de los elementos que nos unen, de nuestro patrimonio cultural, de nuestra lengua común, dentro del respeto más absoluto a la libertad individual. Recuperar la confianza en el individuo y en la familia como verdaderos motores del progreso de una nación.
Porque la meta más honorable para un español debería ser luchar porque, una vez más, España y Libertad vuelvan a ser sinónimos. Somos españoles. Podemos.
¡Viva España!
 

jueves, 23 de septiembre de 2010

Franco, la excusa perfecta

Salta a los papeles hoy la noticia de que la Junta de Andalucía ha aprobado un Decreto por el que se indemnizará con mil ochocientos euros a las mujeres andaluzas que padecieron formas de represión sobre el honor, la intimidad y la propia imagen durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura.

Muchas han sido las respuestas a dicha iniciativa, desde las más “progres” que acuden prestas a alabar toda iniciativa que suponga abonar la teoría de “los buenos y los malos” (siendo los suyos, por descontado, los buenos, sin tacha ni “checa”), hasta las respuestas centroides que califican la medida de “moralmente aceptable, pero inoportuna por la crisis económica”.

Sin embargo, se echa en falta otro análisis más: el de la excusa de Franco para montar comisiones y repartir sueldos y limosnas. Como no podía ser de otra manera, la distribución de las ayudas pasará inevitablemente por una “comisión”, y ya sabemos para lo que sirven en España las comisiones y los observatorios, una especie de INEM para los amigos de la casta.

Porque, entrando en el fondo de la cuestión, nuestra izquierda repite una y otra vez el mismo esquema y nuestra derecha o no quiere verlo, o se niega a decir lo que piensa, una vez más. La izquierda lanza el capote, y la derecha entra al trapo rojo, noble al engaño una y otra vez.

El esquema es sencillo: se recurre a Franco para organizar un mercadillo de votos, o, por mejor decir, para utilizar el dinero público en dar limosnas y comprar voluntades. Limosnas porque es un insulto que, si alguien ha sufrido las vejaciones de las que habla la Junta de Andalucía, se le “indemnice” con mil ochocientos euros.

Ese es el precio que la Junta pone a la dignidad de las personas. Y de todos es sabido que la dignidad no tiene precio. Por lo tanto, podríamos deducir que la Junta de Andalucía no tiene mayor interés en devolver la dignidad a las víctimas, sino en darles unas limosnas, en el mejor de los casos, o de organizar un negocio, en el peor. Según datos de la propia Junta, desde 2001 se han entregado indemnizaciones de este tipo por importe de nueve millones y medio de euros.

Y haríamos bien en centrar el debate en el mecanismo habitual por el que la izquierda reparte el dinero de todos. No es bueno entrar en el debate promovido por la izquierda con los conceptos equivocados. En mi opinión, la Junta de Andalucía ha vuelto a utilizar a Franco como excusa para sus negocios. Bueno sería investigar a partir de este momento quién formará la comisión, qué criterios se seguirán para la concesión de las ayudas y a qué personas irán finalmente destinadas.

No sería la primera vez que la izquierda utiliza a Franco como pantalla para que nadie se fije en lo esencial: la incompetencia, los escándalos…o cómo se compran votos con el dinero de todos los contribuyentes.

Franco, la excusa perfecta.

martes, 27 de julio de 2010

Más gestión y menos "sugestión"

Me pide el cuerpo retomar el blog al hilo de los fastos de la Fiesta del Apóstol Santiago, día de los gallegos y patrón de España, mal que les pese a muchos naZionalistas oficiales y oficiosos, que éstos últimos haberlos hailos...
Leo con atención la carta de Santiago Rey, editor de La Voz de Galicia

http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2010/07/25/0003_8630457.htm

y no puedo estar más de acuerdo con don Santiago...si no fuera porque a renglón seguido me encuentro con esta otra noticia:

http://www.periodistadigital.com/galicia/la-coruna/2010/07/26/voz-galicia-fundacion-santiago-rey-premia-mendez-ferrin-separatista.shtml


y claro, la carta anterior salta en mil pedazos. Pero esta esquizofrenia galopante en un medio tan importante como La Voz es una anécdota si lo comparamos con la esquizofrenia rampante de nuestros políticos dizque constitucionalistas. De los socialistas ya es mejor ni hablar, porque hace tiempo que ya son EXPRESAMENTE naZionalistas, al menos en Galicia, de la mano del BNG. Pero veamos otros ejemplos:

