jueves, 30 de julio de 2009

La náusea

Una vez más, el nacional-comunismo etarra ha vuelto a asesinar. Vuelve la náusea. Vuelve el asco que nos produce a millones de españoles el vil asesinato de dos compatriotas, y la vuelta a lo de siempre: frases hechas de una casta política mediocre.

Los mismos que nos decían una y otra vez que no debía haber "vencedores ni vencidos", los mismos que le otorgaron trato de favor a un psicópata en huelga de hambre, los mismos que cuestionan la unidad de la nación española, los mismos que alimentan hoy el ogro nacionalista y el separatismo llenando las arcas de Cataluña contra el resto de España, esos mismos, hablan de lo "irracional" del terrorismo. ¿Irracional? Yo más bien diría, monstruosamente lógico y frío. ¿Qué pensará la cúpula etarra? Si nuestra casta política cede soberanía a Cataluña por el chantaje de sus votos, ¿qué no hará con el chantaje de los muertos? Porque ese y no otro es el objetivo de ETA: doblegar al gobierno de turno, forzándole a sentarse a negociar la independencia, es decir, el poder. El mismo objetivo, al fin, de todo nacionalista, pero con medios brutalmente inhumanos y bárbaros; acabar con España como nación para repartirse ellos los despojos.

Nadie en su sano juicio puede entender la esquizofrenia política que padece hoy España. Se premia al tahúr y se castiga al solidario. Algunos opinadores se sorprenden de que España padezca la lacra nacional-comunista de ETA, pero no son capaces de criticar con dureza los coqueteos de nuestros líderes nacionales con el alimento de ETA: el nacionalismo. No nos puede sorprender que algunos "comprendan" el contexto del terrorismo etarra. Mientras se siga homenajeando a personajes siniestros como Castelao o Sabino Arana, y conmemorando estafas históricas como la referida a Rafael Casanova, el contexto etarra lucirá una supuesta coherencia ideológica. Porque los Castelao, Sabino Arana, Prat de la Riba, etc suponen el alimento, la esencia del nacionalismo antiespañol en sus comunidades. Pero gozan ahora de más predicamento y respeto, incluso, que en sus días, gracias al apoyo de los suyos y el complejo de los demás, complejo que, poco a poco, se va tornando también en complicidad, homenaje, asimilación, y, finalmente, legitimación.

Necesitamos con urgencia recuperar el sentido común. Ese que nos dice que, si permites que la mitología nacionalista sea promocionada por la nación contra las que ese nacionalismo lucha, la lógica dicta que el nacionalismo se fortalecerá y la nación se difuminará para, tarde o temprano, desaparecer. El mismo sentido común que nos ha de llevar a defender con firmeza los beneficios de la unión, frente a la diferencia, la solidaridad frente al chantaje, el ciudadano frente a la tribu, la Libertad frente a la imposición. En definitiva, España frente al nacionalismo.

Hoy han asesinado a dos españoles por el simple hecho de serlo. Sirvan estas líneas de homenaje a ellos y de ánimo para sus familias y para aquellos que ven en España la garantía de la superación de los horrores del nacionalismo tribal.

Salud y Libertad

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te recuerdo que zETAp aún no ha terminado definitivamente con la idea del dialogo con estos hijos de puta, ellos saben que pueden tirar de la cuerda porque conocen la debilidad y la predisposición del contrario.