viernes, 5 de diciembre de 2008

Nacionalismo y terror

Un nuevo asesinato de ETA. Sobran las palabras. Escasean los hechos. Más allá de declaraciones grandilocuentes y grandes gestos, la nada. Nada se mueve, nada cambia. El nacionalismo (EA, Aralar, PNV) sigue impertérrito su camino, echa a un lado el último cadáver, y se remanga para disputarse los restos políticos de sus clones batasunos de ANV.

En estas tierras nuestras, el BNG saca pecho y se viste con sus mejores galas, que incluyen el pañuelito palestino y la apropiación indebida de gaitas y folclore “celta”. Nuestros abertzales galaico portugueses no han esperado ni 24 horas para mostrar a las claras, con el cadáver humeante del último sacrificio humano de la ideología nacionalista antiespañola (y perdonen la redundancia), que comparten lemas y esquemas mentales con los “gudaris” etarras.

No contentos con organizar un acto de homenaje a dos terroristas condenados por colocar bombas en Santiago de Compostela, despliegan en esta misma ciudad, de incuestionable españolidad histórica, una enorme bandera independentista, proclamando la lucha por el derecho de “autodeterminación” del pueblo gallego.

Y ya se sabe: el pueblo gallego son ellos, a pesar de que no han conseguido jamás, no ya ganar unas elecciones, sino alcanzar apenas el 25 % de los votos de “su propio pueblo”…No obstante alguien les otorga un poder que no merecen. Un ejemplo: el periódico que da esta noticia la redacta en gallego, como si gallego y nacionalismo tuvieran que ir, indefectiblemente, de la mano. Ya nos conocemos la historia: lo español es ajeno. Lo galleguizante es lo propio.

Dice la representante de esa cosa llamada Galiza Nova (¿o Supernova?) que Galicia no decide hoy cuál es su destino. Error: Galicia lo decide cada cuatro años en la elecciones autonómicas y, sobretodo, cada cuatro años en las elecciones generales. Y lo decide muy claramente: de manera constante y abrumadora, el pueblo gallego le da la espalda a las opciones nacionalistas. Es duro, supernovas, pero la vida es así. Dicen los abertzales galaico-portugueses que el independentismo es necesario para subir la “autoestima” de los gallegos. Esta parte la entiendo. No me extraña que los nacionalistas la tengan por los suelos. Debe ser muy duro identificar Galicia con nacionalismo, creérselo ciegamente, y despertarse cada lunes después de unas elecciones y descubrir la cruda realidad.

Pero el carácter esperpéntico y absurdo de las reivindicaciones de los cachorros “bloqueros” no dejaría de ser una anécdota más de la frustración del perdedor, sino fuera porque sus ideas son el germen de la intolerancia, de la radicalidad, y de su manifestación más sangrienta: el terrorismo. El nacionalismo es la única ideología, junto con el fundamentalismo religioso, que sirve de base intelectual para el asesinato. Y por las mismas razones: no admite términos medios, no respeta al disidente. Los “infieles” españoles merecen toda suerte de desprecios, se les cosifica, y en última instancia, se les “elimina” social y físicamente.

Es cierto, por último, que no todos los nacionalistas son terroristas. Pero no es menos cierto que todos los terroristas son nacionalistas.

Salud y Libertad

martes, 4 de noviembre de 2008

La Libertad traicionada

Corren malos tiempos para la sociedad abierta. Para algunos, ahora toma verdadero sentido la palabra Libertad. Para la inmensa mayoría eso vuelve a sonar a "libertinaje" y a "radicalismo". Es mucho mejor que nos guíen en el pesebre. ¿Para qué ser libre? ¡Mucho mejor estar a cubierto! ¿Para qué enfrentarse a Al Capone si bajo su protección estaremos seguros? ¡Qué mas da que nos convirtamos en sus esclavos! Éste es el nuevo/viejo pensamiento único: el miedo a la libertad.

ZP exprimiendo a los que supieron ser precavidos, para pagar a los que se echaron al monte endeudándose a sabiendas de que no podrían pagar a la más mínima turbulencia. La Fiscalía renunciando a pedir la condena de quienes queman imágenes del Rey de España a la luz de todo el que los quiera ver. ¿Y USA? A punto de elegir a un predicador de la debilidad, a un personaje a priori siniestro que pretende, nada más y nada menos, que "una nueva américa".


Con todo, lo más triste es la renuncia, o ya traición, de una buena parte del sector otrora liberal-conservador, y hoy simplemente conservador-socialista. Apena ver cómo se jalea al gobierno para que no se "quede corto" con las medidas intervencionistas. Asusta ver cómo nadie dice en público que no se puede solucionar un problema reiterando y aumentando las medidas que han causado el problema mismo.

Es algo cíclico: los mismos que ahora denostan la libertad y la responsabilidad (por ejemplo, los que se abstienen de defender que los que no han actuado correctamente purguen sus penas y no se las trasladen a los demás, "socializando el fracaso"), verán con pavor a dónde les habrán conducido en no mucho tiempo sus contínuas renuncias. Porque, por desgracia, ahora, los inexistentes contrapesos al poder harán que el camino hacia el totalitarismo sean tan rápido como silencioso y eficaz. No habrá tanques, pero habrá titulares; no habrá policía política, habrá "titiriteros"...


Y en esas estamos. Vienen tiempos duros para aquéllos que defendemos, y defenderemos siempre, que la Libertad es el bien supremo a proteger. Toca predicar en el desierto mediático del neo-socialismo de izquierdas y de derechas. Pero a pesar del panorama, es necesario mandar un claro mensaje: no abandonaremos el fuerte. Algunos no nos cansaremos de repetir que es necesario una regeneración profunda de la política española, que es necesario que emerja una nueva clase política joven e ilusionada, sin complejos históricos o ideológicos. Es necesario que la política vuelva a dotarse de contenido, de ideas, de ilusión, de riesgo. En algún momento, habremos de abandoar esta política caciquil, miedosa y entreguista que tiene verdadera aversión a la libertad y a la independencia de criterio. Hoy la alternativa es, en el mejor de los casos, un neo-socialismo conservador amable y "un poco menos" liberticida. Es más necesario que nunca, pues, una verdadera revolución social y ciudadana que despierte a España del letargo, y cambie el natural desenlace de una politica liberticida: el totalitarismo. Seguiremos en las trincheras.

Salud y Libertad.




domingo, 12 de octubre de 2008

12 de octubre de 2008

(Discurso del día de España y de la Hispanidad frente a la bandera nacional en La Coruña):

Queridos compatriotas

Hoy, 12 de octubre de 2008, día de España y de la Hispanidad, nos reunimos para reivindicar el concepto positivo de unidad, de solidaridad, de afectos comunes entre los ciudadanos que forman parte de la cultura española. La hispanidad es un concepto positivo que debemos fortalecer entre todos. La unión, la solidaridad y el sentimiento de pertenencia a una cultura hispana no están ni han de estar jamás manchados de política, intereses partidistas o coyunturas internacionales. No se trata de política, se trata de seres humanos.

Como españoles, el día de la Hispanidad es un motivo de reconocimiento a nuestro papel en la historia, asumiendo sin complejos nuestra cultura e influencia en todo el mundo, con sus errores y sus aciertos. Pero sobretodo, hemos de tomar conciencia de nuestra responsabilidad como pueblo, de nuestra comunión con el resto de pueblos de habla hispana con quienes tanto hemos compartido durante siglos, y con quienes tanto compartimos hoy en día.

Es momento de reconocer y asumir que el legado de la hispanidad toma más fuerza que nunca en el siglo XXI. Es justo reconocer que, mientras en España muchos se empeñan en retroceder, nuestros hermanos ultramar han sabido recoger el testigo de la hispanidad y enriquecerlo sin complejos. Sin duda alguna, la lengua española florece al otro lado del Atlántico gracias a nuestros hermanos americanos.

Sea como fuere, la Hispanidad vive un momento de autoafirmación en el mundo entero. Por ello, más de quinientos años después, con nuestros aciertos y errores, sería absurdo que, en lugar de capitanear el resurgimiento de la cultura hispana en todo el planeta, nos empeñáramos en discutir, precisamente en España, su misma existencia.

Queridos amigos,

Se cumple este año el bicentenario de la Guerra de la Independencia. Y precisamente hoy se hace necesario recordar, y rendir justo homenaje a quienes hace doscientos años lucharon juntos, en las calles, codo con codo, desde Madrid a La Coruña, desde San Sebastián a Barcelona, desde León a Cádiz.
Ellos lucharon y murieron por defender la soberanía de nuestra nación. Lucharon y murieron por defender la libertad, el derecho a elegir nuestro propio destino, aún a riesgo de equivocarnos en la elección.

En definitiva, los héroes de Cádiz lucharon por nuestra supervivencia como nación. No en vano aquí, en La Coruña, el 30 de mayo de 1808 la ciudad se alzó contra el invasor al grito de ¡españoles somos todos! Sirva este pequeño acto como homenaje a los patriotas coruñeses de hace doscientos años y a todos los que han dado su vida en el empeño de construír una España mejor.

Queridos amigos,

No nos cansaremos de repetir que sentirse español no es un acto político. Es un acto de generosidad, de solidaridad, de complicidad y fraternalismo. Sentirse español es compartir, es tejer una red de afectos entre las personas, entre los individuos, por encima de las castas, de las coacciones o de los intereses de los políticos de turno. Por eso sentirse español es algo abierto y no excluyente, ser español es ser tolerante, y no sectario. Y esa manera de ser, esa forma de entender el mundo, de dejar un pedacito de cada español allá dónde cada español pasa, es lo que ha conformado una seña de identidad, la Hispanidad, cuyo día hoy celebramos.

Somos una gran nación de ciudadanos libres e iguales ante la ley, amparados por la Constitución de 1978 y unidos en torno a nuestra bandera y nuestro Rey. Y ésta nación se ve perfectamente representada en este monumento, en esta bandera. Porque eso es lo que simboliza la enseña nacional: Libertad, Unidad, Democracia y Justicia. Por ella, por lo que representa, por las personas que han dado su vida por defenderla, fuese cual fuese su motivación o ideología, por los ciudadanos, por la Libertad, alcemos la voz y gritemos juntos:

¡VIVA ESPAÑA!

Francisco J. Fernández Tarrío

lunes, 6 de octubre de 2008

SOCIALISMO Y LIBERALISMO (II)

En este momento de crisis y de pánico generalizado sería bueno reflexionar sobre cuál es el origen del mal para abordar con seriedad las medidas a adoptar en el futuro.

Según las tesis socialistas, la reciente crisis financiera de USA es consecuencia del “capitalismo salvaje” y de haber dejado campar a sus anchas a los agentes financieros sin la intervención pública. De ahí, la izquierda extrae inmediatamente la conclusión con la que lleva soñando desde 1989: no sólo el socialismo no ha muerto, sino que es el capitalismo el que ha demostrado su ineptitud, por tanto el modelo capitalista es un modelo injusto y fracasado, y debemos dejarlo atrás.

Lo que ocurre es que la realidad es tozuda, por mucho que algunos medios se empeñen en ocultarla. La causa de la crisis financiera USA tiene a mi juicio dos factores ligados entre sí como causa y consecuencia:

1.- Un conjunto de decisiones políticas públicas consistentes en intervenir el libre mercado para “garantizar” el acceso de todas las familias a una vivienda. ¿Cómo? Muy sencillo: otorgando garantías públicas a las entidades que autorizaban hipotecas impagables y rebajando los tipos de interés desde la Reserva Federal. Es decir, se elaboró un plan económico dirigido a conseguir un resultado utilizando como medio o instrumento la intervención directa del Estado en el mercado. ¿Es esto capitalismo?

2.- La consecuencia de lo anterior se acaba de ver en toda su crudeza. Si los agentes financieros, acostumbrados, en principio, a asumir las consecuencias de sus riesgos, saben con certeza que el gobierno acudirá al rescate en el caso de que la apuesta salga mal, ¿cómo creen ustedes que actuarán? Doblarán la apuesta, jugarán doble o nada. No importa: si perdemos la apuesta, la banca repone las fichas al final del juego.

Por tanto, la crisis tiene a mi entender dos factores: uno económico, directamente ligado a la ineficiencia demostrada de la intervención del Estado para “corregir” las supuestas injusticias del mercado; y otro psicológico, o más bien moral: si se diluye la responsabilidad en un tercero, las elecciones o decisiones serán cada vez más y más egoístas.