- Dice don Manuel Fraga en una de sus conferencias homenajes que "Galicia no es una nación y no lo ha sido nunca". Completamente de acuerdo con Don Manuel, a pesar de que sus políticas, sobre todo las lingüísticas, trataron por todos los medios de poner fin a esa realidad histórica incontestable...

- Pero hete aquí que, dicho esto por el fundador del PP, y el presidente de la Xunta más importante de la historia de Galicia, nos encontramos con una panfleto digno del naZionalismo más ortodoxo, firmado por la otrora mano derecha y firme del gobierno de don Manuel, don Jesús Palmou, que se "destapa" con un artículo lleno de tribalismo y arengas identitarias de muy dudoso respeto por la libertad y la diversidad que se pregona cuando se habla de España:

http://www.fundacionieps.org/modules.php?V_dir=contents&V_idmod=92&V_mod=news&=&type=news&idcat=14&id=404

- No contentos con lo anterior, nuestro presidente de la Xunta, don Alberto Núñez Feijóo, saca a relucir durante la ofrenda a Rosalía (¡ay si levantara la cabeza!), palabras de Brañas que podrían firmar dirigentes de cualquier grupúsculo naZionalista, por cierto, mezclando la política financiera, (que las autonomìas gastan más de lo que ingresan, lo que es cierto), con la palabrería naZionalista, ya se sabe, la madre patria, el inmaculado honor, el enemigo exterior, el centralismo y todas esas monsergas decimonónicas, si se critica la hipertrofia del Estado de las Autonomías, cada vez más parecido a pequeñas taifas "identitarias" en una loca y suicida carrera por ver quién es más "nacionalidad histérica", es que claro, eres un "facha centralista" que no quiere a Galicia (palabras de Brañas para los gallegos "hijos espúreos que anteponen su bien material a la felicidad de la patria"), ya se sabe, si disientes, disientes "contra la tribu". Abajo la razón, arriba la arenga estomacal. Supòngo que don Alberto no piensa así, pero Brañas dijo lo que dijo...

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/24/galicia/1279981028.html

Por cierto, esos argumentos coinciden en lo esencial con el artículo de Felipe González y Carmen Chacón,

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Apuntes/Cataluna/Espana/elpepuopi/20100726elpepiopi_11/Tes

sí, Carmen Chacón, la ministra del "todos somos Rubianes", el que se ciscó "en la puta España" con frases como "que reviente la puta España". Pues, lo dicho, que los argumentos de fondo, esto es, situarse en la tibieza constante entre dos "supuestos extremos" los de quienes abogan por la unidad de España, por destacar lo que nos une frente a lo que la política separa, los que defendemos la "trama de afectos" entre españoles, la solidaridad entre sus regiones, y los independentistas, que abogan por la separación de sus regiones del resto de España, tratando por todos los medios de crear diferencias donde no existen, manipulando la historia e imponiendo hábitos a los ciudadanos. Pues eso, situar ambas posturas como "extremistas" es un juego que muchos conocemos y padecemos desde hace mucho (recuerden la defensa de la libertad llingüística en Galicia), pero no dejaré de denunciar la tremenda injsticia e inmoralidad que es identificar ambas posturas como extremistas. Muy al contrario, la tibieza se constituye siempre en cooperador necesario de los radicales, que ven cómo, poco a poco, van ganando terreno por la política pusilánime de "ponerse de perfil" y "no ser extremista". En fin, lo hemos visto demasiadas veces como para no reconocerlo. A otro perro con ese hueso. Más gestión y menos sugestión.

