jueves, 8 de mayo de 2008

El Estado al rescate...a costa del ciudadano

Planea hace meses en la opinión pública, como eterno globo sonda, el rumor de que el Estado, es decir, el Gobierno, pretende "aliviar" la crisis del sector inmobiliario vía líneas ICO o bien vía reservas del Estado. Es un viejo debate económico. Ante una crisis, ¿debe el Estado invertir su/nuestro dinero recaudado vía impuestos o cotizaciones para paliar la recesión económica? A mi entender, no sólo esta política es ineficiente en lo económico, por crear una situación ficticia mediante dinero público que sólo retrasaría la crisis a costa de que ésta explote con mayor virulencia pasado un tiempo (el viejo "pan para hoy y hambre para mañana"), sino que es una política profundamente INJUSTA. Se trata de primar con el dinero de todos a un sector víctima de su propia codicia. ¿Por qué hemos de ayudar a grandes constructoras o inmobiliarias ahora que su margen se reduce? ¿No han tenido años de sobreabundancia, de pelotazo constante, de construcción a crédito mientras los humildes ciudadanos se las veían para que su banco o caja les facilitase un mísero crédito para comprar un automóvil? ¿Qué mensaje se le envía al mundo empresarial? Sencillo: expriman el melón hasta que quede seco, que luego ya se lo reponemos nosotros a costa de los ciudadanos. ¿Dónde está la responsabilidad empresarial?¿Dónde la competencia? Si en España los grandes constructores o las grandes inmobiliarias no han hecho bien su trabajo, ¿por qué debo yo pagarles sus deudas con mis impuestos o mis cotizaciones? ¿Es esto justo? ¿Qué clase de empresario se dedica a llorar prebendas de papá Estado? ¿Se les puede llamar empresarios?
Si predicamos la responsabilidad individual, no debemos olvidarnos de la igualmente básica responsabilidad empresarial.
Uno no puede dejar de pensar en lo mucho que la prensa ensalzó a cierto constructor propietario de yates de lujo y aviones pagados al contado, de su famosa ciudad, de su ejemplo como hombre hecho a sí mismo que llega a lo más alto. También recuerdo las insinuaciones de cómo llegó a construír dicha ciudad...¿y ahora resulta que el Estado debe ayudar a este tipo de personas porque "no llegan a fin de mes"? Señores, un poco de seriedad. Todos sabemos que los impuestos son, en su gran mayoría una manera de despojo legal a los ciudadanos para despilfarrar el dinero en numerosas prebendas y privilegios de las castas políticas. Todos sabemos que los impuestos generan frustración en la medida en que vemos a diario que sólo sirven a intereses de lobbys y minorías. Pero hasta ahora, no habíamos visto nada tan descarado e irritante. El rico "despojando" al pobre, las grandes fortunas "llorando" al Estado para que alivie sus crisis...y pasándole la factura a los ciudadanos de a pie. ¿Pero hasta cuándo soportaremos ésto?
Un consejo: cuando llegue fin de mes, y el dinero escasee, acuérdese el votante de que las dificultades económicas consecuencia del pago de su hipoteca, tienen una clara justificación solidaria: parte de sus impuestos irá a parar a quienes le vendieron esa casa que tanto le cuesta pagar...porque la pobre constructora que a usted le vendió el piso no llega a fin de mes....igualito que usted, ¿verdad? ¡Vamos hombre, no sea egoísta! Ya se sabe, hoy por tí....y mañana...¡ah mañana Dios dirá!.

Saludos liberales.

lunes, 5 de mayo de 2008

Los liberales y conservadores se van...a Inglaterra

Este fin de semana no me podía quitar de la cabeza una bella ciudad llamada Elche...
Resulta que, mire usted, en unas lejanas islas a las que ningún político español suele mirar, han ganado las elecciones municipales los partidos conservador y liberal. Y las han ganado con un liderazgo joven, con personajes mediáticos, y con ideas.
Y andan en esas islas alucinados por la contundente derrota de los socialistas y la apabullante victoria de los liberal-conservadores. No encuentran parangón, y repiten que este cambio ya no lo para nadie.
Y yo, ingenuo de mí, pienso: ¿No se habrán ido los liberales y los conservadores, animados por el espíritu de Elche, al partido Liberal y al partido Conservador...de Inglaterra? ¡A ver si el exilio va a terminar siendo la Pérfida Albión...con lo feliz que me hacía yo en Miami!
Saludos liberales.