Y aquí llegamos a la conclusión: es precisamente la intervención estatal la que causa una distorsión moral en el mercado, pues éste, si opera libremente, castiga sin piedad a quienes toman decisiones antieconómicas y no permite la impunidad empresarial. Y esto lo saben bien los inversores.

Por tanto, desde una óptica liberal, la responsabilidad no es delegable en el Estado. Si cada uno debe asumir las consecuencias de sus elecciones, los inversores se cuidarán muy mucho de apostarlo todo a una sóla carta.

Alguien dirá que a pesar de todo hay quien trata de sacar el máximo partido a su negocio a costa de hundir al de enfrente. Cierto. Existen personas inmorales. Pero en esto, también hay sustanciales diferencias entre el socialismo y el liberalismo, estando éste último más próximo al conservadurismo en esa cuestión: la moral. Pero eso merece otra reflexión.

Salud y Libertad

lunes, 15 de septiembre de 2008

La democracia no es partitocracia

Asistimos a un fenómeno de consecuencias funestas: la confusión de democracia con partitocracia. La democracia es, en esencia, el gobierno del pueblo. Pero esto no quiere decir necesariamente que todas las decisiones tengan que ser adoptadas siguiendo el patrón de las mayorías parlamentarias, imponiendo los porcentajes de representación en el Parlamento a todos los poderes del Estado o sus órganos de control. La extensión de las mayorías parlamentarias a instituciones como el CGPJ, el TC, u otras, supone, de facto, el aumento del poder real de los partidos, en detrimento del poder real de los ciudadanos, y tiene la perversa consecuencia de conseguir exactamente lo contrario de lo que debería: en lugar de limitar el poder, estableciendo un control efectivo de unos poderes por otros y facilitando además la normal alternancia en el poder, se consigue la mayor concentración posible de poder en manos del partido gobernante, que, indefectiblemente cortará el paso a toda alternancia democrática.

Si los partidos políticos designan el gobierno de los jueces, aquéllos habrán vampirizado el poder de éstos, de tal manera que el único poder del Estado que podría parar los pies a los políticos en sus desmanes, despojos e incluso crímenes, queda sometido, de iure y de facto a esos propios políticos.

Yo creo firmemente que si el Poder Judicial es tal, ha de ejercer de tal, y por tanto, ha de diferenciarse totalmente del Poder Legislativo, y, no digamos, del Poder Ejecutivo, eligiendo a su órgano de gobierno sin interferencias políticas de ninguna clase. Lo contrario, la elección de los jueces por los partidos, es, digámoslo claramente, el secuestro político del Poder Judicial. ¿Quién va a creer que un juez propuesto por el PP o el PSOE va actuar contra aquéllos que le han aupado a su sillón? Lo veremos pronto.

No debemos olvidar que el Poder Judicial es, en última instancia, el que verdaderamente protege al ciudadano de los desmanes del poder, garantizando la independencia de los jueces y la igualdad ante la Ley. Son los jueces la última esperanza de los ciudadanos ante la poderosa Administración. Si cae el poder judicial, cae sin duda el poder ciudadano. No quedará al individuo ni un atisbo de esperanza al denunciar las tropelías del poder. Si los ciudadanos empezamos a percibir que no se pueden denunciar según qué cosas porque los directamente perjudicados por las ilegalidades de otros podemos ser nosotros mismos por el simple hecho de denunciarlas, la democracia habrá dejado de existir.

Digámoslo con claridad: la democracia no es partitocracia. La democracia no es la injerencia de los partidos políticos en todas las decisiones del Estado y la sociedad. Un sistema en el que el partido gobernante, elegido democráticamente, tiene todas las llaves del Estado e impone su criterio en todos los poderes estatales, suplantando al Parlamento y al Poder Judicial, con el suicida beneplácito del partido que, ilusamente, pretende “heredar” el poder, es un sistema abocado, irremediablemente, a una dictadura más o menos encubierta.

Salud y Libertad

viernes, 5 de septiembre de 2008

Socialismo y Liberalismo (I)

Con la que se nos viene encima, conviene más que nunca poner los puntos sobre las íes en lo que a políticas públicas se refiere. Que padecemos una crisis económica sin precedentes para la mayoría de los españoles, acostumbrados a la opulencia artificialmente creada por el crédito "sin crédito", es innegable. Que padecemos un gobierno incompetente en el mejor de los casos, y claramente malvado en otros, empieza a ser evidente para la mayoría de los ciudadanos librepensantes que gasten siquiera sea unos minutos en reflexionar sobre el tema. Bien es verdad que otros simplemente esperan ansiosos la décima edición de Gran Hermano...en fin.



Pues bien, al hilo del actual panorama político-económico español, se hace necesario dejar claros ciertos puntos que, a pesar de su evidencia, no son del todo conocidos:



1.- Existen ciertos personajes mediáticos y gubernamentales que afirman que existe una clara contradicción entre los liberales: si defendemos la no injerencia del estado en la economía, ¿por qué le exigimos al Gobierno que intervenga? Bien, primera aclaración. Cuando el liberal se refiere a que el Gobierno "haga algo" no ha de deducirse que solicita la "intervención directa" del Estado en la economía, sino, precisamente, que proponga las reformas necesarias de carácter estructural para que sea el propio mercado el que se reajuste. ¿Cómo? Simplificando procesos, persiguiendo la corrupción administrativa, y liberalizando sectores con regulaciones claras y de obligado cumplimiento para los actores económicos, lo que se traduce en una valiente fiscalización de la economía a través de organismos de control independientes.



Por poner un ejemplo: la construcción está en crisis por un claro desajuste estructural provocado por interferencias en el libre mercado tales como el farragoso sistema administrativo de ordenación del territorio español, planificador hasta la náusea, lo que retrasa y eleva el coste en función de clientelismo municipal en forma de oscura financiación de políticos y partidos; la temeridad en la concesión de financiación de la Banca, y muy especialmente de las Cajas de Ahorro tanto a empresas como a consumidores, con su consecuencia de aumento de precio final de los inmuebles, pero no así de su valor real, y la consecuente pérdida del valor real de la garantía hipotecaria); y la natural aceptación del dinero fácil por parte de los consumidores, que también han de asumir cierta culpa al pretender bienes que no podían pagar a cuenta de créditos hipotecarios que se firmaban con la argumentación del "malo será" o del "vendo el piso y le gano el 150 % en dos años".



¿Qué solución ha de tomar el gobierno? A juicio de un liberal, permitir que el mercado se reajuste automáticamente y por tanto, regulando con transparencia el sector, simplificando el proceso de urbanización, liberando definitiva y totalmente el suelo, y vigilando de cerca a los bancos, y muy especialmente a las Cajas de Ahorro. Es decir, que el Estado retire sus sucias manos del sector, y se limite a fiscalizar y a facilitar el negocio inmobiliario dotándolo de transparencia y libertad y persiguiendo decididamente la corrupción rampante a nivel municipal en la concesión de licencias, en la ordenación del territorio, en los Planes Generales...



¿Qué propone el gobierno? O bien rescatar a las grandes empresas a través de financiación pública directa, vía ICO, lo que intentó hace meses, o bien financiar públicamente la deuda de las empresas comprando suelo a éstas para ejecutar en ese suelo viviendas de protección oficial (VPO). Es decir, convertir al Estado en un actor directo en el sector. Como siempre, los pobres ciudadanos financiando a las grandes fortunas. ¿Es ésta una medida de carácter social? Eso sin entrar a valorar qué demonios se hace con el excedente de obra ejecutada existente en España: si sobran pisos construídos...¿debe el gobierno construír aún más, aunque sean VPO? ¿Qué pasará con los ya construídos? Una vez más el Estado causará más problemas de los que trata de resolver.



2.- Las arcas del Estado y de la Seguridad Social se resienten. Es decir, cada vez hay menos dinero público, porque cada vez se genera menos dinero en el sector privado al mismo tiempo que se despilfarra en los presupuestos del Estado las CCAA y los Ayuntamientos. Y no hay que ser un lince para deducir de dónde sale el dinero público: de los impuestos, o sea, de los contribuyentes, sean éstos personas físicas o jurídicas. ¿Qué propone el Gobierno? Más gasto público. Es decir, gastar dinero de las cuentas públicas improductivas en su mayoría, para tapar agujeros en el sector privado (léase ayudas sociales, 400 €, ayudas por hijo, ayudas al alquiler, vivienda pública, guarderías públicas, obras públicas...). Si habíamos deducido que el dinero público se genera vía impuestos de los contribuyentes, y éste se dedica a tapar los agujeros de productividad del sector privado, es inevitable la consecuencia: se oculta el problema con el dinero de todos, y éste continúa agravándose. Siguiendo la más lógica elemental llegará el momento en el que, seriamente mermados o, incluso, agotados los recursos públicos, y no habiendo solucionado el problema real de falta de competitividad y productividad del sector privado, habrá que tomar la más típica de las soluciones socialistas de todos los tiempos: SUBIR LOS IMPUESTOS para seguir con las políticas "sociales". Una vez más, la sociedad civil pagará el pato por partida doble: sus contribuciones públicas serán despilfarradas para "parchear" el problema real de la economía española, y cuando se vean abocados a una pérdida de poder aquisitivo, verán cómo, sin el menor pudor, los mismos que le han empobrecido le "despojarán" y exprimirán todavía más, vía impuestos.

¿Qué propone el Liberal? Todo lo contrario: austeridad en el gasto público, reduciéndolo a los mínimos exigibles de solidaridad, flexibilizar el mercado laboral, y BAJAR LOS IMPUESTOS, tanto a personas como, fundamental, a PYMES y grandes empresas. La consecuencia de estas políticas es también evidente: si el sector privado, es decir, trabajadores y empresas, ven liberada parte de su renta o beneficios vía impuestos, dispondrán de un plus de dinero que podrá adminsitrar mucho mejor que el despilfarrador Estado o CCAA o Ayuntamientos, por una sencilla razón: es suyo. El dinero de las empresas se moverá con mayor fluidez y la bajada de impuestos hará a éstas más competitivas en un entorno global de feroz competencia, atrayendo incluso nuevas inversiones. Es decir, el conjunto de la sociedad civil verá como se le deja abierta una puerta para la recuperación y el rearme de la economía, tanto familiar como empresarial. Finalmente, una de las muchas ventajas de estas políticas liberales es, paradójicamente, que suele ser una época de mayor recaudación pública, puesto que se produce un aumento de contrataciones lo que supone un aumento de recaudación vía cotizaciones e impuestos directos, y un aumento del consumo, lo que se traduce en una mayor recaudación vía impuestos indirectos. Por tanto, las arcas del Estado no sólo no recaudan menos, sino que recuperan su capacidad para invertir en políticas sociales básicas.

CONCLUSIÓN

Éstas son, entre otras muchas, diferencias básicas entre las políticas liberales, que creen en el individuo, en su autonomía y en su sabiduría en la gestión de sus propios recursos como la más eficaz de las armas para superar épocas de dificultades e incluso para evitarlas en gran medida, mientras las políticas socialistas, que creen en la divina intervención de papá Estado para administrar no sólo nuestra riqueza, sino también nuestra pobreza, acaban generando más paro, inflación, y una bajada real del nivel de vida de la mayoría.


Salud y Libertad.

lunes, 28 de julio de 2008

La responsabilidad de un líder

Existen dos tipos de políticos: los denominados "de raza" y los denominados "tecnócratas". Dicho de otro modo, existen políticos con ideas, que creen en ellas, que convencen e irradian confianza y carisma, y políticos sin más idea que "capear el temporal" y arrimarse al sol que más calienta. Éstos últimos son simplemente una clase más de parásito, pero con un efecto demoledor para la sociedad en la que se instalan, habida cuenta del poder e influencia que poseen, a pesar de su mediocridad e indigencia intelectual .

Los tecnócratas no creen en nada más que no sea la corriente mayoritaria del momento. Son equiparables a esos niñatos que sólo se guían por las modas del momento y lo mismo se proclaman un día "siniestros" que al día siguiente están bailando "batuka" como posesos. Todo con tal de que nadie los llame "raros" o "frikis" o los sometan a cordones sanitarios.

Por desgracia en España abundan más los políticos de la segunda clase que los de la primera. Si ahora impera la moda de hacerse "simpático" a los naZionalistas, pues se proclama el galleguismo, el vasquismo, la doble nacionalidad o la ensaimada como desayuno obligatorio. Todo vale con tal de parecer "a la moda".