Salud y Libertad

domingo, 6 de junio de 2010

El precio de la dignidad

No salgo de mi asombro tras la lectura del último artículo de Carlos Luis Rodríguez sobre Feijóo y los dos temas más controvertidos de la legislatura: la fusión de las cajas y la libertad lingüística. Antes de nada, nobleza obliga, les dejo el link al artículo en cuestión:


">http://www.elcorreo gallego.es/ opinion/ecg/ buscando- talon-aquiles/ idEdicion- 2010-06-03/ idNoticia- 554174/

Humildemente no salgo de mi asombro con los argumentos dados por este periodista en relación con la fusión y la falta de libertad lingüística en Galicia. Sobre el primer particular, parece ser que don Carlos comparte las tesis naZionalistas según las cuales cualquier "injerencia" de Madrid es intolerable. Ahora resulta que predicar que la solución de las cajas de ahorro debe adoptarse en clave nacional (o sea española), o, incluso, atreverse a decir que las cajas deben ser privatizadas, porque su único sentido de ser original ya no es tal, y en ellas sólo imperan criterios políticos y no financieros (a la vista está cómo están gestionadas), predicar esto, digo, es de radicales extremistas enemigos de la "patria gallega". Ya se sabe, don Carlos ha debido asumir ya el pensamiento único, ese que dicta que todo lo que no sea defender "la galleguidad" es ser un intolerable fascista español...

Pero donde se ven claras las intenciones del articulista es cuando aborda el tema de la libertad lingüística. Aqúi se destapan dos ideas fuerza igualmente preocupantes para lo que debería ser el norte de cualquier periodista: la libertad y la independencia.

Resulta triste afirmar que Galicia Bilingüe tiene "tesis extremistas", y tener el rostro de afimar que el señor Feijóo en realidad no ha tenido que ver jamás nada con semejantes radicales. Olvida el señor Rodríguez los cortejos del presidente a GB y a su líder Gloria Lago, antes de las elecciones. Olvida también las muestras públicas de adhesión a sus peticiones de Corina Porro, o la asistencia de toda la cúpula popular a la manifestación de Santiago de Compostela. Todavía recuerdo a insignes políticos populares "botando" y gritando "libertad" y rompiéndose las manos aplaudiendo a Lago. O eran falsos entonces, o lo eran ahora. A la vista está que lo fueron entonces, engañando, no a GB como tal, sino a los miles de gallegos a los que se utilizó vilmente con esos "gestos trampa".

Se apunta don Carlos a las tesis de Feijóo de que el decreto es una perfecta equidistancia ente radicales. También pare este periodista pedir libertad es ser igual de radical que pedir imposición. Una visión muy "liberal y democrática".

Pero donde Rodríguez riza el rizo es cuando se lamenta una tanto melancólicamente de la independencia del movimiento social pro-libertad. Echa de menos don Carlos esa inquebrantable lealtad que muestran los partidarios de la imposición a sus siglas, al BNG, al naZionalismo, y se pregunta sorprendido si se imaginan ustedes a los representantes de la Mesa por la Normalización Lingüísitca criticando a Francisco Rodríguez como lo hace Gloria Lago con Feijóo.

Definitivamente este hombre no se ha enterado de lo que es un movimiento ciudadano. Éste es, por definición, INDEPENDIENTE, no obedece a siglas, sino a PRINCIPIOS. En este caso, el supuesto defecto de la falta de lealtad de GB al PP, es, sin duda, su mayor virtud. Porque, don Carlos, la política institucional no lo es todo. No todo es partitocracia. No todos tienen precio, ni tienen que ponerse de rodillas ante los políticos para poder ganarse la vida.

La independencia del poder, la libertad de expresión, son dos pilares fundamentales sobre los que se desarrollan las sociedades abiertas. Es más sin la práctica de esos dos principios no habría, sin ir más lejos, prensa libre ni profesionales independientes. Esos dos principios unidos hacen nacer otra gran virtud, la dignidad. Y ésta no tiene precio. Es más, la dignidad, como es sabido, se pierde una sóla vez. Por eso no tiene precio su renuncia, ni siquiera un programa en la televisión pública...dependiente del gobierno de turno.

