jueves, 23 de septiembre de 2010

Franco, la excusa perfecta

Salta a los papeles hoy la noticia de que la Junta de Andalucía ha aprobado un Decreto por el que se indemnizará con mil ochocientos euros a las mujeres andaluzas que padecieron formas de represión sobre el honor, la intimidad y la propia imagen durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura.

Muchas han sido las respuestas a dicha iniciativa, desde las más “progres” que acuden prestas a alabar toda iniciativa que suponga abonar la teoría de “los buenos y los malos” (siendo los suyos, por descontado, los buenos, sin tacha ni “checa”), hasta las respuestas centroides que califican la medida de “moralmente aceptable, pero inoportuna por la crisis económica”.

Sin embargo, se echa en falta otro análisis más: el de la excusa de Franco para montar comisiones y repartir sueldos y limosnas. Como no podía ser de otra manera, la distribución de las ayudas pasará inevitablemente por una “comisión”, y ya sabemos para lo que sirven en España las comisiones y los observatorios, una especie de INEM para los amigos de la casta.

Porque, entrando en el fondo de la cuestión, nuestra izquierda repite una y otra vez el mismo esquema y nuestra derecha o no quiere verlo, o se niega a decir lo que piensa, una vez más. La izquierda lanza el capote, y la derecha entra al trapo rojo, noble al engaño una y otra vez.

El esquema es sencillo: se recurre a Franco para organizar un mercadillo de votos, o, por mejor decir, para utilizar el dinero público en dar limosnas y comprar voluntades. Limosnas porque es un insulto que, si alguien ha sufrido las vejaciones de las que habla la Junta de Andalucía, se le “indemnice” con mil ochocientos euros.

Ese es el precio que la Junta pone a la dignidad de las personas. Y de todos es sabido que la dignidad no tiene precio. Por lo tanto, podríamos deducir que la Junta de Andalucía no tiene mayor interés en devolver la dignidad a las víctimas, sino en darles unas limosnas, en el mejor de los casos, o de organizar un negocio, en el peor. Según datos de la propia Junta, desde 2001 se han entregado indemnizaciones de este tipo por importe de nueve millones y medio de euros.

Y haríamos bien en centrar el debate en el mecanismo habitual por el que la izquierda reparte el dinero de todos. No es bueno entrar en el debate promovido por la izquierda con los conceptos equivocados. En mi opinión, la Junta de Andalucía ha vuelto a utilizar a Franco como excusa para sus negocios. Bueno sería investigar a partir de este momento quién formará la comisión, qué criterios se seguirán para la concesión de las ayudas y a qué personas irán finalmente destinadas.

No sería la primera vez que la izquierda utiliza a Franco como pantalla para que nadie se fije en lo esencial: la incompetencia, los escándalos…o cómo se compran votos con el dinero de todos los contribuyentes.

Franco, la excusa perfecta.

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