Con todo, lo peor es la absoluta ceguera de los líderes de los partidos "presuntamente" nacionales. Olvidan con frecuencia, acaso porque no tienen ninguna idea propia, el enorme poder que ostentan. Olvidan una de las facetas más importantes del líder de una formación política: crear opinión, liderar opciones, aportar ideas propias y diferentes, arriesgar. Lo frustrante para una gran cantidad de ciudadanos es ver a diario cómo ciertos líderes dilapidan una fuerza social imponente, por simple pusilanimidad, por no creer en nada y, sobretodo, por no creer en ellos mismos. En definitiva, por no ser auténticos líderes.

Nuestros políticos profesionales olvidan con frecuencia que las masas no siguen, por lo general, al cobarde. Quizá porque si algo define a la masa, es, precisamente, la difuminación del riesgo amparada en el número. Las masas buscan confianza, liderazgo.

Muchos "opinadores" sostienen que el actual presidente del Gobierno es lerdo, totalitario, ineficiente, peligroso, mentiroso, sectario, extremista, radical...etc. Probablemente sea todo eso y más, pero hay algo de lo que ningún líder de la oposición parece darse cuenta: políticamente hablando, NO ES COBARDE. Para que no queden dudas de mi posición al respecto lo resumiré en una frase típica: la ignorancia es atrevida, al igual que la maldad. Otro tanto de lo mismo sucede con los naZionalismos: NUNCA SE ARREDRAN políticamente hablando. Están tan ideologizados que si no se les planta cara, lo infectan todo.

Por esta razón, a mi juicio, la oposición está llevando a cabo un suicidio político. Si uno se limita a imitar al valiente o al loco, sin oponer ideas radicalmente distintas, actuando de manera cobarde, será el valiente o el loco el que se lleve a la gente de calle tarde o temprano. Las guerras entre valientes y cobardes, las suelen ganar los primeros. Sólo una opción valiente es capaz de descabalgar a un político alocado, radical, sectario y peligroso, en su huída hacia adelante.

¿Y cuál es la receta de la "presunta" oposición al ataque furibundo de radicalismo socialista y naZionalismo totalitario (valga la redundancia)? LA IMITACION. ¿Que no está de moda defender la unidad de España? ¡Doble nacionalidad! ¿Que no está de moda defender la Libertad? ¡Pues todo el mundo a negar la enseñanza en español! ¿Que no está de moda decir LA Coruña? ¡Pues todos a defender los topónimos en gallego!

La consecuencia lógica del posicionamiento de los líderes políticos de partidos "presuntamente" españoles a favor de los naZionalismos es evidente: para evitar que una pequeñísima parte de la sociedad elija LIBREMENTE radicalizar su independentismo, pues todos a hacernos "un poco naZionalistas". ¿Cómo? Muy sencillo, con el doble lenguaje:

- El "galleguismo" "vasquismo" o "catalanismo", términos pura y simplemente NAZIONALISTAS, si no se acompañan NECESARIAMENTE de los contínuos alegatos a favor de ESPAÑA y de la ESPAÑOLIDAD de GALICIA, CATALUÑA Y PAIS VASCO.
- La definición identitaria de los gallegos con el gallego, los vascos con el vascuence y los catalanes con el catalán, y no con el español (lengua "propia" el gallego, vasco o catalán y no el castellano, y por tanto, ajena ésta última a Galicia, Cataluña o País Vasco).
- La contínua renuncia a festejar con LA MISMA INTENSIDAD el día de LA HISPANIDAD que el día de Galicia, Cataluña o País Vasco (¿dónde estaba el PPdG o el PPC el 12 de octubre?)
- La renuncia a defender EL DEBER CONSTITUCIONAL DEL CONOCIMIENTO DEL CASTELLANO
- La imposición de iure y de facto del deber de estudiar en gallego, catalán, vascuence o mallorquín.
- Las contínuas apelaciones a España como algo extraño y ajeno a comunidades como Galicia, Cataluña o País Vasco a la que éstas pertenecen, "porque si no fuese así Galicia sería una isla económica" (ANF dixit)
- La equiparación del sentimiento español de los gallegos al sentimiento "europeo y americano".
- La defensa de una doble "nacionalidad" galaico-española.

Todas estas opciones políticas, defendidas sin rubor por líderes de partidos "presuntamente" españoles entrañan una enorme e histórica responsabilidad:

Por un lado, están dirigidas a romper definitivamente lazos con un concepto unitario de la nación española. Nótese que hablo de "concepto unitario de nación" no de centralismo, puesto que nuestra nación YA ESTÁ DESCENTRALIZADA en autonomías. Ese debate ya está ampliamente superado. En lo que estamos es en destruír el concepto mismo de nación española. Y a esto se suman alegremente los otrora defensores de la unidad de España, acaso porque nunca creyeron en ella, acaso porque nunca creyeron en NADA que no sea su parasitismo y su coche oficial.

Por otro lado, y esto es lo más grave de todo, se trata de una traición al poder que se ha depositado por miles de afiliados en estos líderes políticos. No se puede acceder a la presidencia de un partido con los votos de miles de personas que creen en España como nación ÚNICA, descentralizada política y administrativamente en Comunidades Autónomas, para automáticamente dedicarse a imponer desde la base una idea de España en plano de igualdad, o incluso ajena a la idea de Galicia, de Cataluña o del País Vasco.

No se puede llegar con los votos de gente que se siente española, y por tanto gallega, o gallega y por tanto, española, y pretender una idea de Galicia como nación asociada a algo abstracto denominado España por no se sabe bien qué motivos económicos o interesados. No se puede justificar la españolidad de Galicia en su dependencia económica del resto de España, o decirle a los jóvenes que sentirse español en Galicia es igual que sentirse europeo o americano. Eso es deconstruír el concepto de nación española y dar la espalda a la base histórico-social del partido que te ha elegido como representante.

¿Se imaginan que los socios del Real Madrid pusieran al frente del club a alguien que utilizase sistemáticamente la entidad merengue para inculcar a sus jóvenes canteranos la grandeza deportiva del Barcelona y las culpas históricas del Real Madrid, comprando árbitros y robando copas desde El Pardo... ?

No se puede emponzoñar las mentes de jóvenes ilusionados en hacer política dentro de un gran partido nacional con complejos sobre la defensa de la nación en la que creen o la defensa de la Libertad que están perdiendo en nombre de no se qué señas identitarias regionales. Porque en estos temas NO EXISTEN LOS MENSAJES AMBIGUOS. Hace tiempo que, por ejemplo en Galicia, los mensajes son claros: nada de España y mucho Galicia. Nada de defensa de la Libertad y mucha defensa del "galleguismo", de la "identidad gallega" y del "gallego en la sangre".

Es hora de dejar la cobardía, es hora de dejar de conformarse con ralentizar el ritmo de exterminio cultural de todo lo que huela a español e invertir la tendencia. Se trata de proponer políticas activas en defensa de lo que nos une, de lo que nos iguala a todos los ciudadanos en derechos y obligaciones, se trata de defender con firmeza que la mejor garantía de Libertad es la defensa de la nación española por ser ésta la única que no impone, por ser ésta la mejor garantía de respeto a los ciudadanos, a las personas. Respeto que se traduce en garantizar el aprendizaje de las lenguas cooficiales de ciertas regiones españolas, pero no su imposición. Respeto que se traduce en potenciar aquello que nos une y no lo que nos separa. Y hay algo que a todos une y que a nadie separa. Algo que para muchos ciudadanos significa la bandera española: la LIBERTAD, y su consecuencia, la IGUALDAD de sus ciudadanos, y el rechazo de los derechos de los territorios por encima de los derechos de las personas. España es sinónimo de Libertad y de Igualdad. Así de claro, así de simple.

Pero claro, para defender la Libertad, para remar contra corriente, hace falta coraje. Es fácil remar con la corriente a favor. Lo difícil es demostrar arrojo y valentía en tiempos difíciles. Es en estos momentos donde se forjan los grandes líderes...o los grandes parásitos.

jueves, 17 de julio de 2008

Alicia en el país de las maravillas

Menudo estreno el de Alicia Sánchez Camacho en el Partido Popular de Cataluña...Dice esta buena señora (impuesta a última hora por Génova, no lo olvidemos), que el castellano no está marginado en Cataluña. A continuación reconoce que el derecho de los padres a escolarizar en castellano a sus hijos en todo el territorio español no está garantizado. ¿Se puede hacer mayor ejercicio público de estulticia? Si no está garantizado, nada más y nada menos que el derecho a ser educado en la UNICA LENGUA DE OBLIGADO CONOCIMIENTO para todos los españoles, incluídos catalanes, vascos y gallegos, ¿cómo se puede afirmar que el castellano no está marginado?

Por otra parte, la señora Camacho, paracaidista de Génova, no se entera de que el Manifiesto por la Lengua Común, al igual que los movimientos cívicos (Galicia Bilingüe, Mesa por la Libertad Lingüística) no defienden el castellano, defienden LA LIBERTAD. Es indignante el complejo patético del partido popular en estos temas. No se conforma con MENTIR descaradamente a quienes sufrimos en nuestras carnes directamente la imposición como lengua vehicular de un idioma a nuestros niños. Ahora se ponen a la cabeza de los defensores de la "normalidad" en el peor sentido de la palabra. Señora Camacho, digamoslo claro: si usted defiende la "promoción" y "normalización" del uso del catalán al mismo nivel de obligatoriedad del castellano, está usted EN CONTRA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA.

Dice esta mujer que ella está por "defender el derecho a estudiar y aprender el castellano". Debería leerse la Constitución, artículo 3.1: "El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tiene el DEBER de conocerla y el derecho A USARLA." Por lo tanto, señora Sánchez Camacho, lo que ha de defender es el DEBER de conocimiento del castellano, es decir, defender la Constitución. Con eso, nos conformamos.

Habría que recordar aquí que ya en Galicia se interpuso en su día un Recurso ante el Tribunal Constitucional para evitar la obligatoriedad del aprendizaje del gallego (por cierto, lo interpuso el PSOE de Felipe González). Se tiene el derecho a hablar y estudiar el gallego, vasco o catalán, PERO NO LA OBLIGACIÓN DE SABERLO. Esto es algo que, de hecho y de derecho, el PP ha incumplido e incumple sistemáticamente en las comunidades bilingües. Y esto es algo que niegan todas las leyes de "normalización" lingüística.

Por último, no hace falta que la señora Camacho se vista de lo que no es: por mucho que se le llene la boca de España, si no la defiende y protege con medidas REALES y EFECTIVAS, y se dedica a ser una mixtura entre "españolismo" y "catalanismo" (esto lo dijo TEXTUALMENTE en Intereconomía TV, como si fueran extremos indeseables y equivalentes...), nos ESTÁ ENGAÑANDO. Es hora de decirlo alto y claro: si se cree en España ha de DEFENDERSE ESPAÑA, como nación UNICA, con una LENGUA COMÚN de obligado conocimiento para todos sus ciudadanos. Ésto no está reñido con el aprendizaje voluntario de las lenguas cooficiales en aquellos territorios donde coexistan con el castellano, aprendizaje que ha de estar garantizado, PERO NUNCA IMPUESTO. Se trata de ELEGIR, de ser LIBRES, RESPETANDO LA CONSTITUCION.

El gran engaño, la gran mascarada de la derecha centrista y centrífuga es disfrazar de patriotismo una concepción claramente antiespañola. España se hace, cada día, con cada ley que deshace privilegios, que proscriba los derechos de territorios y lenguas sobre las personas, con cada gramo de LIBERTAD que se devuelva a sus ciudadanos, únicos depositarios de derechos y obligaciones.

Las políticas de igualación de lenguas desiguales; las políticas de definición como lengua propia del gallego, vasco o catalán en sus territorios y su consecuencia lógica de etiquetar legal y moralmente de impropia la castellana; las políticas de "normalización", palabra LIBERTICIDA donde las haya, que trasluce una concepción totalitaria del Estado, que ha de "normalizar" a sus ciudadanos por considerarlos "anormales", todas estas políticas DESHACEN ESPAÑA. La prueba evidente es comprobar quiénes están más interesados en esta estrategia: ERC, BNG, PNV, PSC...¿creen ellos en España?