Salud y Libertad

lunes, 31 de mayo de 2010

Las responsabilidades de Leire y sus amigos de Moncloa

Reconozco que lo de esta mujer es digno de estudio. Las frases de nuestra estulta Leire son cada vez más penosas, y cada vez más hirientes para los millones de españoles que padecen la desgracia de no llegar a fin de mes, por la cada vez más insultante negligencia y prepotencia del gobierno de ZP.

La última de Leire no tiene desperdicio. No contenta con llevarse crudo un sueldo por balbucear "argumentarios/parbulario", se permite el lujo de soltarnos esta perla al ser preguntada por la acumulación de sueldos de los políticos:

“Lo de los sobre sueldos depende. No acumulamos sueldos, acumulamos responsabilidades”

Y es aquí cuando, muy a mi pesar, le debo dar, en justicia, la razón a mi estulta Leire. Así es, los políticos, y, más concretamente los que forman el actual gobierno de la nación, así como los que mandan en el partido del gobierno, como Leire, acumulan "responsabilidades". Enumeremos un pequeño decálogo de las responsabilidades acumuladas por ZP y sus amiguetes:

1.- ZP y sus amigos son "responsables" de haber negado la crisis económica hace dos años, llamando "antipatriotas" a quienes, como el denostado Pizarro, avisaban de la que se nos venía encima. Recuerden el mitín de ZP instando a la gente "a consumir"...

2.- Leire es "responsable" de una operación municipal vergonzosa de la que se benefició directamente su familia.

3.- EL PSOE es "responsable" de atizar a los españoles la mayor subida de impuestos de nuestra democracia.

4.- EL PSOE es "responsable" de romper la unidad jurídica de España (y no sólo jurídica) apoyando un Estatuto de Cataluña que sanciona la "desigualdad" entre los españoles.

5.- El PSOE es "responsable" de crear el mayor número de parados de Europa, a pesar de haber "heredado" una situación económica positiva del anterior gobierno popular.

6.- El PSOE es "responsable" tener secuestrados los intereses de los trabajadores para proteger los intereses de los sindicatos.

7.- El PSOE es "responsable" de exprimir el Estado para engordar las taifas autonómicas, y, muy especialmente, beneficiando a Cataluña en detrimento del resto de las autonomías.

8.- ZP y sus amigos son "responsables" de tratar por todos los medios de dividir a los epañoles legislando sobre nuestra memoria, que es nuestra, de cada individuo, no del Estado.

9.- ZP y sus amigos son "responsables" de congelar las pensiones mientras sus dirigentes tienen más propiedades que el Aloe Vera...

10.- ZP y sus amigos son "responsables" de pedir en rueda de prensa "sacrificios" a los españoles luciendo trajes de diseño que muchas mujeres no podrán comprarse en su vida.


Seguro que si nos ponemos, el decálogo podría ampliarse hasta un buen puñado de responsabilidades más. Pero me ha parecido que añadir más responsabilidades a ZP y sus amigos, a la estulta Leire, sería un poco injusto. Al fin y al cabo, para haber acumulado tantas responsabilidades, sólo tienen un miserable sueldo de....5.000 € al mes. Pobre Leire, yo creo que por esa miseria no es justo que asuma tantas responsabilidades. Lo suyo sería que se pusiese en huelga...indefinida.

