jueves, 6 de septiembre de 2007

Leónidas y Zapatero

Queridos amigos,

Ciertamente Leónidas y sus trescientos eran los nuestros, como lo han sido siempre quienes han dado su vida por proteger la Libertad, como lo son todos los soldados americanos que dieron su vida por liberar europa, como lo fueron nuestras tropas en Lepanto, como lo son los integrantes de asociaciones y partidos no naZionalistas en el País Vasco.

Pero centrando el tema de Leónidas, la batalla de las Termópilas es quizá uno de los primeros intentos de los llamados Persas, (y en este concepto podríamos incluír hoy a los islamistas, salvando las distancias históricas), de imponer su civilización en todo el mundo. El carácter imperialista de esa parte del mundo es algo cíclico a lo largo de la historia, si acaso dormido durante generaciones, pero presto a levantar sus armas contra Occidente a la menor muestra de debilidad de nuestra civilización.
El ejemplo de Leónidas es una constante en la historia: las muestras de valor y sacrificio por ideales nobles suele amilanar a los canallas, a los tiranos, y las almas cobardes que prentender subyugar a los pueblos cercenando su libertad, protegiendo sus intereses y sometiendo a todos los hombres a su voluntad. El problema suele estar en sociedades como la nuestra que, ebrias de conformismo y desidia, aderezadas con grandes dosis de analfabetismo e ignorancia histórica, han olvidado que la Libertad nunca es gratis, y no son conscientes de su potencial. Nos hemos convertido (y el ejemplo de nuestro Norte es válido en esta teoría) en seres que "agigantamos" a nuestros enemigos, los tememos, les damos más importancia de la que realmente tienen por una sencilla razón: no somos conscientes de nuestro potencial, de nuestros logros. Tendemos a pensar que los enemigos de la Libetad son valientes luchadores y perdemos de vista un hecho esencial: si son enemigos de la LIbertad es porque son DEBILES, porque no creen en sus posibilidades y porque, en general, son COBARDES.

Pasa algo parecido en nuestra patria, donde engordamos el bicho naZionalista, dándole una importancia que no tiene realmente: larga es la tradición de traiciones y retiradas del nacionalismo vasco y catalán (por no hablar del inexistente gallego). Pero tenemos un presidente pusilánime, a años luz de personajes como Leónidas, que prefiere entregar la Libertad a plazos para que no se note, antes que acometer una batalla en la que contaría con muchos más efectivos y mejores valores que el contrario, y, lo que es peor, donde con toda probabilidad nuestros enemigos huirían en retirada al menor atisbo de enfrentamiento con las fuerzas de la LIBERTAD.

En conclusión, y volviendo al tema de Leónidas, la trayectoria de nuestro presidente es opuesta a la del valiente rey espartano. Por decirlo con claridad meridiana: hoy, Zapatero sería nuestro Efialtes, un personaje que, lejos de creer en los valores por los que luchaban sus hermanos, prefirió TRAICIONAR a los suyos y allanar el camino de Jerjes, permitiendo que éste aniquilara a Leónidas y los suyos.

Pero de la Historia se aprenden valiosas lecciones: el ejemplo de Leónidas sirvió para que toda Grecia se levantara en armas. Leónidas dió a sus compatriotas el tiempo necesario para que se organizaran y vieran el peligro real de Jerjes. Sirvió de ejemplo y de orgullo a los soldados helenos, y permitió, con su sacrificio, el triunfo de la Libertad. ¿Y cómo pasó a la Historia Efialtes?...como todos los amantes de la Libertad esperamos que pase un tal Rodríguez....


Saludos liberales.

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