Si ésta es la nueva línea del partido popular en Cataluña, me temo lo peor. Si ésta es la concepción de España que los supuestos defensores de la misma tienen, es para echarse a temblar. ¿Qué nos queda a los que NO QUEREMOS que nuestros hijos estudien matemáticas, ciencias o cualquier otra asignatura en una lengua que no es la suya? ¿El PP? ¿Defiende el PP el bilingüísmo en las señalizaciones, en los topónimos, en las matrículas de los barcos...? DEMUESTRENLO.

Y señora Alicia, siga usted en su país de las maravillas, pero no nos diga que no pasa lo que sufrimos a diario miles de españoles en Galicia, Cataluña, País Vasco, Baleares...Haganos un favor: muestrenos un poco de respeto.

viernes, 11 de julio de 2008

Crisis...¿qué crisis?

Lleva el PP empeñado desde hace semanas en que zETApé utilice abiertamente la palabra "crisis" y no trate de esconderla bajo cincunloquios varios y variopintos que, a la sazón, suelen significar cosas peores que el simple término "crisis".
Lo realmente curioso del tema es que el propio PP hace EXACTAMENTE LO MISMO cuando se le pregunta por su "giro al centro de la nada". Va a ser que hasta en eso van a "mimetizarse" con el socialismo rampante del vallisoletano metido a leonés.
Si la dimisión de María San Gil y de los restantes miembros del PP vasco estos días no fueran suficientes, se debe añadir la "patochada" genovesa en Cataluña o la negativa de Rajoy a enfrentar los temas capitales de nuestra nación (si es que todavía se atreven a decir nación las huestes centristas) bajo la premisa de que sólo importa "la pela", o la hipócrita adhesión al Manifiesto por la Lengua Común mientras no se adopta NI UNA SÓLA POLÍTICA para recobrar la Libertad perdida en Cataluña, País Vasco o Galicia (cuando no se hace peor: se contribuye al liberticidio abiertamente como en Baleares), o la negativa a reconocer el derecho a objetar a EPC en Valencia.... ¿hay "crisis" señor Rajoy? ¿O será una "desaceleración creciente de la ideología popular provocada en gran medida por agentes exteriores al partido"?
Se podrían alegar muchas más cuestiones de orden doméstico que muchos militantes y simpatizantes podríamos añadir para que el caldo de la crisis se saliese literalmente de la olla popular, pero creo que, por respeto a lo que representa y por mi total apoyo a su valentía, la lectura de las siguientes líneas es mucho más clara de lo que yo alcance a escribir en mi modesto blog. Ahí os queda.
Salud y Libertad.

miércoles, 25 de junio de 2008

El triunfo moral...de la izquierda

Muchas cosas se pueden achacar a la Izquierda española, experta en mentir, pero en una cosa es meridianamente clara: no se averguenzan de lo que son y representan. Esta perogrullada resulta esencial en el actual marco político español. Mientras la izquierda, ideología causante de monumentales desaguisados y ruinas morales y físicas de millones de españoles y europeos, se enorgullece de ser como es, en España no se conoce un sólo político que se defina "de derechas" en público. Se ha abandonado toda lucha ideológica y se ha desertado de la defensa del modo de vida de la mayoría de los españoles. Y digo bien, la mayoría. Porque la mayoría de los españoles:

1.- Se siente español.
2.- Quieren iguales oportunidades para sus hijos.
3.- No les gusta que sus políticos prediquen socialismo y se llenen los bolsillos.
4.- Prefieren la vida a la muerte.
5.- Hablan español (y algunos español y gallego, vascuence o catalán)
6.- Quieren una España segura.
7.- Quieren que las leyes sean iguales para todos, sin privilegios.
8.- Creen en la familia.

Y si esto es así, ¿por qué a pesar de vivir de una manera más conservadora o liberal no votan al PP (lloran los genoveses)? Pues muy sencillo: porque nadie se toma la molestia de defender esos principios OPONIÉNDOLOS al socialismo rampante. Porque nuestra clase política se divide en dos: los trileros amparados en siglas de izquierdas o naZionalistas y los "pijines" que piensan que en la vida las cosas se consiguen sin trabajo, esfuerzo y sacrificio, y muchas veces trabajando para el medio o largo plazo.

Porque para convencer a alguien de algo, lo primero es saber qué se vende, luego adornarlo bien, y después no tener complejos ante la competencia. Esto lo sabe cualquier comercial que se precie. Pero no lo saben los lamemoquetas de la derecha española, más preocupados por si alguien les llama facha en Cuatro o la Sexta, que en vender que los verdaderos fachas son los que a menudo utilizan tal insulto.

Lo peor con diferencia es que nuestra clase política está realmente podrida, acostumbrada a pastar el presupuesto "manque" sea en la oposición. Aquí nadie se arriesga a perder un sueldito aseado por unos principios, sean éstos los que sean. Con la misma facilidad con que la Izquierda ha cambiado de principios (lo mismo apoya una dictadura - Primo de Rivera-, que da un golpe de Estado -1934-, que mata curas -1936-, que tortura o mata desde el Estado -GAL-, que roba el dinero del pueblo -FILESA, MARIANO RUBIO, ROLDÁN- o que se erige en paladín de la Democracia - ZP 2008-), la Derecha se ufana en que parezca que no tiene ninguno...más allá de lo listos que son en economía. Yo me planteo siempre la misma pregunta: Si usted tuviera un excelente contable que maneje como nadie su economía, pero con una vida completamente desordenada, bebedor empedernido, violento, con un odio cerrado a la familia tradicional: ¿le dejaría a cargo a su bebé o a su hija adolescente mientras usted va al supermercado o al cine de noche con su pareja? ¿Es todo economía? ¿Es LO MAS IMPORTANTE?

Las crisis económicas pasan, pero es bien triste que para que en España gobierne la Derecha, la gente se tenga que convencer de que son un mal menor, y les vote "con la nariz tapada". Pero lo realmente triste del asunto es que esa estrategia, que tan buenos resultados le ha dado a la izquierda (recordemos los años que han gobernado unos y otros desde 1978), ha sido diseñada...desde la propia derecha. ¡Y luego se preguntarán por qué han perdido votos! Ellos son los culpables.

El ciudadano medio española hará el siguiente razonamiento siguiendo las tesis de Mariano I el Centrista: "aquí a votar al PSOE hasta que no haya un duro en las arcas, y amor libre, aborto, eutanasia, lenguas vernáculas por un tubo, estatutos, voto inmigrante y rock an roll...y cuando estemos en crisis, votamos a los "pijines con master" durante cuatro añitos (no más eh! no vaya a ser que nos metan en una guerra o nos hagan rezar en clase) y cuando esto se enderece un poco....PSOE y Rock and Roll!!" ¿Les suena? Es la música que sale de las "brillantísimas" mentes de ciertos personajes de Génova 13.

miércoles, 11 de junio de 2008

¿Podemos?

Junio 2008, España: la huelga de los transportistas paraliza el país; el ejército garantiza la "seguridad" de la Expo de Zaragoza; la selección gana a Rusia como preludio de la eterna decepción; la oposición no existe salvo en la calle y ajena al partido que dícese es opuesto al gobierno; la Xunta de Galicia aprueba por unanimidad requerir a Puertos para que se utilicen los topónimos oficiales (es decir los gallegos); la ministra de "desigualdad" habla de miembros y "miembras"...¡vaya panorama! Por partes:



1.- El ministro del Interior SOCIALISTA erigido en azote de la clase trabajadora, apretando las tuercas con la policía y la guardia civil, a fin de que los trabajadores del sector no puedan manifestarse. Es curioso ver cómo un ministro SOCIALISTA se vuelca en impedir una manifestación de trabajadores contra el gobierno...sobretodo cuando no se puso el mismo celo en prohibir manifestaciones o ruedas de prensa batasunas o en perseguir terroristas no hace demasiado. ¡Ah Alfredo! ¡Sirves para un roto y un descosido! ¡Qué gran político! (en el peor sentido de la palabra)

2.- El ejército "garantiza" la seguridad de la Expo de Zaragoza en puntos claves como las vías del AVE, etc. Una vez más la España del esperpento. Millones de euros gastados en una exposición que habla maravillas del agua y de la necesidad de un reparto solidario de la misma en el mundo, y de la importancia esencial del líquido elemento....en una región donde se niegan por sistema a repartir su excedente fluvial con las comunidades más necesitadas...el mundo al revés. La región más EGOÍSTA E INSOLIDARIA dando lecciones de generosidad....a cuenta del presupuesto. Una vez más tirando dinero y recursos a mayor gloria de los trileros y buitres que organizan y se lucran con estos eventos a costa del presupuesto público...

3.- La selección gana a Rusia y.....mejor hablamos cuando lleguen los cuartos, y quiera Dios que lleguen...Lo que no deja de ser curioso es ese período de "carencia" de antipatriotismo de la izquierda. ¡Ah! ¡Claro! ¡Que hay que pasar por "caja"! Increíble lo de PRISA y CUATRO: durante un mes nos "conceden" graciosamente a los ciudadanos una sobredosis de patrioterismo (que no patriotismo, eh, que eso es de fachas y curas...), hasta con banderas y todo, ¡oiga!. Eso sí, una vez pase la Eurocopa, no se le ocurra ir a trabajar a CUATRO con una pulserita con la bandera española, que eso es de "Peperos fachas" (¿los hay que no lo sean?). Mientras dure el trinque, uy, quiero decir la EURO, todos con ESPAÑA, y hasta con Manolo el del Bombo. Ahora eso sí, no se le ocurra protestar por el Estatuto de Cataluña (perdón Catalunya), ni por la insolidaridad de la negativa a los trasvases, y no digamos por la enseñanza en castellano....eso, como hemos dicho, es de fachas. Aquí se siente uno español cuando lo mande el franquista Cebrián (uy, perdón, el comunista de toda la vida....). A pesar de todo, y por la carita de mal humor aldeano que deben tener IBA, QUIN, CAROD y compañía, bien merecen la pena los goles de VILLA. Ya sabéis: Asturias es España, lo demás....tierra conquistada....

4.- La oposición...¿existe? Pero si ni siquiera existe dentro del PP al aparato, ¿cómo demonios va a existir contra el Régimen? En fin, esto da para otro artículo, que en su momento habrá que abordar a fondo.

5.-La Xunta, aprobó por UNANIMIDAD, es decir con el apoyo de Núñez Feijoo, pedir la modificación de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante para que los nombres oficiales de capitanías marítimas, puertos y accidentes geográficos respeten la toponimia oficial, es decir la gallega. Un inciso: si las dos lenguas son oficiales, ¿por qué sólo una de ellas es toponimia "oficial"? Bueno, a lo que vamos: el bloque ha manifestado que con esta iniciativa se pretende evitar topónimos como El Ferrol, Isla de la Toja, Santa Eugenia de Ribeira o Villagarcía, que cambiaría su folio de matriculación de VILL a VIL.¡¡¡ Y EL PP ESTÁ DE ACUERDO!!! Tomemos nota algunos con tristeza de la realidad: el PPdG MARGINA AL ESPAÑOL tanto como el Bloque o el PSdG. Es triste. Es cierto.

6.- La ministra de "Igualdad" (ministerio que sin duda es el preludio del Ministerio de la Verdad Orwelliano) hablando de la "sexualidad" masculina, poniendo teléfonos para agresores y hablando de miembros y "miembras"... y excusándose en que estaba en Iberoamerica (por lo menos no dijo latinoamerica...) y que allá se decía así. Además de ignorante, prepotente y feminista, COBARDE. Y esto es lo que tenemos en España. Ministrillos de medio pelo y Ministrotes peligrosos.