Salud y Libertad

jueves, 20 de mayo de 2010

Semana trágica

ZP se convierte al capitalismo. Como lo oyen, el otrora "rojo", heredero moral del inmoral Frente Popular y la República "chekista" y guerracivilista, el anti-imperialista, el que se sentó cuando pasaba en formación la bandera de Estados Unidos. Este adalid de las repúblicas bananeras comunistas y golpistas, digo, recibe una llamda del "Emperador", una llamada desde el "lado oscuro" de más allá del océano, del lider capitalista mundial, que le pide cuentas y le "ordena" tomar medidas y entonces nuestro robin hood anticapitalista respira hondo...hincha el pecho...y se pone a sus pies. ¿Les cuadra el cuento? A mí no. Sólo me creo a ZP cuando canta la internacional con el puño en alto. No me creo que se convierta al capitalismo, ni a nada que no sea conservar el poder a toda costa. Su única ideología es la pantalla y el engaño masivo para captar votos. Y por eso creo que sólo ha ganado tiempo en los mercados internacionales. Una maniobra de imagen para escampar la tormenta. Un gesto necesario, pero falso. Me juego pincho de tortilla y caña a que ZP dará marcha atrás en las medidas, las maquillará, las retrasará, y optará por la política populista de todo socialista: atacar a todo emprendedor, léase empresario, y vendernos la moto de que subirá impuestos a los más ricos, cuando en realidad freirá a la clase media. En otras palabras, "la cabra tira al monte". ZP será víctima de sus propias fobias, de su rancia ideología. El problema es que nos arrastrará a todos al abismo. ¿De verdad alguien piensa que ZP aguantará la presión por la izquierda?¿ZP el rojo? Mientras este estulto pusilánime ocupe la Moncloa, el desastre caminará hacia nosotros inexorablemente. Este tipo se irá a la tumba política con su ideología intacta, un país arruinado...y una sonrisa esquizofrénica como epílogo de sus interminables y cada vez más terroríficas ojeras, prologadas por esas infernales cejas que empiezan a simbolizar para millones de españoles una pesadilla de la que esperan despertarse cuanto antes. ZP no nos sacará de las crisis, porque nuestra crisis es ZP.

Salud y Libertad

viernes, 12 de febrero de 2010

Un pacto para salvar a España, no para salvar a Zapatero

Corren ríos de tinta sobre el posible pacto de estado entre PP y PSOE para sacar a España de la crisis bestial en la que ZP y sus huestes nos han metido hasta la barbilla. Nuevamente suenan las voces de siempre para que la oposición salga en defensa del gobierno, y se muestre "leal" y con "visión de Estado".

Pero hasta donde uno sabe, esto es una democracia, es decir, un sistema que basa su legitimidad en la posibilidad de la alternancia pacífica en el ejercicio del poder. La democracia no es un régimen que esquive a los ciudadanos y les hurte la posibilidad de juzgar las actuaciones de sus gobiernos. Por lo tanto, si el gobierno de ZP nos ha llevado a una situación límite por su acreditada ineptitud y atolondramiento planetario, no tiene ningún sentido que la oposición pacte con semejante personaje a fin de sacarle a éste “las castañas del fuego”. Si el actual gobierno no puede con la crisis, su obligación moral es dimitir y dejar paso a otro equipo que pueda afrontar esta desastrosa situación. Y lo mismo vale para la oposición: si considera que este gobierno es un auténtico desastre y cree que tiene soluciones para hacerlo mejor y ayudar a España a salir de la crisis, su obligación moral no es salir al rescate de quien nos lleva al desastre, sino decir alto y claro que éste debe irse y forzar la convocatoria de elecciones. La alternancia es la clave de las democracias, que es tanto como decir que en democracia se debe castigar al gobernante que lo hace mal con la única moneda de curso legal en un régimen democrático: mandándolo a su casa tras la convocatoria de unas elecciones. Si, por el contrario, el pueblo lo reelige, estará ratificando su política.

Cualquier pacto que suponga mantener al frente de España al gran culpable de la terrible crisis económica y social de nuestra nación, será un acto que, lejos de ayudar a España, contribuirá a agravar la actual situación. Si la oposición pacta aplicar el programa del PP (el único alternativo, al menos económicamente) pero sin cambiar al gobierno del PSOE, lo que se producirá no será un pacto de Estado, sino una verdadera estafa democrática. Cualquier pacto o gobierno de concentración ha de pasar, ineludiblemente por un examen del ejecutivo en las urnas.