Enviado usando Real Mail de Vodafone.

viernes, 2 de mayo de 2008

Dos de mayo... de 2008


Doscientos años, doscientos, y parece ayer. Doscientos años desde la culminación patriótica de la conciencia de nación, y parece ayer. Dos siglos plagados de vaivenes, de idas y venidas, de soluciones de último momento, de iluminados líderes, de constituciones convertidas en papel mojado al minuto siguiente de su promulgación. ¿Hemos cambiado?
Para algunos, la invasión francesa es vista como una oportunidad histórica del progreso de España, del camino hacia una sociedad moderna e ilustrada. Olvidan un pequeño concepto: que España fué ilustrada desde hace siglos, fué faro y guía del mundo antes aún de la misma existencia del jovenzuelo país francés. Olvidan también que en España se forjó una idea liberal de la sociedad, desde Salamanca hacia el mundo, antes aún de que semejantes osadías se vieran por otros lares. Pero estos defensores del afrancesamiento, olvidan algo esencial en todo este asunto: ¿modernidad? Sí. ¿Progreso? Sí. Pero nunca a costa de nuestra Libertad. Nunca a costa de la pérdida de la soberanía. Defender lo contrario es defender la traición.
En última instancia, resulta patético ver a la actual vicepresidenta del gobierno de la nación que se levantó en armas para defender su Libertad hace hoy doscientos años, optar por el afrancesamiento. Y digo que resulta patético porque olvida la vicepresidenta que la opción liberal, la opción de igualdad de ciudadanos, de unidad de la patria, existía ya en España y se plasmó en la Constitución de Cádiz de 1812. Y sin necesidad de rendirse al invasor. Y olvida algo todavía peor: que su gobierno es la antítesis del planteamiento, no ya afrancesado, sino liberal. ¿Defiende de la Vega la igualdad de los españoles como ciudadanos libres y la igualdad de sus territorios? ¿Defiende de la Vega la abolición de los privilegios? ¿Defiende el centralismo francés? ¿Defiende de la Vega la Propiedad como principio esencial?¿La libertad civil? No y doscientas veces no. Desengañémonos: el gobierno de ZP hubiera colaborado con los franceses en el "apaciguamiento" de Madrid, o hubiera pactado entregar la corona a cambio de la "pá del corrá". Conclusión: afrancesados en el sentido de feminizados o cobardones, y absolutistas en el sentido de atornillar las conciencias de los ciudadanos suprimiendo cualquier atisbo de libertad civil que se oponga a sus dictados.
Pero volvamos a 1808. Mejor mirar ese espejo y no el telediario...¿qué podemos aprender del levantamiento? Algo esencial: la sociedad civil es la base de la nación. Y, como decía Antonio de Campmany y Montpalau, "sin nación no hay Patria". Y aquí es donde 1808, la Pepa y la Guerra de Independencia toma todo el valor actual. En una sociedad donde la clase política se mira constantemente al ombligo, donde unos optan por el Liberticidio y otros por ponerse de perfil ante las tropelías gubernamentales, en una sociedad donde las opciones mayoritarias cada vez gozan de menos ámbito público que las minoritarias, en una sociedad donde se nos quiere imponer cómo pensar, cómo hablar, cómo educar a nuestros hijos, sólo cabe una respuesta: la rebelión cívica.
Hoy Francia es Educación para la Ciudadanía; hoy Francia es el Estatuto de Cataluña; hoy Francia es la opresión naZionalista y/o terrorista; hoy Francia es la falta de alternativa en las opciones políticas; hoy Francia es la exaltación de lo que nos separa. Y hoy, como ayer, es decir, como hace doscientos años, ha de ser el pueblo llano, hoy entendido como el ciudadano libre, el que debe prender la llama de la Libertad. Si los valientes patriotas de hace doscientos años empuñaron palos, piedras y cuchillos jamoneros contra el francés, empuñemos ahora los principios y la dialéctica contra el napoleónico ejército mediático. Si los valientes patriotas de hace doscientos años sustituyeron al ejército sumiso y aburguesado y tomaron el relevo en la defensa de su Patria, tomemos nosotros, ciudadanos libres, los partidos aburguesados y sumisos, sedientos de prebendas y sillones calientes.Si los valientes patriotas de hace doscientos años luchaban en guerrillas cual mosquitos en la selva, contra los ejércitos imperiales, luchemos los ciudadanos libres hoy en "guerrillas cívicas", plataformas, asociaciones, y "piquemos" a los ejércitos imperiales allá donde sus soldados no puedan alcanzarnos. Porque hoy, como hace doscientos años, se trata de España, se trata de la Libertad.
Doscientos años, doscientos, y nos hacemos una vez más la misma pregunta: ¿deberá el pueblo nuevamente tomar las riendas de su destino, olvidado por unos, y hostigado por otros? ¿Hemos cambiado? Una última reflexión: secuestran en Somalia un pesquero con ciudadanos españoles a bordo. ¿Qué hace nuestro gobierno? Ceder al chantaje, y renunciar a nuestra legítima defensa, humillando a la Armada y enorgulleciéndose de la cobardía y la humillación. ¿Será éste el afrancesamiento que tanto gusta a nuestra vicepresidencia? ¡Muerte al francés!¡Viva la Pepa!
Saludos liberales.