¡Ay! ¡Viva er fúrbol! ¡Viva er Buenafuente (o el bonafont)! ¡Viva EXpaña (la selección, claro, que la bandera y la igualdad es de fachas! ¡Podemos!....¿qué podemos? ¡Da igual! ¡Podemos! ¡Y rock and roll!

jueves, 8 de mayo de 2008

El Estado al rescate...a costa del ciudadano

Planea hace meses en la opinión pública, como eterno globo sonda, el rumor de que el Estado, es decir, el Gobierno, pretende "aliviar" la crisis del sector inmobiliario vía líneas ICO o bien vía reservas del Estado. Es un viejo debate económico. Ante una crisis, ¿debe el Estado invertir su/nuestro dinero recaudado vía impuestos o cotizaciones para paliar la recesión económica? A mi entender, no sólo esta política es ineficiente en lo económico, por crear una situación ficticia mediante dinero público que sólo retrasaría la crisis a costa de que ésta explote con mayor virulencia pasado un tiempo (el viejo "pan para hoy y hambre para mañana"), sino que es una política profundamente INJUSTA. Se trata de primar con el dinero de todos a un sector víctima de su propia codicia. ¿Por qué hemos de ayudar a grandes constructoras o inmobiliarias ahora que su margen se reduce? ¿No han tenido años de sobreabundancia, de pelotazo constante, de construcción a crédito mientras los humildes ciudadanos se las veían para que su banco o caja les facilitase un mísero crédito para comprar un automóvil? ¿Qué mensaje se le envía al mundo empresarial? Sencillo: expriman el melón hasta que quede seco, que luego ya se lo reponemos nosotros a costa de los ciudadanos. ¿Dónde está la responsabilidad empresarial?¿Dónde la competencia? Si en España los grandes constructores o las grandes inmobiliarias no han hecho bien su trabajo, ¿por qué debo yo pagarles sus deudas con mis impuestos o mis cotizaciones? ¿Es esto justo? ¿Qué clase de empresario se dedica a llorar prebendas de papá Estado? ¿Se les puede llamar empresarios?
Si predicamos la responsabilidad individual, no debemos olvidarnos de la igualmente básica responsabilidad empresarial.
Uno no puede dejar de pensar en lo mucho que la prensa ensalzó a cierto constructor propietario de yates de lujo y aviones pagados al contado, de su famosa ciudad, de su ejemplo como hombre hecho a sí mismo que llega a lo más alto. También recuerdo las insinuaciones de cómo llegó a construír dicha ciudad...¿y ahora resulta que el Estado debe ayudar a este tipo de personas porque "no llegan a fin de mes"? Señores, un poco de seriedad. Todos sabemos que los impuestos son, en su gran mayoría una manera de despojo legal a los ciudadanos para despilfarrar el dinero en numerosas prebendas y privilegios de las castas políticas. Todos sabemos que los impuestos generan frustración en la medida en que vemos a diario que sólo sirven a intereses de lobbys y minorías. Pero hasta ahora, no habíamos visto nada tan descarado e irritante. El rico "despojando" al pobre, las grandes fortunas "llorando" al Estado para que alivie sus crisis...y pasándole la factura a los ciudadanos de a pie. ¿Pero hasta cuándo soportaremos ésto?
Un consejo: cuando llegue fin de mes, y el dinero escasee, acuérdese el votante de que las dificultades económicas consecuencia del pago de su hipoteca, tienen una clara justificación solidaria: parte de sus impuestos irá a parar a quienes le vendieron esa casa que tanto le cuesta pagar...porque la pobre constructora que a usted le vendió el piso no llega a fin de mes....igualito que usted, ¿verdad? ¡Vamos hombre, no sea egoísta! Ya se sabe, hoy por tí....y mañana...¡ah mañana Dios dirá!.

Saludos liberales.

lunes, 5 de mayo de 2008

Los liberales y conservadores se van...a Inglaterra

Este fin de semana no me podía quitar de la cabeza una bella ciudad llamada Elche...
Resulta que, mire usted, en unas lejanas islas a las que ningún político español suele mirar, han ganado las elecciones municipales los partidos conservador y liberal. Y las han ganado con un liderazgo joven, con personajes mediáticos, y con ideas.
Y andan en esas islas alucinados por la contundente derrota de los socialistas y la apabullante victoria de los liberal-conservadores. No encuentran parangón, y repiten que este cambio ya no lo para nadie.
Y yo, ingenuo de mí, pienso: ¿No se habrán ido los liberales y los conservadores, animados por el espíritu de Elche, al partido Liberal y al partido Conservador...de Inglaterra? ¡A ver si el exilio va a terminar siendo la Pérfida Albión...con lo feliz que me hacía yo en Miami!
Saludos liberales.

Enviado usando Real Mail de Vodafone.

viernes, 2 de mayo de 2008

Dos de mayo... de 2008


Doscientos años, doscientos, y parece ayer. Doscientos años desde la culminación patriótica de la conciencia de nación, y parece ayer. Dos siglos plagados de vaivenes, de idas y venidas, de soluciones de último momento, de iluminados líderes, de constituciones convertidas en papel mojado al minuto siguiente de su promulgación. ¿Hemos cambiado?
Para algunos, la invasión francesa es vista como una oportunidad histórica del progreso de España, del camino hacia una sociedad moderna e ilustrada. Olvidan un pequeño concepto: que España fué ilustrada desde hace siglos, fué faro y guía del mundo antes aún de la misma existencia del jovenzuelo país francés. Olvidan también que en España se forjó una idea liberal de la sociedad, desde Salamanca hacia el mundo, antes aún de que semejantes osadías se vieran por otros lares. Pero estos defensores del afrancesamiento, olvidan algo esencial en todo este asunto: ¿modernidad? Sí. ¿Progreso? Sí. Pero nunca a costa de nuestra Libertad. Nunca a costa de la pérdida de la soberanía. Defender lo contrario es defender la traición.
En última instancia, resulta patético ver a la actual vicepresidenta del gobierno de la nación que se levantó en armas para defender su Libertad hace hoy doscientos años, optar por el afrancesamiento. Y digo que resulta patético porque olvida la vicepresidenta que la opción liberal, la opción de igualdad de ciudadanos, de unidad de la patria, existía ya en España y se plasmó en la Constitución de Cádiz de 1812. Y sin necesidad de rendirse al invasor. Y olvida algo todavía peor: que su gobierno es la antítesis del planteamiento, no ya afrancesado, sino liberal. ¿Defiende de la Vega la igualdad de los españoles como ciudadanos libres y la igualdad de sus territorios? ¿Defiende de la Vega la abolición de los privilegios? ¿Defiende el centralismo francés? ¿Defiende de la Vega la Propiedad como principio esencial?¿La libertad civil? No y doscientas veces no. Desengañémonos: el gobierno de ZP hubiera colaborado con los franceses en el "apaciguamiento" de Madrid, o hubiera pactado entregar la corona a cambio de la "pá del corrá". Conclusión: afrancesados en el sentido de feminizados o cobardones, y absolutistas en el sentido de atornillar las conciencias de los ciudadanos suprimiendo cualquier atisbo de libertad civil que se oponga a sus dictados.
Pero volvamos a 1808. Mejor mirar ese espejo y no el telediario...¿qué podemos aprender del levantamiento? Algo esencial: la sociedad civil es la base de la nación. Y, como decía Antonio de Campmany y Montpalau, "sin nación no hay Patria". Y aquí es donde 1808, la Pepa y la Guerra de Independencia toma todo el valor actual. En una sociedad donde la clase política se mira constantemente al ombligo, donde unos optan por el Liberticidio y otros por ponerse de perfil ante las tropelías gubernamentales, en una sociedad donde las opciones mayoritarias cada vez gozan de menos ámbito público que las minoritarias, en una sociedad donde se nos quiere imponer cómo pensar, cómo hablar, cómo educar a nuestros hijos, sólo cabe una respuesta: la rebelión cívica.
Hoy Francia es Educación para la Ciudadanía; hoy Francia es el Estatuto de Cataluña; hoy Francia es la opresión naZionalista y/o terrorista; hoy Francia es la falta de alternativa en las opciones políticas; hoy Francia es la exaltación de lo que nos separa. Y hoy, como ayer, es decir, como hace doscientos años, ha de ser el pueblo llano, hoy entendido como el ciudadano libre, el que debe prender la llama de la Libertad. Si los valientes patriotas de hace doscientos años empuñaron palos, piedras y cuchillos jamoneros contra el francés, empuñemos ahora los principios y la dialéctica contra el napoleónico ejército mediático. Si los valientes patriotas de hace doscientos años sustituyeron al ejército sumiso y aburguesado y tomaron el relevo en la defensa de su Patria, tomemos nosotros, ciudadanos libres, los partidos aburguesados y sumisos, sedientos de prebendas y sillones calientes.Si los valientes patriotas de hace doscientos años luchaban en guerrillas cual mosquitos en la selva, contra los ejércitos imperiales, luchemos los ciudadanos libres hoy en "guerrillas cívicas", plataformas, asociaciones, y "piquemos" a los ejércitos imperiales allá donde sus soldados no puedan alcanzarnos. Porque hoy, como hace doscientos años, se trata de España, se trata de la Libertad.
Doscientos años, doscientos, y nos hacemos una vez más la misma pregunta: ¿deberá el pueblo nuevamente tomar las riendas de su destino, olvidado por unos, y hostigado por otros? ¿Hemos cambiado? Una última reflexión: secuestran en Somalia un pesquero con ciudadanos españoles a bordo. ¿Qué hace nuestro gobierno? Ceder al chantaje, y renunciar a nuestra legítima defensa, humillando a la Armada y enorgulleciéndose de la cobardía y la humillación. ¿Será éste el afrancesamiento que tanto gusta a nuestra vicepresidencia? ¡Muerte al francés!¡Viva la Pepa!
Saludos liberales.

miércoles, 23 de abril de 2008

Liberalismo o intervencionismo, sistemas opuestos de gestión pública

Existen para el Liberal valores inmutables como la Vida y el Individuo, y sus consecuencias: la Libertad y la Propiedad. Esos son los pilares del pensamiento liberal. Y sobre esos valores, el liberal se pregunta cómo hacer mejor las cosas.No atiende a apriorismos de tribu, o de masa. No se basa en la prepotente idea del elitismo político, del Gran Hermano, o de la dogmática religiosa. Sabe que el individuo es el fin y no el medio. Y le da al hombre el valor justo: el hombre es un ser falible, no un dios. Por lo que todas sus obras habrán de someterse al correcto equilibrio entre Poder y Libertad. Y esta no es una tarea estática, sino dinámica. Quizá la labor más importante del liberal sea la de estar en permanente guardia ante los inevitables ataques del poder a la libertad de los ciudadanos. Para forjar ese carácter liberal se hace necesario un inconformismo nato y un alto grado de escepticismo y desconfianza hacia el poder, que, generalmente, se asocia a la idea de Juventud, entendida como inconformismo.

Por ello es también importante la regeneración de las organizaciones o instituciones de ideario liberal. Porque si de algo huye el liberal es del conformismo. Cierto es que el liberal no se opone a la conservación de tradiciones e instituciones, pero siempre que considere éstas útiles para la defensa de la libertad, no porque éstas lleven en pie desde tiempos inmemoriales. Y es precisamente aquí donde los liberales se suelen encontrar con los conservadores. Pero no ha de olvidarse que ése no es un alineamiento inquebrantable, pues para el liberal la institución no es superior al individuo, y por tanto, no comparte la sumisión incondicional de éste a las instituciones, sean éstas públicas o privadas.

Es posible que, en esta vorágine absurda de la política española, olvidemos que nuestras ideas, por encima de todo, son las más eficientes y las que más riqueza generan. No porque sean ideales superiores que no están sometidos a crítica, es decir, dogmas, sino porque tras numerosos análisis teóricos y sobretodo prácticos, se ha evidenciado esa conclusión: la defensa de la Libertad (individual, de empresa, de expresión,etc) y la limitación del poder, suponen la más eficiente manera de organización social, por ser ésta vía la que mayores beneficios supone para mayor número de personas.

Una de las facetas que caracteriza al pensamiento liberal es la falta de romanticismo, lo que supone un hándicap a la hora de defender esta ideología en épocas de hedonismo y exceso de bienestar sin esfuerzo, como la actual. El romanticismo ha supuesto el germen del totalitarismo más atroz (siglo XX) o mediático (siglo XXI). El falso ideal de una meta más allá del individuo, ya sea ésta material (comunismo) o espiritual (nacionalismo o fundamentalismo) supone olvidar que el ser humano es un fin en sí mismo, más allá de la masa, del rebaño, de la tribu. El romanticismo, o su cara actual, el buenismo, supone que hay bienes comunes que obligan al individuo a sacrificar su libertad en aras de una meta mayor. Se trata de transitar el camino inverso al que plantea el liberal: Mientras ideologías como el socialismo proponen el sacrificio de la libertad individual para un mayor bienestar, el liberalismo propone garantizar la libertad individual por ser ésta la mejor y más eficiente herramienta para la consecución de un mayor bienestar social.