Otra cuestión es que, una vez celebradas las elecciones, el ganador, sea quien sea, debería tender la mano al perdedor y, esta vez con la legitimidad de las urnas, alcanzar los pactos necesarios para realizar las imprescindibles reformas estructurales que España necesita (no sólo económicas: educación, diseño de Estado, Ley electoral, etc), incluso mediante un gobierno de concentración de los dos partidos nacionales, con dedicación exclusiva a sacarnos de esta terrible crisis, y dejando para otro momento las disputas partidistas.

Porque lo que necesita España es un pacto para salir de la crisis, no un pacto para salvar políticamente a su causante: el "planetario" Zapatero.




Salud y Libertad

martes, 9 de febrero de 2010

El fracaso del socialismo

Anda el patio revuelto a cuenta de si la oposición es oposición, si plantea o no una alternativa al (des)gobierno de nuestro estulto ZP. Se podrían escribir innumerables razonamientos sobre el particular. Pero hete aquí que España se nos hunde y nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato. Y mientras los (h)unos arrasan con el gasto público las pocas posibilidades de sortear el desastre que se avecina, los otros, optan por no mostrar en público sus bazas, lanzando mensajes deliberadamente ambiguos para no "asustar" al personal. Se trata, sin duda, de una estrategia respetable, pero muy opinable también.

Pero, sin entrar a enmendarle la plana a nadie, me pregunto yo si no sería compatible no mostrar tus cartas en este país de políticos tahúres y alzar la voz con un mensaje claro y contundente: el socialismo es, en esencia, lo que estamos viendo: paro, corrupción, deslealtad y, en última instancia, crisis total. No hablo de una izquierda ilustrada, moderna y cercana a conceptos liberales, como podría darse en el resto de Europa, no. Hablo del Partido Socialista Obrero Español, cuyas recetas han conducido, una y otra vez, al fracaso económico y social de España.

Se puede y se debe decir que el proyecto socialista en España, es decir, el PSOE, ha sido un rotundo fracaso. Un partido que cuenta en su historia reciente con hechos como:

- La ruptura de la necesaria cohesión y solidaridad entre los ciudadanos de España, vivan en el territorio de España que vivan.
- La corrupción de Estado a través de múltiples fórmulas: Banco de España, caso Roldán, caso Guerra, FILESA, caso GAL, chivatazo a ETA para evitar detenciones de etarras,etc
- La desaparición en España de la División de Poderes.
- El destrozo en la educación: la LOGSE, EPC, el caos en las aulas,etc.
- El despilfarro de los fondos públicos: planes E(stafa), subvenciones al pistacho de afganistán o a asociaciones gays y lesbianas de Zimbawe, por poner sólo ejemplos “pintorescos”.
- El paro aterrador que, irremediablemente, acompaña al gobierno del PSOE: cuatro millones y medio de parados, y subiendo...

Estos y otros muchos son los verdaderos logros del socialismo patrio, ese mismo que se permite dar lecciones de "honradez" y "progreso" a todo el que le rechiste. Pues bien, si todo esto es así, ¿por qué no decirlo? Las recetas socialistas en España son caducas, y absolutamente ineficientes: las teorías de gasto público, la rigidez laboral, las anacrónicas patrañas anticapitalistas mientras los dirigentes socialistas viven a "cuerpo de Rey", el aislamiento social de cuantos piensen de manera distinta... Quizá es el PSOE el que necesita una Transición, una verdadera regeneración en postulados, políticas, y dirigentes. El saldo del PSOE en España es auténticamente demoledor: paro, degeneración democrática, y una asfixiante atmósfera totalitaria de pensamiento único.

Lo objetivo, lo actual, lo palpable es que, una vez más, el proyecto socialista español, encarnado en el PSOE, ha vuelto a situar a España en una situación límite. Y hay que decirlo.