No hay sitio en el Liberalismo para el paternalismo. Esto no significa, como los enemigos de la Libertad suelen argumentar, que el liberalismo se olvide de las necesidades de los más desfavorecidos. Antes al contrario, es precisamente el liberalismo la ideología que más progreso ha traído a mayor número de personas. Es un hecho y no una opinión, que allá donde la defensa de la propiedad privada sale adelante, donde existe la competencia y el principio del mérito, donde existe el imperio de la ley y la lucha contra los monopolios, se produce un aumento del bienestar generalizado, y por tanto, también de las capas más desfavorecidas de la población.

Resulta evidente que a menores trabas para la creación de empresas, a menos impuestos, más empresas se crean, y por tanto, más puestos de trabajo, y por tanto, mayor renta y por tanto mayor consumo, que a su vez genera más demanda, que a su vez crea mayor oferta. Esta sencilla premisa parece no haber entrado en algunas distinguidas cabezas de la derecha española. Cuestión complementaria a lo anterior y absolutamente necesaria para que la riqueza fluya es el establecimiento de un marco legal claro, previsible, que marque líneas rojas que no deben cruzarse: leyes antimonopolio, legislación laboral flexible junto a una inspección laboral implacable en la persecución de la explotación, unidad de mercado, independencia de los organismos de control y de la justicia.

No sería justo concluír sin reconocer que la defensa de este ideario no es tarea amable, ni tarea de espíritus acomodados. Pero nadie dijo que fuera fácil. Es cierto que la defensa de la libertad tiene numerosos enemigos, pues no hay que olvidar la natural tendencia del ser humano a acumular poder y a imponer a los demás su manera de pensar, aún cuando en numerosas ocasiones la manera de pensar del gobernante no se corresponde con su manera de vivir. Vean cómo vive la familia de cierto sátrapa caribeño, o de su clon bananero. O de cómo visten ciertas ministras que tienen el rostro de denominarse...socialistas.

Saludos liberales.

lunes, 21 de abril de 2008

PSOE light

No doy crédito. Para que no haya malos entendidos copio y pego las declaraciones de una tal Soraya en Onda Cero:

"La portavoz 'popular' ha asegurado que el PP es un partido que suma diferentes tendencias y que no puede representar "sólo a una parte". En su opinión, el PP defiende un sistema público, una sanidad pública, una educación pública y la igualdad de todos los españoles.

Según explicó, en el seno del partido existe una preocupación de que se identifique a la formación con un cierto neoliberalismo, "corrientes que no son las nuestras", apostilló."

¿Pero quién demonios es la tal Soraya, advenediza servil, para afirmar que el "neoliberalismo" (término que usado por Soraya, da fe de su absoluta ignorancia en la historia de las ideas) es una corriente que no es la nuestra?¿Nuestra de quién? Mía SÍ, Soraya, mía y de millones de españoles que nos identificamos con el Liberalismo y el Conservadurismo que usted niega. Y defiende usted la "igualdad de los españoles", ¿también los de su partido? ¿también de los liberales? No. A los liberales ni agua, ¿verdad Soraya? A los que defendemos una versión opuesta al socialismo que usted cada vez más descaradamente adula, ni agua. Esos españoles no son iguales que usted. Usted es quien da carnés de "los nuestros". ¿Pero cómo se puede ser tan antidemocrático para apropiarse, nada más y nada menos, que de LAS MENTES de los militantes? ¡Qué falta de respeto tan grande para los miles de ciudadanos de Madrid que votan masivamente una opción claramente liberal y moderna en la persona de Esperanza Aguirre! Se puede estar o no de acuerdo con ella, pero no se puede "despachar", cual pasionaria del PCE, a los críticos del partido, exluyéndolos por no ser "de los nuestros". ¿Pero de dónde sale esta tía? ¿Qué elecciones ha ganado esta chica?¿Qué congreso ha ganado?

Que el PP defiende un modelo básicamente público...¿pero esta chica en qué partido cree que está?¿qué modelo propone? Uno basado en lo público como norma, y la igualdad como imperativo. O sea: EL MISMO PROGRAMA DE IDEAS QUE EL PSOE. Porque al final , se trata de eso. Esta gente lo que quiere es convertir al PP en una alternativa socialdemócrata al PSOE. Un partido con las mismas ideas que el PSOE pero más "aseado", menos "corruto", más transparente. Veamos: lo público, el cambio climático, el igualitarismo, el pacto con el PSOE de las reglas de juego, la subvención, lo "social"...

Por si faltaba poco, el jefe acaba de afirmar que en el PP hay socialdemócratas, pero que los liberales y los conservadores que no quieran estar en el PP, que se vayan. Las cosas están claras, las cartas encima de la mesa. Los que apoyan a Rajoy apoyan un modelo de partido socialdemócrata, un PSOE bis, más aseadito, pero progre al fin. Un modelo personalista en el que los jerifaltes de Génova decidirán quién sobra y quien no, quién se presenta y quien no, cuándo y cómo se organizan los congresos y las votaciones, un partido gobernado por el aparato, aparato que consistirá en un equipo de manzanillos adoradores del líder, o sea, un modelo socialista de partido. El líder, incontestable. Las ideas, las que la ocasión pinte para ganar votos. El individuo, el militante, los principios, un medio. El partido, el FIN.


Otros queremos un partido netamente español, liberal, amante de los ciudadanos libres e individualmente considerados, que defiende la participación de sus militantes en las grandes decisiones, que defiende la conservación de los principios básicos de la nación española: su lengua común, la solidaridad de sus territorios, la defensa de lo que nos une, de los afectos entre ciudadanos, la defensa de sus símbolos, la defensa de la Libertad frente al nacionalismo y el terror. La defensa de los principios de mérito, del libre mercado, de la gestión privada, de la propiedad, de la familia como núcleo de la sociedad, del incentivo frente a la subvención, del trabajo frente al subsidio.

Al fin se trata de elegir entre dos modelos de partido. El uno un PP convertido en un PSOE light, un "centro" acomplejado e inútil, un partido de aparato, de ordeno y mando, o un partido de los militantes, ideologizado, fuerte, con la cabeza alta, que ha de convencer a los que no le votan de que sus ideas son mejores moral y pragmáticamente que las del contrario. No se puede captar votos aceptando los principios del contrario. Eso es la perversión de la democracia. Eso es Méjico o Argentina.

No somos militantes del Partido Comunista. No somos masa. Somos individuos. Somos libres. No necesitamos líderes maravillosos. No necesitamos paternalismos. No necesitamos que nos den subsidios, necesitamos trabajar. No necesitamos pasar de curso sin saber, necesitamos niños formados. No necesitamos acudir a papá Estado para todo, Soraya, necesitamos valernos por nosotros mismos. No somos paniaguados. Somos emprendedores, dueños de nuestras vidas. No necesitamos la política hasta en nuestro dormitorio. Necesitamos que el gobierno nos deje en paz el mayor tiempo posible. No necesitamos creer en el Partido o en el Estado. Necesitamos que el Partido y el Estado crea en nosotros. Amamos la Libertad, la vida orientada en principios sólidos y reconocibles, la defensa de la propiedad, el intercambio libre de bienes y servicios, la no injerencia del Estado como norma. Creemos en la solidaridad, en la ayuda a los necesitados, pero no en las ayudas generalizadas, germen de corrupción que afecta directamente, a los más necesitados. Creemos en el apoyo incondicional a las víctimas del terror nacionalista e islamista, sin concesiones a los asesinos ni a los que se benefician o NEGOCIAN CON LOS ASESINOS.

Ése es el verdadero debate del PP. No las personas, las ideas. Alguien ha defendido que no se resigna a la consigna, al todos a una, al borreguismo izquierdista de adoración al líder. ¿Respuesta? Le enseñan la puerta de salida. ¡Viva la Libertad de pensamiento y de expresión! ¿Es esto el PP o el Frente Popular? Pero por esa puerta no saldrá una sóla persona: saldrán miles, y con ellas, millones de votos. Y de ello sólo será responsable una persona: la que les haya indicado el camino de salida.

domingo, 20 de abril de 2008

La partida de ajedrez

Imaginemos que alguien válido, contrastado, ganador quisiera optar a dirigir el Partido Popular. Alguien que para millones de militantes supone una nueva y ansiada esperanza. ¿Cómo maniobrar para alcanzar el objetivo? El problema es el sistema electivo del PP. El sistema está pensado para que quienes decidan sean, precisamente, los que sólo quieren asegurarse su poder. Y recordemos que, por lo general, los mediocres y los trepas se cuidan muy mucho de que nadie objetivamente mejor que ellos les quite el sillón, a pesar de que incluso en su fuero interno sepan que esa persona es la mejor de las opciones para su empresa, negocio, o incluso para su patria. Ergo, las opciones del candidato pasan por ganarse a algunos que desearía cargarse. He aquí la gran cuestión: ¿A cuánto asciende esa factura? ¿Son personas de fiar? ¿Qué tiene que ganar y cuánto que perder el candidato de la esperanza? ¿Cuánto puede durar Rajoy incluso si es la única candidatura final en el Congreso? ¿Hasta las próximas europeas? ¿Hasta las próximas autonómicas? Hay quien incluso cree que el aspirante tan sólo tiene que sentarse a esperar el cadáver de su adversario pasar. Otros que debe dar ahora la batalla. La cuestión es: ¿Es útil dar una batalla a sabiendas de que se va a perder?¿No lo estarán provocando quienes quieren anular a un competidor peligroso ahora que juegan con las cartas marcadas, a sabiendas que no serían rival en campo abierto? Frialdad y estrategia. Es mucho lo que está en juego. Se trata de España. Se trata de la Libertad.

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sábado, 19 de abril de 2008

El punto de inflexión

Acabo de leer el discurso de Mariano Rajoy en Elche. Conclusión: más de lo mismo. Se extraen varias conclusiones aterradoramente claras. A saber:
1.- Dice Rajoy que no quiere un partido de una ideología. Que en el PP hay Liberales, Democristianos, Socialdemócratas... Y que el PP debe ser una suma de todo. Este tipo de partidos tiene dos ejemplos vivos en el mundo: PRI mejicano y Peronismo argentino. Señor Rajoy: no se puede contentar a todos todo el tiempo. Es el camino más directo para no contentar a casi nadie.
2.- Ha manifestado usted en la campaña perdida que en la educación el mérito es la base, que no se puede pasar de curso sin aprobar. Sin embargo, no se aplica usted sus teorías, por otro lado acertadas. Toma usted como modelo a su partido en andalucía, formación que no ha podido ganar una sóla elección en 30 años. Sin embargo pareciera que le molesta el éxito en según qué comunidades.
3.- Dice usted que el PP es de sus militantes. Niego la mayor: el PP se está convirtiendo en un partido de familias, de barones. Se contradice usted. Si el PP es de sus militantes, ¿Por qué dice usted que se queda "porque se lo han pedido sus compañeros"? ¿No sería más democrático y más respetuoso con sus adorados militantes pedir su confianza en un congreso abierto antes de decidir usted por todos nosotros? ¿Contamos para algo sus adulados militantes? Hechos son amores, don Mariano. A mí no me gusta que nadie hable por mí sin mi permiso. Es lo que tiene ser liberal, don Mariano, que ama uno su libertad como propia. Normal que a sus compañeros socialdemócratas les resultemos molestos. Me preocuparía lo contrario. ¿A usted no?
Saludos liberales.

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jueves, 17 de abril de 2008

El debate ideológico

Durante mucho tiempo se ha venido afirmando que los votantes del PSOE son un bloque compacto, que, pase lo que pase, son y se siente socialistas y por tanto, se identifican plenamente con el partido, o, incluso, a menudo, contra el contrario. Aceptado lo anterior, cabe preguntarse el porqué. No existen condiciones genéticas para considerarse de izquierdas o de derechas. Más bien uno opta en función de la cantidad y calidad de la información que recibe, y/o se preocupa por buscar. Por ello es tan importante el debate ideológico en la política española. Porque es probable que millones de españoles voten una opción que no se corresponde con su manera de actuar en su vida privada. ¿Cómo es eso posible? Sencillo: por la dictadura de lo políticamente correcto, por la apisonadora ideológica que día tras día entra en los hogares españoles, bien de manera directa en medios informativos, bien de manera indirecta a través de medios, en principio, de puro entretenimiento, pero a la postre trufados de ideología.


La pulsión totalitaria se hace presente en nuestros días disfrazada de opinión pública. Lo que antaño conseguía la policía, la checa, o el ejército, de manera burda pero brutalmente eficaz, lo consigue ahora "el Ministerio de la Verdad", disfrazado de telediario, de programa de variedades nocturno o de gala de los premios Goya... Tenemos ante nosotros un escenario puramente orwelliano. Por todo lo anterior, rehuír la batalla de las ideas, tratar de manejarse dentro de un panel de juego en el que las cartas están contínuamente marcadas, es un claro suicidio social y democrático.

Hoy, en el espectro político liberal-conservador, no hay espacio para políticos abúlicos, cansinos o perezosos. No hay lugar para políticos que no sientan en sus propias carnes la imperiosa necesidad de dar contínuo respaldo a principios acorralados por las terminales mediáticas. Es una cuestión de alternancia, de higiene democrática. No hay democracia si no se tiene la facultad de elegir libremente entre dos o más opciones ideológicas claramente diferenciadas. Es necesario alzar la voz clara y firmemente en defensa de una alternativa ideológica opuesta al socialismo, y defenderla sin rubor.

Volviendo al principio, la izquierda se agrupa bajo una marca, un distintivo, un logotipo claro y fácilmente reconocible: el socialismo. ¿Bajo qué se agrupa el principal partido de la oposición en España? ¿Cuál es su marca, su logo, su símbolo? Ni siquiera se atreven a defender dignamente el calificativo de "derechas", ocultándolo en un obtuso "centro" que por su inconsistencia no se cree nadie.

La diferencia clara entre las dos opciones políticas en España hoy en día es demoledoramente evidente: mientras en la izquierda el peor presidente de la historia, el peor preparado, el más inmoral, es capaz de arroparse bajo el lema de ser "rojo y socialista", en la derecha su opuesto, infinitamente más preparado, coherente y honrado, no es tan siquiera capaz de proclamarse liberal y/o conservador y defender con la cabeza alta sus ideas. El resultado: el peor manda y el mejor...obedece.

lunes, 7 de abril de 2008

Viaje al centro...de la nada

Insisten algunos sectores del PP en virar al centro,lo que supone asumir ciertas premisas. En primer lugar,insisten en "un giro",lo que implica necesariamente cambio de dirección,que a su vez significa variar el rumbo, por considerar erróneo el actual. Hasta aquí es aceptable. A mí tampoco me gusta el rumbo actual. Pero ¿hacia dónde viramos? ¡Al centro!,gritan los estrategas genoveses. ¿Qué es el centro?,nos preguntamos los ingénuos. Muy fácil:el centro es la indefinición constante, la renuncia a la ideología, la bandera de la cobardía y de la rendición. El centro no existe sin opuestos. Es una falacia ideológica,un contradios. ¿Cómo se puede generar ilusión vendiendo centrismo?¿Conocen algún partido centrista que gobierne alguna nación próspera? Yo no. Es más, ¿Alguien puede explicarme qué es ideológicamente el centro? Necesitamos un opuesto al socialismo,esa ideología caduca y antidemocrática en su origen,que ha costado tantos disgustos en el último siglo. Necesitamos derrotar ideológicamente a la trasnochada izquierda española. Tenemos la mejor ideología para ello: el fomento de la Libertad, y la mejor plataforma para su defensa: la nación española. ¿Y qué pretenden algunos? La renuncia sistemática a la batalla de las ideas, la deserción de los principios, la obtención del poder a toda costa. Esa es la mejor definición de centro:la creación de un monstruo burocrático que sustituya a un partido ideologizado, el fomento de clones funcionarios de la política, paniagüados. Existe otra alternativa. La de la valentía. La de la defensa de los principios en los que muchos españoles basan sus vidas. Existe el opuesto al socialismo. Es superior moralmente, tiene éxito en todo el mundo. Es la opción de la cabeza alta, de la seguridad, de la esperanza, de la modernidad y del progreso. Es el viaje hacia la Libertad. Es hora de decidir el rumbo. Un viaje nos lleva a la defensa de los valores que fundan las sociedades abiertas, a la defensa del ciudadano frente a la tribu, de las personas frente a la masa, a la defensa de la vida, de la Libertad de elegir, de la responsabilidad individual, del esfuerzo, de la propiedad, de la igualdad ante la Ley, del mercado libre. Nos lleva, en definitiva a lo que ha sido siempre la alternativa al socialismo, nos lleva a la ideología que más bienestar y desarrollo ha proporcionado a los hombres en la historia: el Liberalismo. El otro camino ya lo conocemos bien. Es el triunfo de lo gris, del perfil bajo, de la subvención, del fulanismo,de los principios de quita y pon. Es el famoso viaje al centro...de la nada.

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viernes, 4 de abril de 2008

La libertad sin complejos

Se plantean dos alternativas en el próximo congreso nacional del PP. Y no me refiero a alternativas personales. Se trata de dos visiones púramente ideológicas, las defienda quien las defienda: ¿Mimetizarse con el ambiente de pensamiento único social demócrata / socialista?¿Diferenciarse y defender valientemente una clara apuesta por el concepto liberal de España basado en la igualdad de sus ciudadanos? Basta de fulanismo. Primero principios, y después veremos quién los representa y defiende mejor. Lo contrario es, simplemente, el secuestro de la democracia por una panda de funcionarios de la política sin más interés que beber el maná que los inocentes ciudadanos les regalamos vía impuestos y tasas. La pregunta a los responsables de Génova es sencilla: ¿Qué modelo de España defienden? ¿Qué principios? ¿Qué alternativa al socialismo? Contestada ésta, pasemos al segundo acto, las mejores personas para defender los principios programáticos del partido. Los ciudadanos tenemos derecho a saber qué esperar del partido de la oposición y después saber quién da el mejor perfil para llevar a cabo esa tarea. La casa por los cimientos, no por el tejado, no vaya a ser que venga una mala "prisa" y el invento se nos venga abajo.

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miércoles, 12 de marzo de 2008

La reacción sobre la base

Tiempo de tertulianos, de opinadores y brujos clarividentes. Tiempo de análisis sobre quién debe presidir y liderar a la única estructura política capaz de cambiar el rumbo fijo que lleva a España hacia el desastre económico y social. Y todos, repito, todos, obvian la principal fuerza que ha de regenerar nuestra vieja y amada nación: la sociedad civil. Si algo han demostrado estos fatídicos cuatro años de gobierno propagandístico y mediocre es que existe un núcleo de resistencia civil valiente y admirable, que va muy por delante de los partidos políticos, y que pierde tiempo y dinero de sus bolsillos para defender lo que ningún representante político defiende abiertamente. Una sociedad civil que, unida en torno a movimientos cívicos, centros de estudios, asociaciones, padres, familias, ha luchado contra viento y marea, sacando los colores a los políticos miedosos, esclerotizados, que no son capaces de liderar estos movimientos, paralizados por el pánico a las encuestas, preocupados en mimetizarse con el socialismo rampante para intentar "pescar" votos que jamás tendrán, en lugar de convertirse en catalizadores de la fuerza civil emergente, claramente diferenciada de la ideología buenista y relativista del gobierno ZP. Ningún político propone alternativas ideológicas y aún opuestas al socialismo, alternativa que, por el contrario, sí defiende la sociedad civil sin ningún tipo de complejo, pero también sin ningún tipo de apoyo. ¿Quieren renovación?¿Quieren ilusión? Miren a la calle, a la gente, al movimiento cívico, den la voz y la palabra a las bases, abran las puertas del partido a quienes, en definitiva, han defendido los valores que ustedes no han sabido ni representar, ni defender dignamente. No se trata de "apañar" la política. Se trata de devolverle lo que la hace esencial: la lucha por las ideas. ¿Algún cerebro idealista más allá de las encuestas y las estrategias de poder? ¿Alguien dispuesto a jugarse el escaño por la defensa de principios?¿Alguien sin miedo a decir que el socialismo no es la solución?¿Alguien dispuesto a defender que la derecha, sí, la DERECHA, es la madre de la democracia, de la Libertad? Veremos. Lo único esperanzador de estos cuatro años ha sido el nacimiento y el fortalecimiento de ese maravilloso núcleo de resistencia civil, verdadero guardián de las esencias liberales y democráticas, verdadero bastión de defensa de la nación española y de lo que ella representa: la igualdad de todos los españoles ante la ley. Miren a los padres que han salido a la calle en defensa de la libertad lingüística, de la libertad de poder enseñar a sus hijos los valores morales que ellos deseen para la formación integral de sus niños. Miren a los que salen a la calle en defensa de las víctimas del terror, a los que no se pliegan al chantaje totalitario y a la inmoralidad de los gobernantes. Miren a quienes se baten el cobre para llevar la ideología liberal a rincones en los que se antoja imposible. ¿Quieren reacción? La tienen delante de sus narices. Es España. Es Libertad.

martes, 11 de marzo de 2008

Tiempos de capote y espada

Imaginemos dos tipos de toreros. El uno, preocupado por la lidia técnica, tradicional, por el arte del toreo, el purista, el que entiende la lidia como una manera de vivir, de sentir, una manera de tratar el toreo honrada, humilde, de espectáculo estético y espiritual, un torero de magia, de duende, de arte. El otro, un torero mediático, más preocupado por el espectáculo, por el papel cuché, y por dar volteretas, mostrando arrojo ficticio, sin respeto a las normas, a las reglas, a la tradición. Un torero que busca el aplauso fácil, que potencia una visión circense de la Fiesta Nacional, que para él ni es fiesta (sino negocio) ni es nacional. Las parroquias de cada torero, como es lógico, son diametralmente opuestas. Mientras unos esperan pacientemente la faena mítica, la culminación del arte de domar a la bestia sin olvidar la tradición, la técnica, la honradez, y el respeto al adversario animal, los otros se reúnen para ver al torero que sale con fulanita, y las unas le tiran sujetadores, y los otros le aclaman cuando salta encima del toro o besa sus pitones. Mientras los puristas valoran cómo el torero de arte se arrima, y se juega la vida en cada pase, cruzándose con el astado en el medio de la plaza, desmayando los pases, y mirando fijamente a los ojos de la bestia, el resto valora el ficticio juego circense, creyendo de buena fe que el bombero "torero" arriesga su vida, cuando en realidad ni se cruza, ni se arrima, ni corre más riesgos que cualquiera de nosotros al ponerse delante de semejante fuerza de la naturaleza. A ambos se les presupone valor, pero uno suma tradición y respeto a la lidia, y el otro se conforma con el coraje, y lo explota. En definitiva, el uno arrima la Verdad al coso y el otro la Propaganda. Y la parroquia del "Niño de la Verdad" cree en la faena soñada, aspira a engrandecer la fiesta y a mejorarla desde el respeto a la tradición, al arte, a la libertad. Pero sistemáticamente, a pesar de su fidelidad, a pesar de seguir al torero por toda España y pagar religiosamente sus entradas, ve cómo su matador se arruga cada vez que comparte cartel con nuestro torero circense. Lejos de sacar su arte para dejar bien a las claras las diferencias en el toreo de uno y otro matador, nuestro torero purista trata patéticamente de dar volteretas para atraerse a parte del público contrario, para mendigar una oreja, cuando desplegando su arte podría salir por la puerta grande. Y una y otra vez, la parroquia marcha cabizbaja a la espera de la faena soñada, pero sin perder un ápice de esperanza, pues cree y creerá siempre en la lidia verdadera. Y espera paciente, llenando la mitad de las plazas, a que nuestro torero despierte, se plante en el medio de la plaza, y despliege todo el toreo que lleva dentro. Y en esta hora incierta, en la que las plazas adoran al "torero de revista", se hace más necesario que nunca afianzar a la propia parroquia. Es hora de arrimarse, trincar el capote, echarse al ruedo y dejarse el alma en cada pase, en cada suerte, desmayando la muñeca, con los ojos vueltos, en trance, desnudando el alma, dejando a las claras que, para engrandecer el toreo, hace falta mucho más que cotilleos, volteretas y escándalos. Es hora de fajarse, de cruzarse con el animal y envolverlo, llevarlo, domarlo, y salir por la puerta grande. Es hora de dejar a un lado estadísticas, escalafones, sondeos de pañuelos blancos. Es hora de responder a esa parroquia que, año tras año, paga sus entradas en la confianza de la faena perfecta y se ha venido conformando con algún atisbo de clase, con algún natural, con alguna chicuelina. Porque el día que eso ocurra, no será la mitad de la plaza la que saque los pañuelos blancos, sino la inmensa mayoría del respetable. Así que, si quiera sea por la Libertad y por la Fiesta, maestro: ¡Suerte y al toro!