Salud y Libertad

domingo, 10 de enero de 2010

Nosotros, los extremistas







Uno ya no se escandaliza de casi nada en política. Pero algunos tenemos todavía sentido del honor, amor propio, y querencia a la verdad. Los que hemos estado durante los años del bipartito nacional/socialista en las calles reclamando Libertad y plantando cara al nacionalismo en todos los foros. Los que hemos arriesgado nuestro tiempo, trabajo y tranquilidad en defender principios, en defender la elección por parte de los padres de la lengua en la que se educan sus hijos. Los que hemos defendido el derecho de educar a sus hijos en español en España. Nosotros, digo, somos ahora, a juicio de la Xunta de Galicia, de su presidente y de su consejero de educación, peligrosos "extremistas", gente equiparable a quienes pretenden la imposición como regla, la normalización de los "anormales".

Ahora resulta que el nuevo decreto del gallego es el "justo equilibrio" entre posiciones "radicales" o "extremistas", ya que unos dicen "una cosa (IMPOSICIÓN) y otros la contraria (LIBERTAD)".

Pues bien, vaya por delante que yo, que milito en el Partido Popular de España en Galicia, no concibo una equidistancia entre IMPOSICIÓN Y LIBERTAD, o entre víctimas y verdugos. Yo estoy RADICALMENTE con la Libertad. De la misma manera que estoy RADICALMENTE en contra de la violencia, o radicalmente en contra de la mentira. No hay términos medios en la defensa de principios democráticos fundamentales. Es más, la equidistancia entre imposición y libertad no es más que otra forma camuflada de imposición.

Me pregunto si los que defendemos la libertad somos equiparables a quienes agredieron al secretario de nuevas generaciones en La Coruña en la manifestación de la Mesa por la Libertad Lingüística en el obelisco herculino. Me pregunto si somos equiparables al energúmeno que agredió a una persona salvajemente en la manifestación de Galicia Bilingüe, como se ve en las fotos. Y hablando de Galicia Bilingüe:

- Me pregunto si los CIEN MIL GALLEGOS que firmaron el manifiesto de GB (o su germen la brillante iniciativa "Tan gallego como el gallego") son también "extremistas radicales".
- Me pregunto si, dado que GB no ha variado su postura, los políticos que nos acompañaron en la manifestación de Santiago son tambièn peligrosos "radicales y extremistas". O bien NOS MINTIERON ese día, y nos consideraban una panda de radicales españolistas a utilizar, o bien nos han dejado ahora tirados para contentar a los amigos de quienes nos insultaban. En cualquier caso, que lo aclaren, porque yo, que milito en el PP, apoyé la causa ANTES y la apoyaré AHORA.
- Me pregunto si defender que la enseñanza del gallego la decidan LOS GALLEGOS es ser radical y extremista.

Pero como dicen que una imagen vale más que mil palabras, lanzo desde aquí una pregunta al Presidente de la Xunta de Galicia: ¿quienes son los extremistas? Miren las fotos:

¿Son extremistas quienes apoyaron a GB públicamente?¿Son extremistas: Carlos Negreira, Presidente Provincial del PP de La Coruña, Alfonso Rueda, Secretario General del Partido Popular de Galicia, Ana Pastor (exministra del gobierno de España)? Si no lo son, ¿qué pintaban en la cabecera de la manifestación de GB en Santiago?¿Siguen apoyando a GB?¿Quién ha cambiado de opinión?¿Somos extremistas radicales los militantes del PP que arropamos a GB?

¿Hay equidistancia posible entre agresores y víctimas? ¿Se dan cuenta en la Xunta de lo que han arriesgado esos padres saliendo a las calles frente a esta turba de criminales fascistas?¿Con qué moneda se les ha pagado a esos padres, a esas personas que, hartas de imposición, salieron a la calle en defensa de la libertad DE SUS HIJOS?