lunes, 3 de marzo de 2008

El Liberalismo en España

¿Existe en España un partido político libre de tendencias socialistas? Cierto que existe un partido antagónico al PSOE. Cierto que parte de sus políticas se podrían encuadrar en el ideario liberal. Pero ¿existe un contrapeso ideológico claro a las ideas intervencionistas? Más bien lo que existe es un consenso tácito mediante el cual nadie se opondrá a las líneas maestras socialistas en materia de gasto social, "cultura", planteamientos "de género”… Como contrapartida, la izquierda mirará hacia otro lado en políticas fiscales y de corte económico. Eso sí, sólo hasta que éstas surtan efecto y generen riqueza, puesto que después sólo el pensamiento socialista será el que oriente la "redistribución" de medios económicos y culturales. Bajo esta premisa se ha venido desarrollando la política en España al menos en los últimos treinta años, sino antes. Y hasta la fecha, nadie ha osado contradecir el pacto no escrito entre nuestros políticos profesionales. Mientras en otros lugares del mundo, las ideas liberales se asumen como algo natural, pues no en vano son las únicas ideas que han producido un aumento mayor de riqueza para un número mayor de individuos, España sigue sumergida en tópicos antiliberales, en complejos de inferioridad, en falta de confianza en los argumentos de la sociedad libre. Seguimos buscando denodadamente soluciones a problemas ya resueltos por otras sociedades. Y nos resistimos como asnos a modernizar de una vez nuestras estructuras sociales. Es hora de que alguien recoja el testigo de la libertad en España y explique alto y claro que la mejor manera de prosperar es confiar en los individuos libres que forman una sociedad abierta, democrática. Necesitamos políticos que enarbolen la bandera de la confianza en los ciudadanos, que nos dejen respirar tranquilos para pensar cómo mejorar nuestras vidas sin necesidad de subsidios no merecidos y prebendas conseguidas bajo la coacción de grupos de interés. La desconfianza en la clase política nace de una clara frustración: la evidencia en el electorado de que todos prometen la creación de toda clase de derechos y ninguno lo hace, acaso porque es una expectativa demasiado ambiciosa para un político. El mejor trabajo en pro de la libertad es dejar que ésta fluya. No hay mejor político que el que entiende que su principal función es "no estorbar" el desarrollo libre de la sociedad, y garantizar que ningún elemento externo lo ralentice o lo impida. Menos subsidios inmerecidos, menos subvenciones para quien no lo necesita, más desgravaciones, más incentivos para todos. Menos leyes y más eficacia jurídica y judicial. No a derechos colectivos y sí a derechos individuales. Por último, ¿por qué ese empeño tan español en creer que un derecho sólo existe si el Estado interviene de manera activa en su "creación", desarrollo e imposición a los demás? ¿No debería el Estado limitarse a garantizar los derechos individuales sin entrar en nuestras casas, en nuestras vidas? Mete al Estado en tu casa, y, tarde o temprano, el Estado será tu casa. Limitemos el poder para aumentar la Libertad.

lunes, 25 de febrero de 2008

La responsabilidad del voto

Votar no es jugar. Las elecciones no son un reality en el que decidir si tal o cual personaje debe "abandonar" la isla. Un voto es una responsabilidad. Un voto es, por definición, una decisión temporal sobre una realidad actual y una posibilidad futura. Está sometido a la coyuntura del momento, a las circunstancias y a la objetividad del análisis del elector. No se trata de rendir culto sagrado a tal o cual partido. El voto cautivo es síntoma de democracias débiles. Cada vez que un votante se inclina por unas siglas como algo propio, inamovible, tradicional o de obligación familiar y social, está mandando un mensaje claro: no cree en la democracia. Creer en la democracia es creer que todo gobierno es temporal y limitado, y puede y debe ser cambiado si las cosas no funcionan de manera eficaz. Por definición, la democracia consiste, entre otras cosas, en eso mismo: en la posibilidad de derrocar al gobierno de turno sin derramamiento de sangre, o de manera traumática: la garantía de la alternancia en paz. Por eso, porque nos hemos dotado de un sistema democrático con elecciones periódicas, y posiblidades reales de alternancia en el poder, se debe apoyar sin fisuras un cambio si la ocasión lo merece. Desde esta óptica democrática, cualquier voto a ciegas es una muestra de debilidad del sistema, y cualquier apelación al voto tribal contra el otro, una muestra del carácter antidemocrático de la formación que lo pide. Todo ciudadano debe confiar en poder cambiar de gobierno si éste traiciona sus más elementales principios. No hay nada raro en ello, ni se debe ver como una "anormalidad", sino como una muestra de higiene democrática. No hay siglas perpetuas ni personajes infalibles. Antes al contrario, son los principios los que deben presidir la formación de la opinión previa a la decisión de votar una u otra opción, o, simplemente, no votar. Los principios que han de presidir la formación del voto son de suma importancia. Tales princpios se pueden resumir, sin perjuicio de más condicionantes, en:
- La exigencia de la defensa de la Libertad: defender que no existan derechos colectivos o de territorios, sino derechos individuales de los ciudadanos. Son las personas las que tienen derechos, no los territorios, ni las lenguas, ni las instituciones. Garantizar la Libertad, es garantizar la democracia.
- La exigencia de responsabilidad a los gobernantes. Este principio supone el castigo democrático a aquellos políticos que han utilizado y utilizan la MENTIRA como argumento constante. Es fácil detectar a un gobernante mentiroso: suele hacer lo contrario de lo que dice, y después, decir lo contrario de lo que había dicho, negando la evidencia. Supone también la certeza de que un gobernante que ha mentido y le ha salido gratis, volverá sin duda a hacerlo. Los políticos son auténticos depredadores y huelen la debilidad del electorado. Si le funciona, no cambiará.
- La exigencia a los gobernantes de anteponer los intereses generales del país a la continuidad del gobernante en el poder. Aquel político que ve con recelo la limitación de poder, es, en potencia, un peligro para la Libertad de los ciudadanos. ¿Cuántos de nuestros políticos tienen experiencia laboral fuera de la política?
- La exigencia a los gobernantes de la primacía del imperio de la Ley y el Estado de Derecho. Es vital para la supervivencia de una democracia liberal, abierta, de un Estado de Derecho en el que los ciudadanos sean iguales ante la Ley, que los gobernantes JAMÁS igualen a delincuentes con ciudadanos. No se puede permtir la exención temporal de la ley en aras a ninguna negociación. Los delincuentes, a las cárceles, la política, al parlamento. Ningún ciudadano aceptaría que la policía negociara con los violadores para que dejaran de delinquir, suspendiendo los juicios y las detenciones de éstos hasta que "verificaran" la intención de los violadores de dejar de violar. ¿Por qué hemos de aceptar sin embargo que el gobierno "negocie" con asesinos y aplique la Ley según el desarrollo de esa negociación?

Sin duda existen numerosos principios además de los expuestos, que tendrán mucho peso a la hora de determinar el voto de los ciudadanos: economía, gasto social, libertad de enseñanza, etc. Pero, sin dejar de ser importantes, los aquí mencionados suponen los cimientos sobre los que construír un país próspero un país moderno, un país de libertad y de igualdad ante la Ley, que garantice la libertad de sus ciudadanos.

No me corresponde determinar si tal o cuál partido cumple con los principios aquí expuestos. Simplemente, creo que todos deberíamos reflexionar sobre qué modelo de país queremos para nuestros ciudadanos, para nuestas familias, y, después de comparar la realidad con los principios, votar en lógica consecuencia, sin prejuicios culturales, sin ataduras de siglas. Votar tan sólo en defensa de PRINCIPIOS que todo demócrata ha de defender de la única manera que se puede en tiempos de paz y prosperidad democrática: con el voto.

domingo, 10 de febrero de 2008

De cómplices, delincuentes y otra gentuza

La Coruña 8 de febrero de 2008, 20:00 horas. Un grupo de ciudadanos libres, pacíficos, previa solicitud a la Delegación del Gobierno, cumpliendo exquisitamente todos los trámites legales, se reúnen en el Obelisco coruñés para defender lo obvio: la LIBERTAD de poder elegir la lengua en la que quieren que sus hijos aprendan conocimientos básicos para su desarrollo. No se manifiestan contra lengua alguna, sino contra una legislación aberrante que impide a los padres la libre elección de la lengua vehicular de sus hijos. Sentido común. Pásense por la web de la convocante del acto, la Mesa por la Libertad Lingüística, www.libertadlinguistica.com y revisen sus principios. Infórmense, no lean periódicos ni opinión, infórmense.
Pues bien, en ese contexto, aparecen en la convocatoria legal un grupo de unas cien personas, sin autorización, es más, con pintas de no pedir permiso a nadie para nada, luciendo distintivos y lemas independentistas, gritando consignas naZis contra los ciudadanos que legal y pacíficamente estaban concentrados, identificando despectivamente a éstos como "fascistas", "españoles" y demás lindezas.
Es de reseñar que, sin previa solicitud, ya se habían personado en el lugar numerosos efectivos policiales, lo que nos indica que "alguien de arriba" ya sabía que los radicales independentistas harían acto de presencia en el lugar.
Puestos en situación, conviene recordar ahora ciertos aspectos siniestros de tal desarrollo de hechos:

1.- La Mesa por la Libertad Lingüística, organización convocante cumplió escrupulosamente todos los requisitos establecidos en la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Reunión, derecho consagrado en nuestra Constitución española como derecho fundamental de especial protección.
2.- En esa convocatoria no se solicitó presencia policial, a pesar de lo cual, alguien de la autoridad gubernativa envió efectivos policiales antidisturbios al lugar, lo que indica la sospecha o evidencia de esta autoridad de que grupos organizados radicales iban a reventar un acto legal.
3.- A pesar de su presencia, en ningún momento los policías procedieron a disolver la concentración ilegal, limitándose a mantenerse en el medio de ambas, en una equidistancia entre delincuentes y ciudadanos que respetan las leyes, impropia del uniforme que visten.
4.-Una vez iniciado el acto por la MLL, los radicales impidieron de hecho el desarrollo del acto, gritando graves insultos, vociferando sin parar e impidiendo, por tanto el ejercicio de un legítimo y fundamental derecho recogido por la Constitución.
5.-La actuación policial, es decir, la dirección política de la policía, es decir, el Delegado del Gobierno, el señor Ameijeiras, en clara dejación de funciones, sino negligencia y prevaricación, no intervino para defender los derecho fundamentales de los convocantes legales, ni tan siquiera separó a los dos grupos, los delincuentes y los ciudadanos respetuosos con la ley, inculcando así gravemente lo dispuesto en el artículo Tercero, punto segundo, de la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Reunión, que expresamente dice: "2. La autoridad gubernativa protegerá las reuniones y manifestaciones frente a quienes trataren de impedir, perturbar o menoscabar el lícito ejercicio de este derecho."
6.- La lógica consecuencia de todo lo anterior, fue la imposibilidad del acto organizado por la MLL, y, lo más grave, y directamente relacionado y causado por la negligente actuación del Delegado del Gobierno, la AGRESIÓN BRUTAL de radicales independentistas al joven Secretario General de Nuevas Generaciones del Partido Popular en La Coruña, a quien agredieron mientras se disolvían la concentraciones, y en presencia policial.
7.- Pero con diferencia, la más ignominiosa actuación fué la de la prensa local, al servicio del gobierno naZionalsoZialista de Galicia, que, a pesar de estar algunos en el acto, informaron tendenciosamente a los ciudadanos en sus periódicos: La Opinión de A Coruña, El Ideal Gallego, y por omisión, La Voz de Galicia (que dió una cobertura ridícula, como siempre hace con quienes no siguen los dictados del poder). Informaciones sesgadas, volcadas en apoyar y dar una imagen de víctimas de los AGRESORES NAZIS, lo que nos sitúa en la triste realidad gallega: todos remando a favor de un naZionalismo identitario y obviando y vilipendiando a aquellos ciudadanos que, lejos de someterse cobardemente como los medios de comunicación citados, luchan cada día, arriesgando su integridad física, porque en Galicia siga prendiendo la llama de la LIBERTAD.

Tomemos nota y actuemos en consecuencia. Saludos liberales.