Algunos exigimos RESPETO. Respeto por quienes defendemos, simplemente, la Libertad de educar a nuestros hijos en nuestra lengua, en la que hablamos con ellos, en la que jugamos con ellos, en la que ellos piensan, en la que sueñan, en la que mejor comprenden. Sea ésta la que sea de entre las oficiales. Y en mi caso, y lo digo públicamente, defiendo y defenderé SIEMPRE el DERECHO a educar, en ESPAÑA, a mis futuros hijos en ESPAÑOL, lo que no implica que no aprendan gallego. Pero lo que tampoco implica que tengan que aprender matemáticas EN gallego.

Si lo que quieren es justificar las promesas incumplidas, están en su derecho. Pero por favor, QUE NO NOS UTILICEN para ello. Algunos seguiremos estando donde siempre hemos estado: en la defensa de la Libertad. El que cambie de opinión, que asuma su responsabilidad. A fin de cuentas, de eso se trata, de que cada uno asuma las consecuencias de sus actos. Pero no nos pongan etiquetas. Las promesas se cumplen o no se cumplen. No echen la culpa a quienes, de corazón, se las creyeron.

Salud y Libertad

viernes, 8 de enero de 2010

Tabaco, mercado, Libertad

Consideraciones sobre el proyecto de los socialistas (de todos los partidos) de prohibir fumar en bares, restaurantes y cafeterías.

1.- Un bar, cafetería o restaurante es una propiedad privada, una empresa. Su legítimo propietario es quien pone las normas de consumo de su bar, siempre que se trate de sustancias legales. Y el tabaco lo es...salvo que el gobierno lo ilegalice. No hay término medio: o se ilegaliza el tabaco, y por tanto, su consumo, o se permite a un empresario que esa sustancia pueda ser vendida y consumida en su local. Si el tabaco es legal, la prohibición de fumar en locales es un ataque frontal al sagrado derecho de propiedad y libre empresa.

2.- La solución no pasa por prohibir, sino por desregular e incentivar, y dejar que el mercado se autoregule. Si existen "no fumadores", los empresarios de verdad, es decir, los que intuyen la demanda, "verán" ese vacío y “ofertarán” locales "sin humo". El que quiera fumar irá a un bar de fumadores, y el que no a los de no-fumadores. Fin del problema. De la misma manera se abrieron en su día restaurantes vegetarianos, y a nadie se le ha ocurrido prohibir el consumo de carne roja, o de grasas saturadas en los restaurantes y hamburgueserías, a pesar de las enfermedades cardiovasculares que dicen provoca la ingesta masiva de éstas.
Otro ejemplo: imaginemos un bar en el que se venda tequila a un precio irrisorio (pongamos 20 céntimos el vaso). El tequila es una sustancia legal, de efectos bien conocidos en la consciencia (no así el tabaco) y en el hígado. Imaginen ahora cuántos chicos de entre 18 y 30 años (por poner una horquilla generosa) acudirían literalmente a "emborracharse". Imaginen el aspecto de ese bar a eso de las diez de la noche, ¿entrarían en ese bar a mantener una tertulia sobre arte y literatura? Probablemente, salvo que fuera a ingerir tequila, que no es el caso, yo, simplemente, pasaría de largo. Pero no se me ocurriría PROHIBIR el consumo de tequila en los bares. Sencillamente, buscaría una cafetería para tomarme un café tranquilamente y charlar de lo humano y lo divino. Pues algo parecido pasa en muchos locales en toda España y nadie esgrime un "derecho a entrar en una chupitería y que la gente no esté "alegre" para que yo pueda charlar tranquilamente sobre la última novela de Pérez Reverte. Y no soy menos libre por no entrar en ese bar, al contrario, soy libre de ELEGIR NO ENTRAR.

3.- El hecho de que no puedas hacer todo lo que quieres no implica que no seas libre. El límite es siempre el ejercicio de la libertad de los demás. La extensión del "derecho a todo", ese concepto de la libertad "positiva" conduce al absurdo y a la intervención "ad nauseam" del Estado en todas las esferas de la vida de los ciudadanos, bajo el pretexto de "extender los derechos". En definitiva, conduce a la imposición y a la intolerancia.

Salud y Libertad